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PORQUE ME DECLARASTE LA GUERRA Y ACEPTO EL RETO (1/2)

Rong

—¿Qué? ¡¿Cómo se te ocurrió decirle eso?! ¡¿EN QUÉ ESTABAS PENSANDO?!

Mi grito se escucha por todo el campus universitario, y eso que nos encontramos cerca de la cafetería, sentados en un banco de madera en donde un par de chicos nos están viendo raro mientras ojean sus teléfonos.

—Así como lo oyes —comenta él, carga un recipiente plástico lleno de zanahorias finamente cortadas en tiras que se lleva constantemente a la boca con dos de sus dedos—De nada, bebé. Le dije a tu ex que eras puro fuego en la cama.

Llevo una mano a mi frente, negando con la cabeza mientras muero lentamente de vergüenza.

—Quería que se llevara la impresión de que ya tengo una relación estable en mi vida, no que saqué mi lado promiscuo y sin censura del closet. Además solo estuve en el baño por... ¿qué? ¡Cinco minutos!

Aldo, quien ahora le frunce el ceño a las zanahorias, resopla ante mi comentario.

—Pues le dije que yo era solo temporal —dice masticando otra zanahoria—, le mencioné algo así como que, por tu cama, circulaban más hombres que en una carretera principal a la hora con más tráfico.

—Muero de vergüenza...

—Le dije también que ya pronto pasarás a tu próxima víctima. Sabes, esto de hacer dieta es pesado. Estas zanahorias están simples, tal vez si les agrego algún aderezo...

—¡Aldo, concéntrate! —discuto—. ¿Por qué se te ocurrió decirle eso? El plan era simple: entrabamos, le daba celos al innombrable para restregarle en la cara lo fabulosa que es mi vida sin él, y luego nos íbamos y no lo volvería a ver. ¿Qué pasó?

Aldo hace un puchero exagerado, mirando hacia el cielo.

—Sucedió de esta manera —responde—: me pregunté, ¿qué diría un chico heterosexual en un momento como este? ¿Qué diría en una confrontación con el ex de su novia? ¡Obviamente marcaría el territorio y dominaría!

Mis cejas se elevan, escuchado su respuesta.

—Así que, de nada —continúa diciendo él—. Le dije que eras totalmente follable y sin compromisos.

Cuando menciona la palabra "follable" y "compromiso" chasquea los dedos con fuerza.

—Sí, "follable" —digo—. Ahora cree que me convertí en una especie de prostituta sin correa.

Suspiro en voz alta porque de igual forma ya no me importa lo que piense o no de mí el sujeto innombrable de genitales pequeños. Aldo salvó mi pellejo el día de ayer y debo reconocerlo.

—Gracias —susurro de mala gana luego de unos minutos—. Espero que eso lo mantenga ocupado por al menos unos días. Te debo una.

Aldo vuelve a chasquear los dedos.

—Y tengo la manera perfecta para que me la pagues —chasquea dos veces más—. Quita esta porquería de zanahorias de mi vista e invítame a una saludable pizza con extra queso.

—Tus dietas apestan —le digo—. Pero si eso es lo que quieres, entonces es lo menos que puedo hacer... Por cierto, ¿para qué carajo haces dieta si no tienes ni un gramo de grasa en todo el cuerpo? Creo que mi pierna pesa más que todo tu cuerpo entero.

—¿Estás bromeando? —dice él, llevándose una mano al pecho—. Mi entrenador de nado sincronizado me dijo que debía adelgazar si quiero estar en la competencia de este año.

One more chance; yoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora