Espera

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Terence se quedó dormido mientras abrazaba a Tink, y así se quedó hasta que amaneció.

Al despertar, Tinkerbell corrió a cambiarse de ropa para poder llegar a tiempo al trabajo, y así ayudar a Darla y a Tim con los pedidos que se surtirían por el festival de otoño.

Terence también se cambió para ir a atender a la pequeña tienda junto con Adalyn, pues después de abrir solamente medio día regresaría a casa para poder cambiarse por la ropa que Tinkerbell le había comprado, a demás de que al fin le pagaría la dueña de la tienda y podría comprarle un buen regalo a Tink.

El chico se puso una playera sencilla y unos pantalones de mezclilla, posteriormente se calzó un par de zapatos y se dirigió a la cocina para comer algo de pan de lo que Darla llevaba todos los días.

En la panera estaban sólo tres piezas de pan, por lo que decidió cerrarla y así guardarlos para el resto de las personas que ahí habitaban.

Terence dejó por fin la casa para poder caminar tranquilamente en dirección a la tienda, esta vez había sido el turno de él para llevarse las llaves y abrir el negocio.

Tinkerbell siguió casi la misma rutina, con la excepción de que ella tuvo que guardar su vestido dentro de una enorme bolsa para transportarlo a la panadería, pues Terence pasaría por ella para ir al festival en la noche, antes de los fuegos artificiales.

Ella iba más que apresurada porque el preparar su vestido le tomó más tiempo del esperado, por lo visto era más sencillo tener ropa fabricada con plantas que aquella fabricada con tela.

ㅡA pesar de que ese vestido lo vas a usar para tu "amigo", te ayudaré a llevarlo, no te preocupesㅡse ofreció Timothy mientras le arrebataba el gancho de la prenda.

ㅡGracias, si no llego a tiempo los de la panadería me mataránㅡadvirtió la joven y comenzó a correr en dirección a la panadería para poder ponerse a trabajar.

Los dos chicos no eran los únicos apresurados, pues las hadas también estaban revoloteando por todas partes para apresurarse con el cambio de estaciones, pues aquellas hadas que no iban a buscar a Tinkerbell y a Terence debían regresar a Nunca Jamás en cuanto terminaran con su labor.

ㅡYa terminé con mis entregas del día Vidia, Nyx...me voy a buscar a Terence y a Tinkerbellㅡavisó Zarina y se apresuró para ir a visitar a quien Periwinkle había avisado que probablemente tenía a Tink.

Según la hermana de Tinkerbell cerca del reloj estaba una casa con muchos arbustos de moras, ahí fue donde sus alas brillaron, sin embargo eso no determinaba que ella se encontrara viviendo en esa casa.

Zarina se asomaba por las ventanas de las casas a pesar de ser tantas, sin embargo en ninguna vio algo interesante, excepto en una que parecía haber colgado cerca de la ventana, un vestido verde como el de su amiga.

ㅡZarina, mis alas no han brillado en este momento, no sé si ella siga por aquí ㅡalertó Periwinkle seguida de una de las hadas que al parecer había sido rociada con el polvillo amarillo, el cual la dotaba de poderes de un hada de la luz.

ㅡNo he visto nada Periwinkle, pero en esta casa hay un vestido verde, se parece al que ella siempre utilizaㅡrespondió Zarina.

ㅡMás tarde volveré a pasar por aquí, tal vez si paso a la misma hora de ayer, mis alas puedan brillar nuevamente. Así puede que nos aseguremos de que a esa hora ella se encuentra en alguna de estas casas.

ㅡEs una idea genial, de esta forma podemos entregarles la piedra para que regresen con nosotros. Hay que contarle a las otras.

Las dos hadas regresaron rápidamente gracias al polvillo que daba el talento de un hada de vuelo veloz. En cuestión de pocos minutos ellas ya se encontraban de regreso al campamento.

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