Capitulo - 21

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dedicado a : fujoshiandasuelta





Al final del día, Suga llegó a su casa para encontrarse con un su madre y su amigo comiendo tarta de manzana. Sonrió al verlos y dejó su maleta de trabajo en el sofá.

—¡Suga! ¡Aprendí a hacer tarta de manzana! —exclamó el castaño con felicidad. El omega le revolvió el cabello, notando que ya no estaba tan triste como en la tarde.

Aunque su labio se veía un poco morado...

—Eso es genial pequeño. —sonrió.

El omega asintió y siguió comiendo de su tarta. Suga miró a su madre. Ésta le hizo una señal a su hijo para que lo acompañara a la cocina con la excusa de que iba a servirle tarta. Jungkook siguió comiendo contento mientras veía caricaturas. Gravity Falls, oh Dios, como lo amaba.

El omega entró a la cocina, efectivamente su madre le sirvió del postre en un plato.

—¿Acaso Jungkook ya te dijo que se va a ir a vivir con su alfa? —preguntó la mayor pasándole el plato.

—Sí. —dijo Suga. —Me lo dijo antes en la oficina.

—¿Y estás de acuerdo? —preguntó mirándolo.

—La verdad es que ya lo estaba viendo como mi hermano menor...—dijo con tristeza. —Pero sabes que... cuando tiene un alfa es otra cosa.

—Lo sé, yo también me había acostumbrado a verlo. —dijo la omega. —Pero no podemos hacer nada, él ya tiene dueño.

—Lo bueno es que podemos seguir viéndolo.

—Sí, no hay que dramatizar mucho. —sonrió Suga. —Es el omega de mi jefe, y sé que nos visitará mucho.

Luego se fueron a la sala, Jungkook los miró con una sonrisa.

—¿Jungkook? —dijo la adulta, el chico los miró. —Te queremos.

El corazón del omega se encogió, sonrió sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas. Él también los quería. Lo habían salvado de poder morir en las calles. Les debía mucho.

—Yo más a ustedes. —dijo con los orbes completamente como ríos. Ambos omegas se acercaron para abrazarlo. —Pero todavía no sé cuándo me iré.

Ellos solo asintieron. Luego el sonido de la puerta llamó la atención de todos. Suga se levantó y fue a abrirla.

Un alfa estaba en ahí, de pie, mirando al pelirosa. Tragó saliva sonoramente sin saber qué decir.

Jimin había llegado.

Y no sabía si Jungkook quería verlo en estos momentos, aunque no tenía mucha opción, podía mandarlo con el simple hecho de que era su omega.

—Señor Park...—dijo nervioso viendo instintivamente hacia donde estaba Jungkook.

—Eh... sí. —dijo obvio. —¿Y Jungkook?

—Señor... por favor... Jungkook está...

—En el sillón. —gruñó mirándolo enojado. —Tráelo.

—Pero...

—Mira te la pongo así. —dijo Jimin. —O me traes a mi omega, o mañana no espero verte en la empresa. ¿Te crees mucho por ser mi asistente, omega? —dijo enojado.

Suga bajó la mirada antes de darse la vuelta y buscar a Jungkook.

—Jungkook...—lo llamó. —Jimin está aquí...

El menor lo miró preocupado. Suga sintió su corazón estrujarse.

—¿Q-Qué... qué hace aquí? —dijo nervioso, pero más que todo su voz delataba que estaba dolido.

Suga miró a su madre con los ojos bien abiertos.

—¿No se lo dijiste? —preguntó incrédulo.

—Lo olvidé...—dijo la mayor. Suga rodó los ojos y luego miró a Jungkook mordiéndose el labio.

—Jimin viene por ti hoy. —murmuró. —Tienes que ir con él...

—Pero no quiero verlo. —se quejó.

—Jungkook por favor...—dijo el omega. —Sino Jimin vendrá por ti, no quiero que te vaya mal pequeño.

El castaño suspiro y asintió, se colocó los zapatos y se dirigió a la puerta. Cuando llegó a ésta, sólo miró los zapatos de Jimin, no quería alzar la mirada hacia su alfa. El mayor no dijo nada y lo tomó de la mano para guiarlo a su auto. Una vez que el alfa entró, arrancó el vehículo bajo la mirada preocupada de Suga y la de su madre, que no tenía ninguna expresión.

El camino era silencioso. Ninguno de los dos varones hablaba, Jungkook aspiró el aire disimuladamente para poder sentir el olor que emanada el alfa.

Nervios, el alfa estaba nervioso.

No pudo evitar sorprenderse. ¿De qué estaba nervioso Jimin? Quería saberlo, pero también quería que el alfa se disculpara por lo de la mañana. Su instinto omega estaba enojado, sentir al alfa cerca le dolía pero al mismo tiempo le daba felicidad, se odiaba por eso. A pesar de todo, él no podía odiarlo.

Los nervios del omega aumentaron cuando el alfa detuvo el auto en una calle oscura. Jungkook lo miró, el mayor estaba apretando su puño que tenía al volante, los nudillos blancos y la vista hacia la ventana, mirando hacia afuera.

El ambiente era incómodo porque ninguno hablaba.

—Dime la regla que quebraste hoy. —la voz de Jimin había sonado tan dura que el omega quiso salir corriendo del auto.

—No me alejé... cuando estabas enojado. —murmuró bajando sus orbes.

—Entonces asume la responsabilidad. —dijo tosco. —Pero también debo asumir la mía, no debí de haberte golpeado.

Cuando sus ojos se conectaron, ambos pudieron ver cuan dolidos estaban. Los mieles se fusionaban con los azules. La mirada del alfa delataba arrepentimiento, mientras que Jungkook, más allá de resentimiento, mostraba sorpresa.

—Lo siento, amor. —dijo Jimin.

Y el omega no pudo soportarlo cuando vio los ojos de su alfa llorosos. Se lanzó a sus labios y lo rodeó en un abrazo.

—No llores alfa...—dijo acariciándole la mejilla. —Yo estoy bien, pero no llores. —pidió.

Y sus bocas se volvieron a fundir en un lindo beso.







Hola, mis hermosuritas como están ¿? 

Espero bien, no tenia planeado actualizar hasta la otra semana pero bueno alguien insistió mucho así que bueno aqui tiene espero que hayan podido reproducir la canción mientras leían estos 4 capítulos .

Besos, abrazos los reamo y que coman mucha pero mucha comida chatarra .  

Bye.

Don't You Hurt Me Jikook (Adap)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora