Capítulo 10 Maratón 1/3

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Mi vestido rozaba el suelo, me había colocado maquillaje y me hice un moño. 

Todas las chicas estaban corriendo de un lado a otro arreglándose, luego de cinco minutos golpearon la puerta.

-Listas?- Dijo Ariana colocándose un labial rojo.

-Todas listas. -Dijo Wanda.

La puerta se abrió y salimos hacia el pasillo. Todos nuestros cuidadores estaban en el pasillo con trajes, alrededor de ellos como siempre los demás guardias. Fuimos avanzando en una fila y nos colocamos al lado de nuestros cuidadores.

Tomé la mano de Lucas, el sonrió al verme.

-Estas hermosa.

-Gracias, te queda bien el traje.

El asintió.

-Que te ocurrió en la cena?-Su expresión se volvio seria.

-Nada...

-Tienes que comer Sara.

-Ya lo sé, luego comeremos.

Sonrío.

Comenzamos a caminar, todas las chicas caminaban tomadas del brazo de su cuidador.

-Estará el idiota...-Lucas me lanzo una mirada asesina.

-No creo que ocurra nada.

-Ocurrirá Sara. El te quiere comprar.

Me tensione.

-Cross no dejara que te toque hasta tener el dinero, tenemos tiempo.

-Tenemos?

-No estamos juntos en esto?

-Esto?

-Sara, luego hablaremos seriamente.

Eso no me gusta. Hablar con personas seriamente no es tan peligroso como hablar con Lucas. Hablar con Lucas significa estar expuesta a un gran peligro de decir algo malo y que te golpee.

Seguimos caminando y subimos unas escaleras, habían muchas ventanas enormes que podía apreciar entre los guardias. Dos puertas blancas se abrieron y dejaron a la vista una habitación enorme, tenia sofás, luces de colores, música elegante y habían hombres sirviendo bebida en finas copas.

Muchos hombres con trajes que estaban dispersados por la habitación se acercaron a nosotros. 

-Chicos, ya pueden dejar a nuestras princesas. -Dijo Cross con una copa en su mano.

-Te estaré vigilando. -Dijo Lucas alejándose.

Me adentre en la habitación y comencé a observar a todos los hombres que habían allí. Todos eran jóvenes menos dos hombres que eran de mayor edad. 

-La sonrisa señorita.

Cross se acerco a mi y me sonrío ampliamente. Una sonrisa falsa se asomo en mi rostro.

-Podrías vivir feliz con Martín, no tendrías mas reglas, solo tu y el.

-Gracias por la oferta pero no.

-Yo en tu lugar tendría mejor animo con lo que sucederá en el futuro.- Dijo alejándose.

No quería terminar con un hombre que no amo, ni menos casada con ese hombre.

-Hola Sara.

Si, sus ojos grises se posaron en mi.

-Hola.

-Como estas?

-Eso se le pregunta a una víctima de secuestro?

-Claro.

Me senté en un sofá y el se sentó a mi lado.

-Quieres algo de tomar?-Dijo mirándome fijamente.

-No, gracias.

-No tienes que ser cortante conmigo...podría servirte de algo.

-Me sacaras de aquí?-Dije con entusiasmo.

-Puede ser.

-No me sirve un "puede ser"

-Mi única oferta.- Dijo sonriendo.

-La rechazo.

-Era una oferta muy buena.

-Era.

Desvié mi mirada a Lucas y estaba mirándome fijamente, sus puños estaban cerrados y su mandíbula estaba tensionada.

-Te compraré Sara.

-No lo hagas. -Dije mirándolo.

-Sabes que eres la mas cara de todas las princesas?

-Que?

-Entre todas las princesas, eres la mas cara y la mas buscada.

Silencio.

-Además de ser bonita y de tener carácter.

-Oh gracias.

-Tengo el dinero necesario para tenerte.-Dijo sonriendo arrogante.

-Nunca me tendrás con dinero.

-Todos tiene su precio.

-Yo no me incluyo.

-Vamos a bailar?-Dijo levantándose.

-No quiero caer de nuevo, gracias.- Dije apoyando mi rostro sobre mi mano.

-Vamos, ya me enteré que estas bien.- Sonrío.

Me tomo de los brazos y me hizo levantarme.

-Cuidado, me harás daño.

Mire a Lucas y no estaba mirándome, tenia su vista en Tara y un hombre mayor.

Tome la mano de Martín y los dos fuimos al centro de la habitación.

-Cambiaste de opinión princesa?

-Tal vez me servirás de algo. -Dije sonriendo.

Coloco sus manos en mi cintura y yo coloque mis manos en sus hombros, apoyo su cabeza en mi hombro y yo en el suyo. 

-Allí afuera, tu padre esta buscando hasta debajo de la tierra. -Susurro.

-Donde estamos?

-No puedo decirte eso.

Luego de seguir bailando unos minutos mas, Wanda se acerco a nosotros.

-Perdonen, señor Carwok podría bailar con usted? 

Me separé de el y me volví a sentar antes de decirle a Wanda "Gracias".

Corre princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora