Capitulo - 30

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Eeeeehhhhh vuelto mis amores, estuve perdida por que  estuve editando muchos capítulos para tenerlos listos para ustedes !

Y sin mas que decir disfruten su lectura .





Jin estaba estacionado fuera de los edificios donde el omega vivía. Era tarde, al menos las once de la noche, esperando una señal de Min Ho. Sabía que el pequeño estaba trabajando, muchas veces lo había ido a recoger al trabajo para ir al departamento del omega y tener sexo. Aunque ahora esa no era la situación.

Luego de la noticia, no había podido dejar de pensar en lo que el omega le dijo. Había metido la pata, él no quería un hijo, pero sabía perfectamente que tenía toda la culpa, nunca había aceptado hacerlo con Min Ho usando protección. No sabe la razón exacta, pues con otros omegas, o incluso alfas, sí lo hacía. Quizás porque sabía que Min Ho sí lo quería, no buscaba sexo como los demás hombres que había conocido. Pero tampoco se negaba a las peticiones de Jin.

Distinguió el cuerpo del omega entrando en el edificio. Salió del auto y caminó, siguiéndolo, no importaba que Min Ho se adelantara, él sabía el camino hasta el departamento correcto. Jin traía puesta una camisa casual, pantaloneta y unas tenis. Lucía como si no fuera un empresario.

Caminó detrás del cuerpo del omega, lo vio cerrando la puerta de su vivienda y se apresuró a llegar a la puerta. Unos segundos más tarde, estaba frente al departamento 200, suspiró y alzó la mano para tocar la madera.

Antes de que sus nudillos chocaran e hicieran el sordo ruido, escuchó algo. Se acercó más, casi pegando su oreja a la puerta. Pudo escuchar más claro.

Era un sollozo. Min Ho estaba llorando.

Su instinto alfa se removió en disgusto pero su parte humana sólo se quedó quieta, escuchando los pequeños sollozos que provenían desde el interior.

Mordió su mejilla y miró la entrada, como si no supiera qué hacer. Como si esa madera bien pulida le fuera a hablar. No lo pensó dos veces y tocó provocando un sonido fuerte. A los segundos se abrió, revelando la figura de un omega, Jin vio los ojos de Min Ho, estaban hinchados y al encontrarse con él, se volvieron a aguar.

—¿J-Jin? —dijo sin poder creer que estaba viendo al alfa.

—Min Ho. —contestó el castaño.

—¿V-Vienes a hacerme d-daño? —preguntó con temor en la mirada. Sí, había llegado a ese punto, amaba a Jin, pero ahora al verlo su cuerpo no hacía nada más que temblar.

Entonces el alfa se enfocó en el ojo del pequeño. Se veía muy mal, morado verdoso. Sintió algo raro en su interior, culpa lo llamarían las personas normales.

—Ehh, no... yo...—no podía apartar la mirada de la gran mancha. —Venía a hablar contigo.

—P-Pasa. —dijo el omega, claramente nervioso, dudando de sus propias palabras.

El alfa le hizo caso, entró en la vivienda y caminó hasta el sofá. Min Ho llegó un poco después, sentándose frente a él en otro sillón.

—L-Lo siento... no tengo refrescos, me pagan hasta el sábado. —habló tímido el omega. —¿Q-Quieres... agua?

—Sí, no estaría mal. —dijo Jin.

El menor se levantó y se fue a la cocina, pronto regresó con el vaso lleno del líquido. Lo puso frente a Jin y luego volvió a su lugar. El ambiente estaba incómodo. Min Ho no decía nada, ni siquiera se atrevía a ver al alfa, tenía miedo de lo que el castaño le fuera a decir, no saber el porqué de su presencia lo ponía demasiado nervioso.

—¿Por qué estabas llorando? —dijo Jin, bebiendo un poco del agua.

Min Ho sintió su pecho encogerse. El alfa lo había escuchado, la vergüenza llegó a sus mejillas. Su vida era una mierda, sus trabajos daban mala pagas, pronto tenía que pagar el alquiler y porque estaba esperando un hijo, por eso es que estaba llorando, pero nunca lo diría en voz alta.

