Cerca

538 72 24
                                    

Pasaron varios días de preparativos para el cambio de estaciones y para el inicio del festival de otoño, aquel en el que las hadas bailarían a la luz de la luna para agradecerle el polvillo azul que por siglos se les ha brindado.

ㅡChicas, hoy es el día, hoy iremos a tierra firme para poder rescatar a Tinkerbellㅡanunció Vidia cuando todos estaban en la reunión previa al viaje a Tierra Firme.

ㅡY a Terenceㅡrecordó Zarina, quien lo sustituiría como repartidor de polvillo en Tierra Firme.

ㅡClaro, también al chico del polvilloㅡagregó el hada con mucho menos entusiasmo.

ㅡY también falta poco para el festival del otoño, creo que entonces hasta ese día, Tink podrá bailar melosamente con Terenceㅡavisó divertida Rosetta.

ㅡDeja eso en paz y concéntrate, pues ya todos sabemos que tú si tienes pareja para el baileㅡla calló Fawn al tiempo que sobaba el lomo de la lechuza que la elevaría a la segunda estrella.

ㅡChicas, ahí viene el ministro del otoño. Cállenseㅡles advirtió Silvermist.

El equipo de hadas se quedó estático hasta que el ministro de otoño llegó para dar el breve discurso motivacional a las hadas.

ㅡPequeñas hadas, hoy tenemos la visita de apoyo de un equipo de hadas de otra estación, hoy las hadas de invierno irán a Tierra Firme con nosotros para apoyar en una labor muy especial, les pido por favor que si a alguna de ellas se le complica su estadía allá no duden en brindarle apoyo.

ㅡGraciasㅡdijo Periwinkle, quien estaba al frente de las otras hadas que conformaban el reducido grupo de hadas de invierno.

Todos se prepararon y comenzaron a volar encima de las lechuzas, quienes cargaban los cestos y carruajes que llevaban todas las cosas necesarias para el cambio.

El equipo de Rosetta transportaba pintura en tonos rojizos y amarillentos para poder teñir las hojas de los árboles antes de que las hadas de vuelo veloz se atrevieran a arrancarlas.

Iridesa no llevaba tantas cosas, pues solamente se dedicaría a brindar calor mediante los rayos del sol que movería a su antojo.

Silvermist y sus rollos de neblina no tardarían demasiado en terminar sus tareas, es por eso que le daría su apoyo a Fawn.

El hada de los animales necesitaba un par de manos extras, pues debería alimentar a todas las criaturas que encontrara para que estuviesen listas para hibernar.

En fin, todos estaban ocupados excepto las hadas artesanas, quienes iban en misión de técnicos para reparar las carretas y cestos que sufrieran daños para que así no perdieran tiempo durante el importante cambio.

Periwinkle se acercó revoloteando hasta Vidia, para poder hablarle sobre el plan que tenía, pues ellos realmente tendrían más tiempo para iniciar con la búsqueda.

ㅡDewey...el guarda libros, él me ha dicho que busque a una mujer que luzca grande, me ha hecho un dibujo de Darla para que la pueda reconocer entre la multitudㅡle dijo Peri cuando por fin le dio alcance.

ㅡMuy bien, en cuanto terminemos buscaremos a Tinkerbell y al chico del polvillo. Solamente espero que ella no haya cambiado demasiado porque eso nos causaría muchos problemasㅡrespondió Vidia mientras le hacía una seña a Zarina para que se acercara a ellas.

ㅡHola, debes ser la hermana de Tinkerbell, te daré este polvillo para cambiar de talento, el rosa te da poderes de un hada de jardín, el amarillo el de luz, el morado te convierte en un hada de vuelo veloz, el verde te hará una artesana, el azul te brinda el poder de un hada de agua y finalmente hay uno blanco que te devolverá tus poderes de hada de invierno. Debes usarlos bien, basta con rociar un poco sobre ti para adquirir la habilidad, entre más uses más durará el cambioㅡadvirtió Zarina mientras le daba al hada de invierno un cinturón con las bolsitas atadas a él.

Pide un deseo 《terminada》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora