Tinkerbell suspiró y comenzó a contar.
ㅡUno...dosㅡsu voz adquirió un tono nervioso pero intentó controlarse a pesar de elloㅡTres.
Ambos tardaron poco tiempo en unirse en un amistoso abrazo, sin embargo, a pesar de abrazarse durante un tiempo prolongado nada sucedió, ambos seguían siendo un par de humanos que parecían unirse a las demostraciones de cariño que se hacían en aquel parque.
Cuando ambos se separaron, el color carmesí subió hacia sus rostros, evitando así que se observaran directamente el uno al otro.
ㅡSeguimos siendo humanosㅡempezó Terence sintiéndose avergonzado.
ㅡAsí parece, supongo que debemos pensar en otra cosa que nos pudiese ser útil para regresar a Nunca Jamásㅡrespondió Tinkerbell intentado disimular su nerviosismo.
ㅡPero antes debemos regresar con Darla, no quiero que se preocupe por nosotrosㅡTerence se puso de pie y guardó el brillante diamante en su bolsillo, posteriormente le ofreció su mano a Tinkerbell para ayudarle a ponerse de pie y ella la aceptó dubitativa.
Tink y Terence caminaron en dirección a su casa sin percatarse que sus manos seguían sujetándose de una forma tan natural; a pesar de ello no fue la única cosa que pasó desapercibida, sino que también el diamante en el bolsillo de Terence comenzó a emitir un discreto brillo que traspasaba la tela de sus pantalones.
Ambos salieron del césped y tomaron dirección hacia la banqueta para poder continuar su camino rumbo a la casa de Darla.
ㅡAntes de ir a casa hay que entrar ahíㅡseñaló Tink soltando así la mano de Terence para apuntar con su dedo hacia una boutique que estaba en la esquina de la siguiente calleㅡnecesito comprar unas cosas.
Ambos se dirigieron a la tienda que ofrecía bastante ropa para hombre y para mujer. Los aparadores mostraban pantalones, vestidos, blusas, ropa interior y otras cosas.
ㅡ¿Vas a comprar ropa?ㅡpreguntó Terence.
ㅡNo, vengo por un pastelㅡcontestó con ironía para provocar a su amigo.
Ambos rieron y entraron para que Tinkerbell pudiese escoger la ropa que deseara.
ㅡEscoge algo Terence, te lo compraré para que podamos ir dejando la ropa que nos ha prestado amablemente Darla y Timㅡinstó Tinkerbell a su amigo mientras él la observaba algo conmovido por la reacción de ella.
ㅡGracias pero creo que debes gastar ese dinero en ti, ya has hecho mucho por mi.
ㅡPor supuesto que no, si tú no escoges algo creo que yo tendré que comprarte algo a mi gusto...como esa playera con los caimanes usando lentes de sol y cantando bajo la palmera, estoy segura de que te va a quedar de maravilla.
Terence observó la graciosa prenda e hizo una mueca de desconcierto.
ㅡSolamente alguien loco se pondría una cosa como esas Tink.
ㅡYo creo que es linda, o por lo menos es algo único y por lo tanto es especial...jamás he visto una de esas.
ㅡY creo que la razón de eso es muy obvia, no creo que alguien en pleno uso de razón se atreva a llevar algo así en públicoㅡsentenció Terence y tomó de un estante un pantalón muy formalㅡesto está bien para mi Tinkㅡmurmuró Terence observando que la prenda estaba en rebaja.
ㅡDisculpen que los interrumpa pero estamos por cerrar, si gustan darse prisa los atenderemos enseguidaㅡinterrumpió una señora de edad media que estuvo observándolos desde que ingresaron al establecimiento.
ㅡClaro, nos llevaremos estos dosㅡTink le dio un vestido en colores anaranjados y rojizos, mientras que le pasaba a Terence una camisa blanca para que la llevara junto con el pantalónㅡy no repeles por favorㅡle susurró antes de que él comenzara a quejarse.
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Pide un deseo 《terminada》
FanfictionCuando el sol alumbra o cuando el agua brota, cuando las aves cantan o cuando el viento sopla; las hadas se presentan a todas horas. No es en invierno, en primavera u otoño, es en verano, cuando están con nosotros. Las hay de muchos talentos, aunque...