—Problemas. —se limitó a decir, su voz apagada.

—Mmm. —contestó el alfa. Nadie dijo nada en el próximo minuto. —Escucha. —murmuró Jin llamando la atención de Min Ho.

El omega lo miró a los ojos, esperando a que continuara.

—Vas a tenerlo. —dijo el alfa.

—¿Q-Qué? —dijo confundido el menor.

—Que vas a tenerlo, a nuestro hijo, voy a ayudarte con lo que necesites y estaré a tu lado a partir de ahora. —las palabras de Jin dejaron en shock al omega.

Los ojos de Min Ho se cristalizaron. Sí, por favor... rogaba su omega, eso era lo que necesitaba, a su alfa con él, cerca. Se cubrió los ojos y dejó que las lágrimas salieran como ríos de sus ojos. Agradecía al cielo por haberlo escuchado, iba a tener a Jin con él, eso era lo único que pedía el omega. El alfa lo miraba sollozar, no se sentía en confianza para ir a abrazarlo y consolarlo. El omega estaba con sus codos sobre sus rodillas, cubriéndose el rostro sin dejar de llorar.

—Pero. —habló el alfa nuevamente. —Dejemos las cosas claras.

El pelirrojo lo miró a los ojos, lágrimas rebeldes escapándose y rodando en sus mejillas.

—Que esté contigo no significa que te ame. —dijo serio. —Sabes a quién le pertenece mi corazón. Y no dejaremos de tener sexo.

Asintió sin siquiera importarle las condiciones. Tener a Jin acompañándolo en su embarazo ya era un sueño cumplido. Continuó llorando, luego sintió una mano acariciarle el cabello, el instinto alfa de Jin lo obligó a acercarse a él. Con timidez, el omega tomó la camisa del castaño y lo atrajo a su cuerpo para abrazarlo. Los brazos de Min Ho encontraron la cintura del mayor apoderándose de ella. Jin continuaba acariciando ese cabello negro, el alfa lo tomó entre sus brazos y caminó hasta la habitación.

El omega lloraba mientras que el alfa lo penetraba lento. Jin abrazaba el cuerpo del chico que estaba recibiendo su pene. Las lágrimas de Min Ho era de felicidad, sus feromonas llenaban el aire. El mayor solo se dedicaba a aspirar el aroma y moverse con embestidas lentas y profundas, haciendo a su alfa interior feliz. Nunca lo admitiría en voz alta, pero Min Ho lo calmaba, lo relajaba de una manera que ni él mismo se creía.

No saben cuánto duraron, entre lágrimas, gemidos, besos lentos y cariñosos hasta que llegaron al orgasmo. No fue la última vez, Jin lo reclamó casi toda la madrugada, valiéndole mierda que ambos tenían que trabajar.

—Regresarás a la empresa...—articuló el alfa contra los labios del omega. Corriéndose por tercera vez.

El omega sólo se dejaba hacer lo que el castaño quisiera, asintiendo a todo lo que salía de su boca, besando los labios que tanto amaba, abrazando la espalda del alfa mientras que lo llenaba, porque eso era, Min Ho sentía que Jin lo complementaba, de una u otra forma.

Cayeron dormidos, el alfa sobre el cuerpo del omega, abrazados y totalmente cansados. Pronto sería un nuevo día. Y quizás un nuevo comienzo para Min Ho, junto al lado de su alfa.



Mis amores hermosos volví en próximo capitulo tendremos dedicatorias no se me asusten, se los prometí y lo voy a cumplir.

Quiero saber si alguna de ustedes quiere participar de un grupo de WhatsApp dedicado a Jikook ?? 

Para subir el enlace en el capitulo de mañana.

Por cierto prepárense para lo se viene !!!

Besos, abrazos y coman mucho pastel de chocolate.

Bye. 

Don't You Hurt Me Jikook (Adap)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora