Oscuro [Meanie][m-preg]

Capítulo 20 (parte 3)

Cincuenta

Una hija. Mingyu tuvo una hija.

Ella era tan pequeña y frágil, cubierta de viscosidad que hizo hacer una mueca a Vernon, ella con los ojos cerrados y una cabecita. Dios, ella era un ser humano, una personita chiquita que crecería en un futuro, ella respiraba, ella estaba ahí, sobre los brazos de un oscuro, con toda naturalidad. Ella era su hija.

No, Wonwoo pudo mentirle. Entonces, si lo hizo ¿Cómo es que la niña era un humano? Los ojos ámbar dan humanos, eso lo sabe a la perfección, es por eso que Vernon puede soportar la luz. Sin embargo, esto es diferente, no hay comparación, el bebé es un humano por completo.

¿Por qué sus manos tiemblan tanto? Los ojos rosas se posan sobre él, clavándose con amabilidad mientras acerca a la niña, y Mingyu se aleja en reacción, rechazándola de algún modo. El oscuro le sonríe, impulsando los brazos hasta que el pequeño ser viviente llega hasta el pecho de Mingyu.

—Ella es tuya ¿no es asi?— Pregunta el oscuro con voz hecha un hilo. —No puede ser mía, yo no podría escapar en mi condición... Y no puede ser de Wonwoo.

Mingyu aparta la mirada, encontrando a Wonwoo semi inconciente, murmurando al viento. Se aparta de los ojos rosas, intentando no ver a la pequeña, con miedo de reconocerla como suya, con miedo de saber que existe completamente. Acaricia la mejilla de Wonwoo cuando llega hasta su rostro, quitando el sudor con el dorso de la mano y apartando su cabello, viendo sus preciosos ojos ámbar brillar.

Incluso ahí seguía temblando.

—Es un humano— murmura Wonwoo, tan bajo que solo puede escucharlo Mingyu. —¿verdad?

Mingyu asiente, incapaz de hablar, siendo espectador del amargo llanto que Wonwoo trata de acallar, cerrando los ojos y dejando que lagrimas corran por sus mejillas. Mingyu las limpia, aun sabiendo que vendrán más, su pecho tan apretado de ver al oscuro de esa manera.

—Es una niña— Se atreve a decir, escuchando como el oscuro de ojos rosas hablaba con Vernon. —... A Vernon le parecen irritantes.

Wonwoo sonríe, solo un poco, contagiando a Mingyu en el acto.

—¿Ella está bien? — Mingyu vuelve a asentir. —Quiero verla...

El de ojos rosas se acerca sin necesidad de ser llamado, acomodando a la niña en el pecho de Wonwoo, sosteniéndola por un momento para despues mirar a Mingyu y soltarla, esperando a que él le de el soporte necesario, Sin embargo Mingyu no lo hace. No a tiempo.

Los ojos rosas adquieren otro matiz, que le advierte a Mingyu que debe alejarse.

—Este incompetente no puede ser el padre.— Dice el oscuro a Wonwoo, sosteniendo a la bebé. —Él no la cuidara, no la quiere.

Un hueco se abre sobre su pecho, profundizando ante las palabras.

—Yo...— Titubea, observando como Wonwoo alzaba su brazo hasta poder abrazar al pequeño humano con cariño, dejando un suave beso sobre su frente.

—Mingyu puede cuidarla...— murmura Wonwoo con los ojos cerrados, acurrucando a la niña. —Nadie más puede hacerlo... si te escapas ahora Seungcheol te buscara, y si la ve...

—Lo se, pero dejarla con este humano también es un riesgo, él no ha querido ni verla.

Wonwoo abre los ojos, clavándolos en Mingyu quien de inmediato se congela ante él, incomodo por la situación.

—El único amor verdadero... que ella recibirá.

El único amor verdadero que un ser humano y un Oscuro comparten. Él no podía solo decir que no y fingir que no existe. Eso es lo que hizo su propio padre hace tiempo, su padre huyó ¿él haría lo mismo? ¿dejaría a la pequeña a su suerte? No era un héroe, ni alguien bueno, Mingyu solo era... Mingyu, no era un padre ejemplar, ni un humano muy valiente ¿Qué hacer?