13. Nunca más

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Su aroma comenzaba a esparcirse al rededor de ti, sus brazos rodeaban tu cuello, tu espalda, tu pecho, sentías como rodeaban todo tu ser.
En aquel momento todo se había detenido, lo que había durado quizás un minuto para ti duró una vida entera; seguías atónita ni siquiera habías reaccionado a decir o hacer algo... solo estabas allí preguntándote si ese momento era real o eras presa de tu imaginación.

-No te vayas-dijo temblorosamente el pelinegro entre jadeos.

Tu cuerpo se estremeció.-Pero...

Aizawa te sujetó por los brazos; te miró fijamente.-No huyas _____, si quieres mientele a todos, pero no te mientas a ti y no me mientas a mi. Yo te ayudaré en todo esto... pero no tienes por qué irte.-La voz del azabache sonaba quebrantada.-No quería impedir que te fueras, no quería parecer insistente o ser molesto... pero no puedo mentirme y tampoco puedo vivir con el arrepentimiento de no haber hecho nada...-Su mirada se clavó en ti fijamente, en ella podías ver su determinación, no era una mirada como la que habías visto antes... ésta estaba llena de vida-¿No quieres verdad ____?, ¡pues entonces no huyas, no seas cobarde y enfrenta todo esto!

Sentías como todo tu cuerpo se iba desplomando, él tenía razón, tenía razón en cada palabra. Querías huir, querías olvidar todo porque no sentías el valor suficiente para enfrentarlo; no dejabas de crear excusas, al punto que terminaste creyendo en ellas.
Apoyaste tu cabeza en el peso de Shouta.-Tienes razón-El pelinegro acarició tus cabellos con delicadeza.
-Disculpe, el vuelo ya va a salir, ¿abordará el avión?-preguntó la empleada parada frente a ustedes algo sorprendida por la pequeña escena.

-No, disculpe no tomaré el vuelo.-De pronto una idea cruzó tu mente-Disculpe, ¿puedo mandar a alguien a recibir mi equipaje?

-Claro, debe avisar a la agencia y la persona debe presentarse con su tarjeta de identidad-Su voz era casi mecánica.

-De acuerdo, gracias

Tomaste la jaula en la que iba Kuro, por su lado el azabache no decía nada, solo se limitaba a mirarte; tomaste aire y miraste a Shouta con la mirada fija en él.
-¿¡Podemos encontrarnos en el parque frente a mi casa!?, ¡en una hora más!

-Pero... ya estamos aquí, ¿por qué tendríamos que...

-¡Por favor!-Dicho esto te fuiste lo más rápido que pudiste. Aizawa con rostro de no entender nada te quedó mirando mientras te alejabas.

                                                                               ***

Habías llegado hace unos quince minutos, te encontrabas sentada en un columpio con la mente perdida quién sabe donde; un pelinegro te sacó de tus pensamientos golpeando tu frente con la punta de sus dedos.
-Entonces, ¿qué ocurre?-dijo mientras se sentaba en el columpio de tu lado.

-Bueno, quería hablar contigo, pero no quería hacerlo en el aeropuerto. Ese lugar es demasiado ruidoso

Aizawa guardó silencio, prefería no decir nada y escuchar todo lo que debías decirle.

-La cosa es que... tenías razón, solo estaba escapando. No quería afrontar la realidad de no ser un héroe y estaba huyendo, al igual que hace diez años-Te encontrabas cabizbaja.-En el fondo quería una excusa para no irme, quería que aparecieras, y lo hiciste... pero en aquel momento entendí que estaba mal, no necesito excusas, no debería buscarlas... al final solo soy una cobarde, no Shouta, no digas nada todavía.-Hiciste callar al pelinegro quien al parecer estaba a punto de decir algo.-No necesito excusas y por ello dejaré de buscarlas, dejaré de ser cobarde.-Levantaste tu rostro hasta toparte con la mirada del pelinegro.-Me duele tener que dejar de ser un héroe, es cierto, pero más me dolería dejarte otra vez.
Aizawa tomó tu mano y te acercó hacia él.

No pude olvidar esos ojos cansados[AizawaShouta x Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora