Coincidencias

852 107 48
                                    

Tink estaba nerviosa hablando con aquel chico de ojos verdes, tez pálida y cuerpo delgado; lo único que la mantenía atenta era esa extraña sonrisa tan radiante y llena de confianza que resultaba contagiosa.

ㅡ¿Entonces quieres quedarte?ㅡpreguntó entusiasmado el joven.

ㅡClaro, siempre y cuando respetes mi horario en la mañana y eso de la pagaㅡcomentó mientras comenzaba a sentirse algo nerviosa frente a Tim.

ㅡEste es tu delantal, ayudarás empaquetando los pedidos, pesando las galletas para armar las bolsitas de pastas y atendiendo a quien te lo pida. En la mañana no solamente estarás trabajando tú, sino que hay otro chico y dos chicas que ayudan haciendo algunos panes y rellenando otros, si haces bien tu trabajo tal vez también puedas ayudar.

ㅡPero yo vine muy temprano en la mañana y no vi a tantas personas trabajandoㅡobjetó Tinkerbell.

ㅡA quien viste fue a mi madre, ella espera horneando hasta que llega todo el personal, así que lo más probable es que ella te reciba todas las mañanas.

ㅡNo creo que todas, pues regresaré al sitio del que vengo...obviamente antes de que eso suceda te avisaré, eso si es que tengo tiempo.

Tinkerbell realmente quería saber cómo eran realmente los humanos, sin embargo nunca perdía la esperanza de que ella y Terence pudiesen volver a Nunca jamás.

Timothy le estuvo enseñando a realizar sus tareas durante las pocas horas que quedaban de la tarde antes de cerrar el negocio, y ella pareció comprenderlo rápidamente, tan rápido que no tardó en comenzar a ingeniar un sistema para agilizar las cosas ahí dentro.

ㅡEntonces Tink, ¿realmente nunca has trabajado?, parece como si tuvieras experiencia con estoㅡpreguntó Tim satisfecho por haber terminado con tiempo.

ㅡNo, lo que antes hacia era ayudar dentro de un taller donde creábamos cosas para que nuestra comunidad pudiese realizar otras tareas de forma más sencillaㅡexplicó brevemente esperando a que su nuevo amigo y compañero de trabajo dejara de hacer tantas preguntas.

ㅡSuena como si fueras toda una inventoraㅡbromeó el chico.ㅡSi quieres te puedo llevar a casa, el sol se ha ocultado y parece un poco peligroso andar por ahí solo, y más si eres una chica.

ㅡGracias por tu apoyo Tim, pero creo que tendré que rechazar tu ayuda esta vez, pues me temo que mi amigo y yo aún no tenemos tiempo para conseguir un lugar dónde quedarnos a dormirㅡexplicó un poco avergonzada viendo una roca que estaba en el suelo.

ㅡNo sabía que estabas acompañada de un chico, pero no importa, en casa tenemos una habitación que no ocupamos, si gustas puedo llevarte ahí para que te quedes el tiempo que desees o hasta que encuentres un buen lugar para quedarte con tu "amigo"ㅡofreció amablemente Timothy mientras esperaba alguna reacción de la joven, pues al parecer era tan tímida que no se atrevía a mirarlo a los ojos.

Tink simplemente asintió ante su ofrecimiento y Tim se quitó el abrigo para colocarlo sobre los hombros de Tink, sin embargo Terence se apresuró y en un solo movimiento le colocó una chamarra a su amiga.

ㅡGracias por cuidar de ella, tú debes ser Timothy. Ella me habló un poco sobre tiㅡdijo Terence entre jadeos debido a que había corrido demasiado después de que la dueña decidiera que podrían quedarse diez minutos más para dejar bien acomodada su tienda.

ㅡQue curioso, yo no había escuchado de ti hasta hace cinco minutos. Y no te preocupes por ella, la cuidaré todos los días mientras trabaje aquíㅡrespondió Tim de forma arrogante mientras analizaba detenidamente al joven rubio que tenía al frente. Ante él eran tan parecidos que podrían ser hermanos, y los habría confundido como tal si es que ella no le hubiese aclarado su relación.

Pide un deseo 《terminada》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora