PARTE 2: SILENCIOSO AMOR.

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Capítulo X


Joel despertó abruptamente al escuchar como Richard y Erick corrían por todo el pasillo golpeando unas sartenes, al abrir los ojos bufó con molestia, odia que lo despierten de esa desagradable manera y cuando se dio cuenta de la hora con más creces los quería matar ¡Eran las siete de la mañana!, se tapó su cara con la almohada en la que reposaba su cabeza, allí se quedó estático unos segundos hasta que se exaltó al escuchar como la puerta se abrió de golpe, y antes de que pudiera apartar la almohada de su cabeza sintió como un cuerpo se abalanzo encima suyo aplastándolo.

—Levántate ya Joelín — escuchó una voz conocida soltar entre risas.

Joel apartó lentamente la almohada de su rostro el cual se mostraba molesto, pero el enojo desapareció lentamente al percibir tan cerca la mirada de esos ojos color verde que le dejaba sin palabras. Literalmente tenía a Erick a unos centímetros de su rostro.

— ¿Qué-qué haces? — jadeó mirándole detenidamente como el otro le sonreía tan cerca. Tener el rostro de Erick a unos centímetros del suyo lo estaba poniendo demasiado nervioso, empezó a sentir como un pequeño cosquilleo empezó a apoderarse de su cuerpo.

— Pues despertarte chico — habló suavemente dejando salir de una manera bastante sexy su acento cubano.

— Erick, estás muy cerca — soltó de manera temblorosa.

— ¿Dices? — se acercó un poco más con una sonrisa, se veía divertido molestando a Joel.

— Hey, Hey — dijo Joel un poco tenso, no supo como pero perdió el control cuando menos se dio cuenta ya estaba mirando los labios del otro.

Erick en ese instante no entendía porque sintió el impulso de acercase un poco más a Joel, tenía el instinto de que era juego, pero jamás había roto tanto los límites de distancia con él. Al darse cuenta que el otro lo estaba mirando a los labios se sintió bastante confundido, pero no dijo nada, sólo se le quedó estático, un poco anonadado, la diversión por ver como exasperaba al otro al molestarlo se había esfumado.

— Erick, espacio vital — se alarmó al darse cuenta de lo que estaba haciendo, volteó rápidamente su rostro, tenía miedo de seguir sus impulsos y sólo estaba pensando en hacer algo instintivamente, besarlo.

Sintió como el otro rió y se levantó, se sentó a su lado y le volteó el rostro bruscamente, apretándole sus mejillas.

— Levántate pues mi pez — Erick se burló del otro porque al atrapar su rostro entre su mano de esa manera parecía que estuviera imitando la cara de un pez.

— Ya voy — Joel quitó la mano del otro bruscamente. Erick se levantó y salió de la habitación, Joel se incorporó en la cama y pasó su mano bajo su mandíbula, no entendía que acababa de pasar, fue en segundos que despertó y tenía el rostro de Erick encima de él, todo paso rápidamente pero para él eso le pareció una eternidad. Vaya forma de despertar.

Se levantó de su cama y la tendió rápidamente, cerró la puerta que Erick había dejado abierta y se adentró al baño para tomar una ducha, le habían despertado temprano porque tenían que alistarse para salir a las ocho y media a un estudio para ensayar las coreografías de algunas canciones para las presentaciones que tenían que dar después.

Tardó un poco más de quince minutos en la ducha ya que se relajaba un montón por el agua caliente, se vistió y ató ante el espejo la bandana que llevaba de costumbre casi todos los días, las bandanas ya se habían convertido en un sello personal para él desde hace unos meses atrás, con el tiempo se había vuelto un imparable coleccionista de estas. Bajó a la cocina para preparar su desayuno y se encontró con Richard allí, estaba haciendo unos huevos con tostadas, Joel entró y se dirigió hacia uno de los alacenas que pendían de lo alto de la pared para buscar una caja de cereal.

Silencioso Amor  - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora