Kyuhyun
Las ilusiones que yo tenía cuando entré fueron inmensas y todas se me fueron con un pedazo de pastel.
Un pastel, ni siquiera me gusta el pastel, lo comía porque Min me lo recomendaba justo como el que me recomendó ahora, pero este que estoy comiendo no me sabe bien...
Lo hizo Sungmin, pero el sólo hecho que simbolice nuestra ruptura no me es grato comerlo, cada bocado que llevo a mi boca el dulce se transforma en amargo y no puedo evitar sentir a cada cucharada que cuando se termine el veneno que estoy comiendo... porque de la manera que me lo dio para mí es un veneno que cuando se termine en vez de perforarme el estómago me perforara el corazón.
No quiero que termine... Yo no quería decir adiós quería quedarme, ansiaba que él se sentará frente a mí como lo hizo la primera vez que lo vi.
Pero él me dijo adiós y yo no estaba listo para irme necesitaba quedarme a sanar heridas que yo provoque hace muchos años y que aún no perdona.
¿Qué hago para que este amargo momento no se repita?
¿Que necesito hacer para que este pastel no me duela como lo hace?
Bajé la mirada y seguí comiendo pedazo a pedazo, queriendo sacar todas mis lágrimas y queriendo entrar por donde él se había marchado a ponerme de rodillas y decirle que no me deje.
Pero no lo podía hacer, yo había hecho todo por él, incluso dejarlo.
Vi a mi alrededor y sentí varias miradas en mí, no me sentí patético. Porque amar no hace patético, llorar por alguien que se ha marchado no te hace ridículo. Los clientes miraban, Ryeowook me miraba... Pero Sungmin no me miraba.
Y era la única mirada que quería puesta en mi y no estaba.
Estaba a una cucharada de terminar el pastel y sabía lo que significaba... todos sabían lo que significaba.
El fin.
Mi fin.
Con mucho dolor lleve a mi boca el pastel.
¿Podía llorar como un niño en estos momentos?
Porque eso quiero hacer, acaso Min no entiende que estoy sufriendo.
¡Maldita sea mi vida sin él!
Saqué de mi bolsillo una pluma y escribí sobre la servilleta las palabras que no quiso escuchar.
Y me levanté y me acerqué a la caja donde se encontraba Ryeowook.
-Sungmin dijo que no era necesario pagar él...
-No es eso, dáselo y si no lo recibe por favor te doy permiso para que se lo leas.
- Yo no...
-Gracias.
Y me fui sin querer hacerlo, pero yo no decidía si yo lo hubiese hecho, él no estaría llorando, estaría en mis brazos otorgándole todo el amor que se ha rehusado a aceptar.
Pero fue él que decidió... pero no lo culpo, me culpo a mí, a mi yo de hace diez años que por culpa de él he perdido a la persona que había elegido para que me acompañe el resto de mi vida.
5 meses el tiempo en el que viví el tiempo en el que quería permanecer.
SUNGMIN
Ya no tenía lágrimas, había llorado tanto, sentado en un saco de harina, me veía patético.
Por qué lloraba si esa decisión es mía, por qué sufría si era yo el que no lo quería en mi vida.
Porque amaba todavía al ser que me destruyó, lo amaba tanto que no sabía qué hacer con tanto amor.
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Un pastel o una vida contigo. -Kyumin
Fanfiction-Quisiera una vida contigo. -Lo siento, pero solo te puedo ofrecer un pastel.