Capítulo 1. Comienzos difíciles.

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Es una mañana bastante cálida para ser principios de primavera. Isabelle duerme plácida y profundamente, antes de que suene su móvil anunciando que ya es momento de levantarse. Es lunes, pero para Isabelle no es un lunes aburrido y normal: hoy es el día en que empieza en un nuevo instituto.
Esos nervios por el cambio hacen que se levante más rápidamente y decida ser más meticulosa de lo normal. Revisa mil veces lo que va a llevar puesto ese día y dedica más tiempo a su "ligero" maquillaje y a su peinado. Una vez que se ve lista, baja a desayunar mientras le da mil vueltas a su cabeza. No puede evitar pensar en sus amigos, su viejo instituto y sus profesores, el gran cambio que va a suceder a mitad de curso...
Una vez termina, coge su mochila y monta en el coche de su padre. Una cosa buena es que, por ser su primer día, la va a llevar alguien cómodamente. Según transcurre el viaje de menos de 10 minutos, sigue pensando y pensando, y ahora se replantea por enésima vez porque tiene que hacer todo eso ahora, porque tiene que dejarlo todo a un lado tan de repente, si merece la pena.
Cuando su padre para el coche, Isabelle sale de sus pensamientos y le mira a los ojos, que quieren transmitirle alegría y ánimo.
  - Tranquila, todo va a salir bien. -le dice su padre cariñosamente.
  - Ya -contesta ella, no muy convencida-, solo es que es un cambio algo... inesperado.
  - Lo sé, pero tu piensa que lo haces por ayudar a alguien que lo necesita.

El padre de Isabelle trabaja de policía junto con el padre de otro chico, que se llama Alex Standall. Alex asiste al instituto Liberty, donde por desgracia, una chica llamada Hannah Backer se suicido hace unos meses. Por lo visto, Alex (que fue en su momento amigo de Hannah) se vio muy presionado y se culpabilizó hasta tal punto que él también intentó quitarse la vida. Para mayor suerte, ese intento no tuvo éxito, y Alex ha vuelto al instituto hace un par de días. Fue idea de sus padres y los de Alex que Isabelle cambiara de instituto, ya que el chico y ella son bastante amigos y según ellos, ella puede "ayudarle y animarle".

  - No me creo que Alex no tenga amigos aquí. - replica Isabelle elevando una ceja.
  - Claro que tiene, pero ya sabes lo que dijeron sus padres: vosotros siempre os habéis llevado muy bien, y en esta recuperación necesita todo el apoyo posible. Y con todo esto del juicio por la chica aquella...
  - Hannah - contesta Isabelle, que no soporta cuando no llaman a una persona por su nombre, y menos en un contexto como ese.
  - Si, perdón, Hannah - rectifica su padre- . Como decía, si tiene contacto con alguien que no tenga nada que ver con todo eso, será mucho mejor para el psicológicamente. Y además, mi trabajo pilla mucho más cerca desde la nueva casa- bromea.
  - Claro, ventajas para todos... - <<menos para mi..>> piensa ella.

Su padre parece leer su pensamiento, porque coge su mano y vuelve a sonreír.

- Sé que estás haciendo un gran sacrificio por todos, y te lo agradecemos; yo, tu madre, Alex, sus padres... y sé que te irá bien. Para empezar, ya tienes un amigo sin proponértelo- vuelve a reír su padre.
  - Vaya, ¡ que suerte !- ríe la chica. Mira hacia la puerta y ve que cada vez entran más alumnos por la puerta. - Debería entrar, no quiero llegar tarde.

Isabelle baja del coche no sin antes darle un gran abrazo a su padre.

- Que vaya bien- le desea él. Arranca tras sonreír una última vez y pone rumbo a su trabajo.

<<Si, que vaya bien>> repite para ella misma antes de entrar.

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