¿Qué Torao Que?

Capítulo 6 Liberada.

¡Hola!
Aquí les traigo un nuevo capítulo de esta hermosa historia, saben originalmente no sabia si poner ZoSan y las otras parejas yaoi que shippeo o son mi OTP pero luego me dije: ¡al demonio! ¡Hay que hacerlo! Así que chicos, chicas y los que aún no se decide con ustedes el nuevo episodio.

Pd: En este capítulo casi no saldrán otros personajes al basarse solamente en lo que Law ve y pasa a su alrededor.

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Capítulo 6 Liberada.

Bien, su vida era una mierda, a esa conclusión llegue luego de mirar Dressrosa, no había otra explicación, alguien en el cielo realmente lo odiaba, solo faltaría que empiece nuevamente su envenenamiento por plomo de ámbar y seria la cereza del pastel.

En ese momento estaba sobre el lomo de un toro que era amigo o algo así de Luffy-ya, con un montón de guerreros o algo así que también querían derrotar a Doflamingo, maldito flamenco si no fuera tan bastardo no habría tantos detrás de su cabeza, sinceramente espero que muera cuando baje por tropezarse con su estúpido abrigo de plumas, aunque no disfrutaría tanto como derrotarlo o matarlo ella misma, definitivamente sería una muerte que disfrutaría.

-Luffy-ya, hay algo que debo de contarte, así que escuchame -susurra viendo como este me veía- hay alguien muy especial para mi, alguien que ame mucho y que Doflamingo asesino, el era miembro de la banda pirata de Joker, era su hermano pequeño -susurra viendo las expresiones del capitán aliado, viendo como paso de la confusión, a los celos y luego a la ira y tristeza.

-El... ¿Era muy especial para ti, Torao? -pregunto viendome a los ojos.

-Mucho, el era casi no, el fue un padre y un salvador para mi, su nombre era Rosinante, pero yo lo conocí como Corazón,  y era Cora-san, para mi, el fue muy importante y quiero vengar su muerte a cualquier costo, por eso, quiero pelear contra Doflamingo -dije con seriedad negando a que las lágrimas que querían salir de mis ojos salieran, no, ella sería fuerte como Cora-san lo fue, no dejaría que nadie volviera a morir por ella.

-¡Yosh! Entonces hay que patearle el trasero a Mingo por ese tipo Cora que es como umm Zoro, ¿Cómo se le llama al papá de tu futura reina pirata?  -pregunto a el espadachín que estaba sentado viéndolos en silencio todo el tiempo.

-Bastardo o suegro, cualquiera sirve -dijo el espadachín mientras veía el brazo de pica- hmm

-¡Bueno vengaremos a mi suegro! -dijo elevando sus brazos y no puede evitar reír, se enamoró de un loco e idiota, adiós a sus días de tranquilidad.

-Espera, si ese tipo Cora era el hermano del flamenco, y quiere que te cases con el, es algo así como que tu tío se quiere casar contigo, vaya si que eso es raro y enfermo -dijo Zoro y el rubio que iba en su caballo también asistió.

Pero no pude estar mas de acuerdo, era enfermo y asqueroso, no tenia nada en contra de la diferencia de edad, eso le daba igual pero Cora-san fue como su padre, de cierta manera ahora entendía los chistes malos sobre tíos violadores que Shachi y Penguin contaban y se reían, hice una mueca de asco de solo pensarlo.

-Lo se, creme no es necesario que lo digas o me lo recuerdes ahora Zoro-ya, y por cierto ¿El resto de sus nakamas? -pregunté al peliverde pero Luffy-ya se adelantó y me contesto.

-Sanji esta ayudando a algo de la jaula o heridos o algo así con Viola -dijo Luffy-ya y pude percibir un ligera mueca de celos por parte de Zoro-ya - Nami, Chopper estaban defendiéndose y salvando a los niños que encontraban del caos, Robin y Ussop estaban juntos con los enanitos,  Franky en la fábrica y Brook estaba con Kinemon buscando a su amigo Kanjuro y Momo estaba con Caesar en  escondidos en el Sunny, Robin los lanzó haya ambos cuando empezó la misión SOPA o algo asi, Robin dijo que primero los dejarían en el campo de girasoles o en el refugio secreto pero luego pensaron que los encontraría así que están ahí, muy seguros con alguien llamado Marco que es nakama de Ace, así que están a salvo y Sabo quien sabe donde esta tal vez peleado y usando su fruta del diablo  -dijo contando con sus dedos a sus nakamas y me pareció casi tierno negué con la cabeza, no era el momento de amor, era una batalla, una batalla que no pensaba perder.