Jungkook miraba el teléfono sobre sus manos sin poder creerlo. Nunca, pero nunca en su vida había tocado un teléfono. No lo hizo cuando era joven, menos cuando era mayor. Jimin lo mantenía abrazado con sus largos brazos por la cintura, viendo la reacción de su omega. Quería saber que pensaba, aunque no hacía falta preguntar, la expresión de Jungkook decía mucho.
—Alfa...—dijo en un susurro. Luego miró al mayor alzando una ceja. —¿Cómo se usa esto?
Jimin dejó salir una risita que avergonzó al omega.
—Mira, lo prendes aquí. —los dedos del alfa llegaron a un botón, lo mantuvo apretado unos momentos y la pantalla alumbró con el símbolo de IPhone. —Luego esperas a que se prenda y empiezas a descargas las aplicaciones que quieras.
Jungkook asintió al mismo tiempo que buscaba los labios de su alfa.
—¿Te gusta? —dijo el rubio con una sonrisa.
—Sí, muchas gracias. —dijo el castaño volviendo a unir sus labios.
Duraron bastante besándose. El omega se acomodó a horcajadas en las piernas de su alfa y el mayor subió sus manos a la cintura del pequeño.
—Quisiera hablar contigo...—susurró contra su boca.
Sí. El omega interior de Jungkook se removió en disgusto, no quería llegar a esa conversación, él sabía perfectamente a lo que se refería, pero el miedo estaba de por medio. A ver, comparen la vida de ellos dos, un alfa millonario, dueño de una empresa y sin nada que le falte en la vida, podía hacer y deshacer lo que quisiera, era famoso, casi toda la cuidad lo conocía, al menos en el mundo de los negocios. ¿Y Jungkook? Un omega abandonado por su familia a los quince años, sin nada qué ofrecer más que amabilidad, sin nada en el mundo, un castaño venido de la calle donde rodó por tres años. Su vida no valía nada y eso lo sabía muy bien.
Pero... el caso era que el alfa quería saber todo acerca de él. Jungkook sentía el momento donde la paciencia del rubio se acababa y terminaba obligándolo a soltar todo. Y amaba el hecho de saber que Jimin era paciente con él, porque sólo con él lo era. Sin embargo, también sabía que ya había roto varias reglas y eso tarde o temprano lo tendría que pagar.
Él sólo quería seguir sintiendo el amor que le brindaba el alfa. Quería que sus brazos lo abrazaran aun sabiendo que no valía nada. Quería que sus labios lo besaran sin importar que venía de la calle. Simplemente quería seguir sintiéndose querido a pesar de lo que era y de donde provenía. Toda su vida lo único que había experimentado era odio y rechazo, no quería volver a sentir lo mismo, menos del hombre al que amaba.
Y no sabía qué hacer, estaba entre la espada y la pared. Necesitaba ayuda, no quería aceptar el hecho de que tarde o temprano esto pasaría. Pero le era imposible alejarse de los labios del alfa, no quería dejar de besarlo. Al menos si Jimin iba a odiarlo, que estaba seguro de que así iba a ser, tenía que aprovechar la última vez que sus bocas se encontraran.
El beso estaba pasando de ser cariñoso a algo más demandante. Ambos hombres se besaban con necesidad, al menos Jungkook lo besaba como si no quisiera alejarse, su omega no quería dejar al alfa, y Jimin no era nadie para negarle sus besos.
Sin embargo, unos golpecitos en la puerta hicieron que se separaran. Jungkook escondió su rostro en el hueco del cuello del alfa al escuchar como la puerta de vidrio se abría y unos tacones sonaban en su dirección.
El alfa nunca abandonó el abrazo que tenía sobre el cuerpo de su chico.
—Dime Yon. —dijo mirando la beta.
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Don't You Hurt Me Jikook (Adap)
FanfictionJimin es un alfa cruel . Jungkook es un omega sumiso . Ambos tienen problemas , aunque muy diferentes , problemas que harán que se encuentren . OMEGAVERSE . Pareja principal Jimin/Junkook. Adaptación de Don't You Hurt Me (Ziall) Todos los crédito...