Youngblood «Muke»

CAPÍTULO 8.

Luke tomó un taxi de regreso a la casa que compartía con Calum, Michael supo que se encontraba en esa calle específicamente porque Molly le había mandado la dirección, Luke se enteró de eso debido a que casualmente revisó un poco el teléfono del mayor. Pero su curiosidad fue mucho más grande, así que ahora sabía gran parte de la vida de Michael, como su relación con Jason y las pocas presentaciones, incluso supo del homenaje que su familia haría en unos días.

Luke imaginó que el dolor se iría en algún momento entre la salida de la clínica a su casa, pero se equivocó. El dolor seguía, sigiloso e insistente, presionando dentro de él, tratando de salir. La parte difícil de la mentira era mirar a los ojos y decir algo que sonara terriblemente creíble, Luke había superado esa parte cuando se encontró a Michel por la tarde y lo volvió a superar una vez que él despertó, claro que no se imaginaba que todo saldría casi a la perfección, parte de él necesitaba que Michael se diera cuenta de su mentira, pero no había sucedido eso. Dos largos años habían sido útiles para olvidar cualquier rastro de reconocimiento por parte de Michael hacia Luke.

Al menos eso le daba un poco de alivio, sería más fácil de esa manera.

—Hemos llegado, son $15— el señor chófer (como lo llamaba mentalmente Luke) dijo.

—Oh, si, gracias— contestó sacando el dinero de su billetera y bajando del vehículo. No caminó en dirección a su casa, tan solo se quedó ahí de pie, recordó que Michael había estado a cuatro casa de la de él, tocando en una casa equivocada. Sonrió por lo torpe que era Michael en situaciones emocionantes. Aunque rápidamente se reprendió de aquello, si iba a fingir que no recordaba nada, tenía que empezar a olvidar de verdad todo.

Finalmente caminó hasta estar frente a la puerta, sacó el juego de llaves y entró, claro que no esperaba un golpe de inmediato.

—¿Por qué fue eso?— se quejó sobando su brazo.

—¡¿Por qué?! ¡¿Aún preguntas por qué?!— fue el grito de Calum, Luke rodó los ojos y se dirigió a la cocina a paso lento, ignorando la mala mirada de su amigo.

—A veces suenas como mi madre— murmuró tan bajo que afortunadamente Calum no lo escuchó.

—¿En donde estabas? Porque hace poco llevaron a un tipo al hospital por un golpe en la cabeza— explicó bajando su tono acusador, Luke alzó ambas cejas mientras mordía una manzana—. Saliste de la tienda muy enfadado, sí, idiota, me preocupé.

— Vengo del hospital y no, no fui yo el herido— volvió a rodar los ojos—, llevé a ese tipo.

—¿Desde cuándo tan servicial?

Luke se alzó de hombros, terminó de masticar el reciente bocado y dejó la manzana en la mesa.

—Holly avisó a Michael que yo estaba aquí — dijo y Calum frunció el ceño.

— Su nombre es Molly, no Holly, ¿cómo sabes?

—Porque el tipo al que llevé al hospital era Michael, estaba afuera de la casa de la señora Charlotte y Miles le lanzó el balón golpeando su espalda, cuando me acerqué para saber si se encontraba bien me reconoció— Luke tomó asiento y miró su manzana mordida recapitulando lo que había sucedido, preparándose para contarle lo que había hecho a Calum, sabiendo que éste lo reprenderia.

—Oh... Eso quiero decir que tendrás que regresar, ¿no?— Calum se sentó justo frente a él. Luke negó—. ¿Le explicaste?, ¿hablaste con él?

—No como lo piensas. Como se los dije hace unas horas, no regresaré a esa maldita vida y es por eso que tenía un plan por si esto sucedía.

—¿Que carajo hiciste, Luke Hemmings?

—Para Michael y cualquier otra persona que me reconozca yo perdí la memoría, sufrí un golpe terrible causandome amnesia permanente, fin de la historia. — Calum se levantó de su asiento llevando ambas manos a su cabeza, peinando su cabello hacia atrás, procesando las palabras de Luke o mejor dicho, la locura y estupidez que había inventado.

—¿Y quien carajo se ofreció para ayudarte con tal idiotez?— preguntó mientras caminaba de un lado a otro—. Porque supongo que tienes papeles y toda esa mierda para que Michael se pueda creer esto.

—¿Estás enojado?— Y la mirada que Calum le dio no fue muy amable—, no debí preguntar. En fin, tienes razón, recibí la ayuda de alguien que odia su trabajo y que no le importa si pierde su cédula o si va a la cárcel.

—¿Quién fue el pobre imbécil?

—¿Te acuerdas de la cita que tuviste hace un año?

Y la expresión que Calum tuvo fue al principio de confusión y después, al recordar a la perfección el rostro de la persona que Luke le decía, fue de sorpresa y también de molestia.

—¿No pudiste haber escogido a alguien más? ¡No, claro que no! Ambos son unos imbéciles. ¡Ay! Luke Hemmings, y ese maldito de Irwin, debería ir y cortarles a ambos sus malditos...— Calum soltaba insulto tras insulto mientras Luke solamente miraba sus manos, si Calum supiera la razón entonces no actuaría de esa forma, pero prefirió quedarse en silencio.

—Te juro, Robert, que si alguien se llega a enterar de esto, los dejaré a ambos en la jodida cárcel— lo señaló y Luke soltó un bufido al escuchar su segundo nombre.

—No me llames Robert— se quejó.

—¡Te llamaré como se me pegue la gana! Mañana iremos a esa clínica y le dirás la verdad a Michael, ¿entendiste?— Luke negó.

—No lo voy a hacer, Michael tiene que entender que no lo recuerdo, que no lo quiero en mi vida... Porque es lo mejor— Luke una vez más ignoró ese dolor en su pecho.

Calum trató de calmarse, tenía que respetar los sentimientos de su amigo, pero no podía soportar una mentira de esa forma.

—No voy a participar en esta farsa, Luke, no me pidas que mienta, por favor.

—Y no lo harás, sé que Michael te reconocerá, me dejarás a mí todo, ustedes no se llevaban bien, pues entonces sólo ignora su presencia y ya.— Luke tomó la manzana, que ya comenzaba a ponerse de color café en la zona donde había mordido, y la siguió comiendo.

—Como dije la noche pasada, Luke, estaré aquí contigo— Calum puso su mano sobre el hombro de Luke y después le soltó un golpe—. Eso fue por meter a Ashton en esto.

—Te sigue gustando.

—No.

—No era una pregunta, Thomas— Luke sonrió al escuchar una queja por parte de Calum—. Ashton te sigue interesando y es por eso que no nos delataras.

—Vete a la mierda— Calum salió de la cocina para encerrarse en su habitación. Luke rió porque tenía razón, aún así al terminar su manzana también fue a su habitación y suspiró.

No sabía lo que le esperaba al día siguiente, pero sin duda alguna cada vez se volvería más difícil. Tenía que asegurarse de que Michael se rindiera y se fuera, que siguiera con su vida.

Sin embargo, no podía mentirse por tanto tiempo, justo cuando llevó a Michael a la clínica y una vez que Ashton lo curara, se había acercado a verlo dormir, quizá acarició su mejilla y su cabello, quizá se puso a recordar los viejos tiempos cuando eran jóvenes y Luke hacía eso mismo cada noche en una ciudad diferente.