Azu
Pasó un mes y todo es diferente, las cosas con papá van mejorando, dejé de meterme en bardos y garché unas 8 veces con Mauro ahre.
Igual nada importante, el está con la garrapata y está conmigo cuando yo quiero que así sea, por que si voy a ser la segunda al menos tengo que tener un poco de dignidad.
—Reina te buscan. — me informó Tomás sacandome de mis pensamientos.
—Gracias bebito. — sonreí y vi cómo Mauro rodaba los ojos jajaja, gil.
Abrí la puerta y me encontré al loco que una loca le manda videos al snap mientras se toca ahre, estaba Khea, ¿que carajos?
—¿Hola?. — saludé.
—Hola. — se acercó y dejó un beso en mi mejilla. — Vos debes ser Azul. — asentí. — Neo me mandó a buscarte. —
Que hijo de puta ¿podría haberme dicho al menos?
—Eeeh si dale, voy a buscar el celular, pasa. — el entró y yo subí corriendo a buscar mi celular y le escribí a Neo.
Te voy a matar Sebastian, la concha de tu hermana.
El sólo me mando emojis riendo, sorete.
—¿Vamos?. — pregunté bajando las escaleras.
Mauro estaba hablando con Khea, cuando me vió puso cara de orto, chupame la cajeta.
Nos despedimos y salimos para el estudio dónde estaba mi primo, no se para que mierda me llamaba.
Duki
—¿Por qué mierda se fue con el pendejo?. — pregunté enojado.
—Porque Neo lo mando, gordo. —soltó Alejo.
—Aparte ¿a vos que te importa? No te metas gordo. — acotó Tomás, suspiré.
—¿Y ése suspiro? ¿Te gusta?. — preguntó Luchito, lo miré, agaché la cabeza y los pibes se empezaron a cagar de risa.
—Sos tan obvio wanakin. — rió Alejo, negué sonriendo.
—Ya fue amigo, decile que te gusta, da el primer paso. — sugirió Tomás, yo me hice el pelotudo.
—¿O primero diste el último paso? ¿GORDO YA GARCHARON?. — preguntó Lucho.
—Cállate idiota. —susurré. — Posiblemente. — sonreí.
—Que garca de mierda amigo, gracias por contar. — Alejo se hizo el ofendido.
—Un caballero nunca cuenta lo que hace con su dama. — reímos.
Me puse a ver la historia que había echo y después empecé a ver las historias de los otros.ecko.yg
—Mira con quién está Azul. — le mostré el celular a Alejo.—Noooo amigo, esa traición. — se puso la mano en el pecho.
—Que ganas de matarlo loco, siempre se tiene que meter en todo el pelotudo éste. — dije sacado.
—Calmate gordo, sabes que no es una chica fácil de convencer. —
—Si lo se, pero él es un pelotudo. — bufé.
Azu
—Hace banda te quiero conocer. — dijo Ecko sonriendo.
—¿A si?. — mordí mi labio inferior.
—Si, posta. — sonrió.
¿Podes dejar de sonreír por favor? gracias.
—Pensé que eras diferente. — confesé.
—¿Te decepcione?. — hizo una mueca, negué al instante.
—Me sorprendiste. Pensé que eras un agrandado, chamuyero, gato, idiota y creído. — sonreí.
—Auch. — reímos. — Por suerte ya confirmaste que no soy un agrandado, chamuyero, gato y todo eso. — reí.
—Azuuuu, vamos primita. — gritó Neo.
—Voooooy. — contesté de la misma forma.
—Espero que nos volvamos a ver, Azu. — sonrió sin mostrar los dientes.
—Ojala que si. —
Cuando me acerqué para saludarlo el corrió un poco la cara y terminé dándole un beso en la comisura de los labios.
Me separé y negué sonriendo.
—Andá antes de que te chape. — pasó una mano por su pelo.
—Ami no me amenaza nadie, chiquito. — me acerqué y me puse lo más cerca posible de él.
—Después no digas que no te avise. — soltó para unir nuestro labios, esos labios carnosos que había mirado disimuladamente toda la tarde.
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Hola amiguis, adiós amiguis