Liz estaba en shock, incluso al subir al avión y cuando escuchaba la voz de Dan y Colín, incluso estando a unos cuantos minutos de saber la verdad. Su corazón de madre estaba palpitando de una forma descontrolada, no podía definirlo si era de felicidad o tranquilidad, podría decirse que de angustia. Después de mucho tiempo, ella no se había rendido, así como lo había demostrado aquel día con Michael, era simplemente que no podía soportar ver a los demás sin que le dieran su compasión.
Era como un milagro, y vaya que Liz creía en ellos. Pues cuando su pequeño Luke nació, hubieron las suficientes complicaciones como para que creyeran que el bebé no resistiría.
Liz siempre creyó que su pequeño e indefenso Luke era un milagro. Lo seguía creyendo, ahora tan solo debía comprobarlo. Realmente no le importaba si Luke se había escapado y ocultado, ella lo único que necesitaba era ver a Luke, estrujarlo entre sus brazos y decirle que nada pasaba.
—¿En dónde está?— preguntó interrumpiendo las palabras de Dan.
—No lo sabemos con exactitud, en algún punto de un pueblo en Omaha.
—Esta bien.— Una vez que llegaron al hotel, Liz no se comunicó con nadie, no necesitaba escuchar las palabras de nadie.
Salieron media hora después, dispuestos a buscar. Liz no tenía entendido cómo es que Dan sabía de la existencia de aquellas fotos, sospechaba que fueron un invento, pero él aseguraba que no era así. Aún así Liz no se opuso, era una oportunidad y ella no desaprovechaba nada.
El pueblo era muy pequeño, tiendas de comida abundaban, y muchas casas que se veían hogareñas, personas con trajes poco formales caminaban por la acera. Se detuvieron en una cafetería a preguntar, Liz prefiriendo quedarse en el auto.
«—¿Es importante ser recordado, mamá?— le había preguntado un día Luke, cuando tenía tan solo nueve años.
—Por supuesto, cariño— mientras ella cocinaba, Luke hacía su tarea en la pequeña mesa que tenian al centro.
—¿Si no tienes dinero no te recordarán?— Liz frunció el ceño por la pregunta de Luke.
—¿Por qué preguntas?
—Es que hoy... hoy vimos a famosos que muerieron y que fueron recordados... pero me preguntaba si fue solo por ser famosos.— Mientras Luke hablaba, bajaba su mirada y el volumen de su voz tambien.
—No. Todos somos recordados, somos especiales... ¿acaso tú no me recordarás siempre?— Liz tomó la barbilla de su hijo y lo obligó a mirarla. Luke asintió—. No importa si somos o no famosos o reconocidos, alguien siempre nos va a recordar.
—¿Y si algún día te olvidó? ¿Como Ronald Reagan? Él sufría de Alzheimer— dijo en un susurro.
—¿Quién es Ronald Reagan?
—Un presidente de Estados Unidos.
—Bueno— Liz pensó un momento—, si te llega a pasar eso o algo parecido, me aseguraré de que no olvides que te amo, así tenga que repetirlo a cada minuto. »
—Dicen que siempre va a una tienda de música a dos calles de aquí— dijo Colin en cuanto entró al auto, haciendo que Liz despertara de su preciado recuerdo.
—Vayamos, entonces.
Liz fue la primera en entrar, el lugar olía como a cualquier local donde se han guardado discos por un largo tiempo. No había nadie en el aparador, pero gracias al sonido de la campanilla en la puerta, un hombre moreno y alto salió de una compuerta, seguido de una chica más baja y de cabello corto.
—¿Les podemos ayudar en algo?— preguntó él. Liz parecía conocerlo de algún lado, pero necesitaba información y no podía pensar con claridad.
— Buscamos a Luke Hemmings.
—¿Qué?
—Luke Hemmings, sabemos que suele venir aquí— insistió Colín.
—No... no sabemos— dijo la chica.
— Él ha venido aquí.— Colín sacó un teléfono mostrándoles las fotos. El chico moreno frunció el ceño, se veía confundido, pero aún así, asintió. En cuanto la chica vio la fotografía, soltó un pequeño gritó de sorpresa y llevó sus manos a la boca.
—¿Saben algo?— preguntó Liz.
—Sabemos donde vive.— Dijo el chico.
— Llévanos con él, por favor.
—Si, si, yo... Necesito tomar algo de allá atrás.
Liz dejó que una lágrima corriera por su mejilla, admiró el lugar, presentía que Luke había estado ahí, la misma forma de cómo se acomodaban algunos discos, quizá trabajaba ahí.
En cuanto el mismo chico salió, les indicó el camino. Tanto Liz cómo Colín y Dan estaban ansiosos.
—¿Lo conoces?— preguntó Liz al chico que los guiaba.
—Es mejor que simplemente reserven sus dudas para cuando lleguemos.
Él adelantó su caminata. Liz frunció el ceño, pensando que todo eso era bastante extraño.
Al cruzar un par de cuadras, llegaron a una calle donde las casas eran agradables, los niños corrían siguiendo una pelota, algunas madres estaban en el pórtico sentadas admirando todo.
Se detuvieron en una en específico y en la puerta, estaba el más pequeño de sus hijos, con un par de jeans azules, y una camiseta roja, Liz en cualquier lugar reconocería a su hijo.
Nota; Tanto tiempo, no sé si alguien lo vaya a leer, pero actualizo el día de hoy para anunciar que los días oficiales de actualización para esta Fanfic son los días Lunes, donde probablemente haya más de un capítulo.
Si siguen leyendo esto, gracias. ♥
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Youngblood «Muke»
FanficLas decisiones que Luke toma precipitadamente son para que Michael sea feliz, felicidad que le arrebató en sus años de estar juntos. Después de su separación como dueto, Luke decide alejarse de todo y Michael pierde la esperanza... Estaban llegando...