CAPÍTULO 4.

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Michael siguió teniendo esperanza, incluso después de dos años y de ver como muchos se olvidaron de aquello, dando por muerto a Luke, pero ya no era lo mismo de antes. La pasión de Michael era la música y eso fue lo que hizo, siguió con su carrera musical, pero más discreta, no amplió los lugares de presentación, sacando solo un disco desde que Luke desapareció, y él era feliz con eso.

No estuvo solo, Jason lo apoyó en absolutamente todo, fue su amigo. Pero las cosas entre ellos se dieron con el tiempo. Jason no quería una relación con alguien que aún no superaba la perdida de la persona que más quería, pero Michael se esforzó por demostrarle lo contrario.

Aún quería a Luke de regreso, pero quizá solamente para librarse de la culpa... Al menos Michael así pensaba cada noche convenciendose de ello.

—¿Cuándo será tu última presentación?— preguntó Jason.

—Mañana, después de eso estaré libre, podemos ir a algún lugar, ¿que te parece? — Michael sonrió, Jason estaba feliz, era perfecto que sus días se iluminarán con esa sonrisa.

—Me parece muy bien, todo ha salido perfecto.

—Si, algunas cosas... Liz llamó ayer, la veré mañana por la mañana— y lo que más le agradaba a Michael de su relación con Jason era que hablar del tema de Luke no era incómodo—. Quiere hablar de algo importante, realmente no sé a qué se refería, tomó un vuelo esta mañana. Sonaba importante.

—¿Crees que tenga algo... No sé, algo clave?— Jason frunció el ceño. Michael simplemente se encogió de hombros.

—Sea lo que sea, no nos privará de nuestras vacaciones.— Michael se puso de pie para caminar hasta donde Jason estaba, lo abrazó y con eso dio finalizada la conversación.

No quería imaginarse absolutamente nada de lo que Liz podría decirle, tampoco necesitaba pensar en Luke justo en esos momentos porque realmente deseaba pasarla bien aquella noche con Jason, una noche fría de noviembre, a pocos días de su cumpleaños y quería estar relajado, alejado de casi todo.

Durmieron en aquella cama que muchas noches a Michael le pareció enorme, y que ahora tenía con quién compartirla. Los sueños malos se habían extinguido, pero la incomodidad no, parecía que gran parte de él aún estaba aferrada a recordar ciertos ojos azules.

Y por la mañana, incluso antes de que Jason despertara, se preparó para ir al encuentro con Liz. El día no se veía tan prometedor por alguna razón, y era extraño pues Florida estaba en su mayoría muy soleado, aunque el clima no era su mayor preocupación.

Cuando vio a Liz en aquella cafetería, un extraño dolor en su pecho se presentó, ella estaba vestida completamente de negro y Michael pensó lo peor.

—Michael— dijo Liz. Él se sentó frente a ella y trató de sonreír, pero los ojos rojos de aquella mujer rubia ocasionaron solamente hacer una mueca extraña—, yo, no quería decírtelo por teléfono, realmente no.

—¿Que sucede?

Liz respiró profundamente, no se permitía dejar salir las lágrimas aunque eso es lo que deseaba.

—Le daremos una ceremonia en memoria de Luke la próxima semana, quiero que sepas que no significa que me esté rindiendo, Michael, es sólo que..., que es muy...— y entonces la voz de Liz se quebró, Michael sintió la tristeza de ella, pero no podía llorar, se negaba a la idea. Esperó a que Liz recuperara la compostura—. Entendí que no debo vivir aferrada a una débil esperanza, lo amo y es por eso que se decidió esto.

Michael tuvo que analizar lo que había escuchado, necesitaba de alguna forma no enfadarse. Esa esperanza débil, como lo había llamado ella, Michael aún la tenía, pero tenía que respetar la decisión de la familia Hemmings y agradecía que se lo dijera en persona, así que lo único que pudo hacer fue darle un abrazo. Ella fue la primera que supo su idea de formar una banda, pero que no había funcionado, ella los animó a subir vídeos, ella los cuidaba cuando se dormían hasta tarde, Liz les consiguió una pequeña presentación y Michael la veía como una segunda madre, asi que no hubieron palabras de consuelo o de reproche, tan sólo un abrazo. Un abrazo como se lo había dado a Luke la última vez que lo vio.

Youngblood «Muke»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora