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PORQUE ME DECLARASTE LA GUERRA Y ACEPTO EL RETO (2/2)

La clase de música oriental no era la primera opción que tenía en mente para regresar a la carrera, pero al parecer tengo que llevar una clase optativa este año o sino el plan de estudio actualizado me hará llevar dos clases más el próximo año. Y era elegir entre esta o política socioambiental progresiva. Elegí música, sin duda.

No tengo oído musical que se requiere para esa clase, y mi profesor, el Sr. Kuroiwa (de casi cien años de edad) no deja de repetírmelo hasta el cansancio. Siempre que me ve repite la misma palabra cuyo significado ignoro pero suena como "vaca". Según mis compañeros de clase (la mayoría orientales) dicen que se escribe bakka, de igual forma sigo ignorando lo que significa y a ellos no les interesa explicármelo.

Como siempre, llego tarde y el Sr. Kuroiwa no tarda en señalarlo.

En la clase tenemos por regla general que, el que llega tarde, debe cantar alguna canción tradicional japonesa. Realmente el japonés no es lo mío y termino eligiendo alguna versión coreana de una de las novelas que suelo ver junto a Lucy Xiang, a quien todavía no le perdono el haberme inscrito en esas clases de salsa erótica de hace unos meses atrás.

—Llegas tarde —dice el Sr. Kuroiwa cuando me ve—. Ya sabes lo que tienes que hacer.

Me señala con la cabeza el pizarrón de la clase en donde, los que llegamos tarde, escribimos nuestros nombres junto con el nombre de la canción que cantaremos.

—Realmente no me sé más canciones —admito frente a todos mis otros compañeros. Al parecer soy la única en llegar tarde porque no veo ningún nombre escrito todavía—. Me sé algunas de Sonata de Invierno...

El Sr. Kuroiwa eleva una de sus cejas pobladas y canosas.

—Sí —repito—. Sonata de Invierno, ¿lo ha visto? Es un dorama coreano... ¡Tiene que verlo! Es super triste, pero no... el principio, cuando ambos... bueno, no sé si quiere que le cuente todo.

Me quedo en silencio cuando parece que el Sr. Kuroiwa tendrá un derrame facial si continúo hablando.

—Bien —murmuro de mala gana—. Cantaré algo nuevo entonces.

Como no me sé nada nuevo, solo se me ocurre una canción que no puede fallar en lo absoluto.

Empiezo a mover los hombros de un lado para otro, ignorando a la clase entera mientras comienzo a entonar las primeras palabras del Gangnam Style.

No tengo vergüenza al hacerlo y sigo con mi movimiento de hombros mientras muevo las manos de izquierda a derecha. Es fácil y pronto descubro mi ritmo.

Antes que la canción termine, el profesor Kuroiwa me detiene con un gesto de mano mientras vuelve a pronunciar la misma palabra que suena como "vaca".

—Toma asiento de una vez —dice, enojado.

Hago como dice, casi corriendo hasta mi asiento designado en la segunda fila.

Es cuando me siento que noto la presencia de un chico en la parte delantera del salón. Un chico que usa una camiseta negra combinada con Converse de color blanco.

Se encuentra al lado del profesor, riendo cuando me mira directo a los ojos.

¡Qué hijo de pu...!

One more chance; yoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora