CAPÍTULO 10.

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Michael regresó una vez más a la calle Naveta, revisó la dirección y rió un poco por la idiotez que hacía cuando estaba emocionado, ahora sí iría a la casa correspondiente.

Y no había niños o alguien que se lo impidiera, su lesión en la cabeza estaba mejor, ahora sólo usaba una pequeña gasa para que no se infectara.

Tocó varias veces. Quién abrió la puerta fue Luke. Tenía el cabello húmedo y acomodado hacia atrás, sonrió a medias al verlo ahí de pie.

—Yo... Vine porque realmente no acepto que no quieras regresar— habló firmemente Michael, a pesar de que su corazón latía, a pesar de sus propios recuerdos, a pesar de que el amor hacia Luke volvía a despertar.

—Creo que lo entiendo. Mientras más rápido termines con esto, será mejor para ti.

—¿Para mi?

—Entra, estaba a punto de cocinar algo— Luke se apartó y dejó entrar a Michael—. Si, para ti, porque imagino que no es fácil, para mi sí porque no recuerdo nada.

—¿Y no quisieras conocer a tu madre?— Luke agradeció mentalmente que estaba de espaldas a Michael porque sino éste hubiera visto el arrepentimiento en su mirada.

— ¿Has pensado que es más doloroso decirle a una madre que su hijo no la va a recordar nunca? Porque yo si, desde que Ashton me recomendó buscar a mi familia. Desearía que ella se rindiera y que se despidiera de mi en una tumba falsa. Porque después de todo, resulta lo mismo.

Michael sintió de nuevo esa punzada de dolor. Aún así se armó de valor para continuar con lo planeado.

—Bien, bien, nada de familia..., ¿y amigos?— alzó una ceja, siguió a Luke hasta la cocina y vio como sacaba utensilios y algunas verduras.

—No, creo que tengo los necesarios aquí.

—Yo fui tu mejor amigo desde los 12 años. Tal vez no te regresaré todo ese tiempo, pero podría intentar ser tu amigo de nuevo— sugirió con un poco de miedo al rechazo.

Luke dejó las cosas que tenía en las manos y miró a Michael con los ojos entrecerrados.

— Aunque intentes remover recuerdos, Michael, no llegarán, no despertaré un día y diré: ¡Eureka! He recordado todo. Porque es imposible, ¿y sabes por qué lo sé?— Michael negó—, porque busqué quién era, no soy Luke Hemmings el famoso cantante que murió en un accidente de avión, soy solo Robert, un Robert más en el mundo, alguien que trata de vivir su vida tranquila. Ese día que desperté del coma nació alguien diferente. Es inútil que intentes.

—Asi que intentaste..., intentaste recordar, sabes quién eres.— murmuró Michael mirando el piso, sintiendo una vez más la tristeza atorarse en su garganta, derramando lágrimas ardientes—. ¿Y que se supone que deba hacer?

—¿Disculpa?

—¡¿Que se supone que yo haga?! Ahora sé que estás vivo, que no te perdí, que tengo en mis manos el poder de regresarte a casa y aún así siento que no podré.— Gritó frustrado, cansado de ocultar su miedo y remordimiento, cansado de sufrir.

Luke se mantenía inmóvil, sin saber que hacer.

—No... No sé que decir. Quizá algún día te ayudé, pero ahora no sé nada de ti, perdóname.

—Mierda, Luke, no pidas perdón... No es tu maldita culpa no recordar nada, no es tu culpa que yo no luchara por ti en el pasado. — Michael suspiró, su plan se estaba yendo a la mierda, porque si Luke no quería recordar, entonces no sabría cómo hacerlo reaccionar. Quizá era hora de cerrar el ciclo con Luke, quizá era momento de despedirse de él. Michael cubrió su rostro con ambas manos, para despejar las lágrimas y pensar en sus siguientes palabras. Cuando las bajó, sintió los brazos de Luke rodearlo.

—No te conozco, no recuerdo nada, pero sé que soy importante para ti por lo que vi en internet.— Le susurró Luke al oído, y entonces Michael se rompió, llorando de una forma desgarradora—. No es tu culpa, ni la mía, pero ojalá puedas entender mi decisión.

—Te amo, Luke. Esto no lo vas a olvidar— y Michael lo besó. Presionaba las mejillas de Luke con ambas manos sin darle la oportunidad de moverse, aunque Luke no quería hacerlo, porque siguió el beso.

Era dolorosa la forma de cómo cada uno estaba sufriendo en ese momento. Pero que aún así no se separaron incluso después de perder el aliento, Michael repartía pequeños besos al rededor de la mandíbula de Luke, con la esperanza de que recordara cuando eso es lo que hacía en tiempos pasados.

— Sueltame, por favor, sueltame— Luke sujetó las manos de Michael y las apartó, dándose la vuelta para ocultar sus lágrimas—. Vete, no quiero verte, no quiero que intentes nada... ¡No voy a recordar! No lo haré y eso es el fin.

Michael quiso caminar hacia Luke y tomarlo del hombro, pero se arrepintió, lo único que hizo fue salir de ahí, encerrándose en el auto para llorar.








N/a: Muy corto, lo sé, pero debido a que se borraron los capítulos me gustaría saber cómo les gustaría que Michael se entere de la verdad.

Youngblood «Muke»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora