CAPÍTULO 16.

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«Es increíble las miles de formas que me enamoré de ti, podría enumerarlas y describir el preciso momento, en mi mente está cada una. Pero sé que esta carta no llegará a tus manos. Sé eso porque nadie la encontrará en un largo, largo tiempo. ¿Recuerdas aquella vez en décimo grado, cuando la profesora de historia nos hizo meter un objeto en un cápsula? Es lo mismo que yo haré, esta carta y la última fotografía que tengo de ti serán enterrados y en muchos años serán sacados. Quién sabe, quizá tus hijos puedan encontrarla. Bien, suena como una idea descabellada, pero eso es lo que me imagino en un futuro. Quiero que seas feliz, deberías serlo.

Michael, no permitas que un idiota como yo te siga arruinando. Esa noche que descubriste mi mentira, una vez más pude imaginar tu mirada decepcionada, pero con el tiempo se convertira en indiferencia, lo sé, serás indiferente a mi, y quiero que sea así... porque sólo así serás feliz.

Yo no estaré más, Michael, no habrá un nosotros, no quedará rastro alguno. Te amo y así debe ser. Espero lo entiendas.

Atentamente: Luke.»

—¿Que es esto?— preguntó Michael, arrugando la hoja ligeramente por la desesperación.

—Una nota de suicidio.

—No lo parece.

—No... Porque realmente no la iba a dejar como una, pero lo iba a hacer, Luke planeaba quitarse la vida.

—¿Qué pasó entonces? ¿Que me dice que no es una mentira más?

Calum abrió la carpeta negra, sacando unas radiografías y un par de documentos.

—Tres días después de tu partida, Liz llegó con Daniel y Colin a mi local, sabían que Luke estaba ahí, no me quedó más remedio que llevarlos con él. No mintió, no se lo permitiría.— Calum suspiró, pasó ambas manos por su rostro—. Les explicó todo, su desesperación por no ser libre, las cosas que hizo para no dejar que lo descubrieran... Pero todo se salió de control. Luke salió de la casa furioso, condujo por dos horas hasta un bar donde nadie lo conocería y se embriagó... En algún punto de la noche tuvo una pelea y lo golpearon, causándole ese trauma cerebral. Ashton me dijo que era un karma extraño.

—No miente...— susurró Michael.

—Luke recuerda solamente a su madre y hermanos.

—Pero lo conocí casi toda su vida, ¿como es que no me recuerda? ¡Esta mintiendo de nuevo!

—Imposible que mienta— Calum negó—, te recuerda, pero no como creemos, su memoria completa llega hasta antes de entrar a la secundaria y en ese tiempo ustedes no se hablaban. Recuerda como lo conociste.

—El concurso de música... ¿Dices que tiene una imagen de mi a los doce años?

—Algo así— contestó Calum—. Los médicos dijeron que podía regresar su memoria con el tiempo.

—¿Leyó esto?

—No... La carta es para ti, es tu decisión. — Calum se puso de pie—. No tienes que dar una declaración a los medios tampoco, después de todo, Luke regresará a Australia y ahí decidirá que hacer con su vida. Me tengo que ir.

Michael asintió y segundos después Calum se fue. Escuchó pasos dirigiéndose a él, no quería ver a nadie, mucho menos a Luke. Liz tomó su mano y le sonrió, pero no dijeron nada, Michael miraba la fotografía que estaba con la carta.

Él sí recordaba ese día, era justo cuando iniciaban su carrera, cuando Michael disfrutaba de las muestras de afecto de Luke, donde hacían travesuras y ambos asumían las consecuencias. Admiró mejor la foto, reviviendo el recuerdo.

Youngblood «Muke»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora