Duki
Neo fue a abrir la puerta, seguramente era su prima.
—Nueve o nueve y medía estoy ahí. — repitió lo que ella había dicho. — Son las diez y cuarto Azu. —
Ella entró y saludo a Alejo, Cro y a mi con un beso en el cachete.
—Tuve que arreglar unos... unos asuntitos. — rió. — ¿que vamos a comer?. —
Yo a vos, pensé.
—Vamos a pedir unos lomitos. — soltó Alejo.
—Pensé que le ibas a cocinar a tu prima. — ella miró a Neo y éste rió.
—Perdón mi amor, no tuve tiempo. — mintió y ella rodó los ojos.
Nos sentamos a comer y estabamos hablando de cualquier estúpidez cuando el celular de la morocha empezó a sonar.
Ella lo miró una vez y lo dejó en la mesa, ignorandolo.
—Azu, ¿no vas a atender?. — preguntó Neo.
—Noppp. — dijo remarcando la "p". — agarró el celular y lo apagó.
—Cómo quieras. — reímos.
Ella no parece la piba que nos defendió, la que sacó un arma, la que todos le tienen miedo. Parece una piba normal, que está sola.
Estaba mirándola sin que ella se diera cuenta, pero el que se dió cuenta fue el Cro y me codeó.
—Gordo, le vas a sacar la ropa con la mirada. — susurró y yo reí.
—Callate tarado. —
Azu
Tony quería hablar conmigo para cagarme a puteadas, lo sabía.
—Después hablamos. — dije intentando safar.
—No, dale Azul. Ahora. —
—Cuando me decis Azul es por que estás enojado. — hice un puchero.
—Lo estoy, dale vamos. — insistió y subimos a su habitación.
—¿Qué?. — pregunté acostandome en su cama.
—¿Por qué llegaste tarde?. — preguntó sentándose a mi lado.
—Ya te dije, estaba resolviendo un asuntito. — suspiré.
—¿Un asuntito tuyo?. — preguntó elevando una ceja.
—S..si, si mío. —
—No, no era tuyo Azul, ¿en qué mierda te metiste?. —preguntó enojado.
A el era a la única persona que no podía ocultarle nada por que se daba cuenta de todo.
—Unos de por ahí le deben guita al viejo. — confesé.
—¿Qué hiciste, Azul? ¿qué hiciste?. — se tensó.
—Los fui a asustar. — reí. — y los quemé. —
—¿Cómo que los quemaste?. —
—Les dejé la SGV en la espalda, a los dos. —
—Uy Azul Azul Azul. — dijo repetidas veces. — ¿podes parar con ésto? Venite a vivir acá, conmigo. —
—No Tony, sabes que no voy a parar hasta encontrar al que mató a mamá, le voy a cortar la pija y voy a hacer que se la trague. — sentí mis ojos aguarse.
—No Azu, no querés hacer éso. — acarició mi pelo.
—Si, sabes que si quiero. — sonreí sin mostrar los dientes. — Ya me voy. — dejé un beso en su cachete y me fuí de su habitación.
—Chau chicos. — saludé a los tres que estaban abajo.
—Nos vemos mami. — reí.
Me puse la capucha y empecé a caminar, cuando hice las dos cuadras sentí la bocina de un auto, me di vuelta y era Duki.
—¿Te llevo?. — preguntó sonriendo.
—No, gracias. — sonreí sin mostrar los dientes.
—Dale Azu, dejá que te lleve. — insistió, lo dude pero acepté.
—¿Estás bien?. — preguntó cortando el silencio.
—Si, bien. — lo miré.
—No se nota. — dijo sin sacar su vista del camino.— Discutiste con el Neito?. — suspiré.
—Sí, discutimos. — ni siquiera se por que le estoy contando ésto a él.
—¿Me querés contar?. —
—Prefiero que no. — negué. — No quiero que pienses que soy un monstruo. — reímos.
—No pensaría eso de vos, Azu. — me miró.
—Capaz otro día te cuente, o preguntale a Neo. — Dije levantando mis hombros.
—No, no le pediría a el que me cuente algo que es tuyo. Vos me lo podes contar cuando quieras. — sonreí mordiendome el labio inferior.
—¿Siempre sos así?. — pregunté.
—¿Así cómo?. — rió.
—Lindo. — confesé, vi que se puso colorado y reí.
—¿Pensas que soy lindo?. —
—Si, la verdad que si. — el sonrió.
—Vos también sos linda Azu, sos hermosa. — dijo y estaciono el auto al frente de mi departamento.
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manija con ésta fic, mal.
