Silencioso Amor - Joerick

Capítulo XII. Chris y Erick

El taxi frenó justo en frente de el Mac Donald's y todos prosiguieron a bajar de el, Erick sutilmente tocó el rostro de Joel y le llamó por su nombre con suavidad para que despertara.

Los ojos de Joel se abrieron lentamente y entre su somnolencia vio con confusión a Erick mirándole.

—¿Me quedé dormido cierto? — dijo con vergüenza.

— Si, de repente quedaste dormido, sólo dormiste quince minutos pero quedaste profundo.

Inevitablemente como si todo a su alrededor se hubiera desvanecido se quedaron mirando en silencio por unos segundos, fue extraño para ellos, pero el confort que se sentía en el aire que se sentía bajo sus cálidas miradas los envolvió. Joel regresó a la realidad rápidamente y abrió la puerta de el taxi para salir finalmente de el, Yoandri y Richard los estaba esperando junto a la entrada, Chris se adelantó a hacer la fila.

Joel se apresuró a entrar al establecimiento y ya adentró sintió como Yoandri le tomó el brazo y le susurró.

—¿Si dormiste bien Pimentel? —  seguido de una sonrisa pícara.

—Oh, claro que si Cabrera, dormí como nunca — sostuvo sarcástico mientras buscaba una mesa vacía con la mirada.

— Yo iré al baño, ya regresó —  Richard habló tras las espaldas de ambos y desapareció.

— Ahora me vas a decir como es que estás en esa actitud extraña con Erick —  Yoandri habló sentándose en la mesa que encontraron disponible.

— ¿De que hablas Yoyo? —  se acomodó frente a él.

— ¿De qué habló? —  alzó una ceja - ¿Acaso crees que no me di cuenta de la forma en la que se quedaron mirando antes de bajar del taxi?

—  Oh, no es nada.

— Claro que lo es, me acabo de dar cuenta que como que Erick se trae algo contigo.

— Calla, podrían escucharte.

— No creo, Erick se quedó con Chris en la fila para pedir la comida, tenemos suficiente tiempo para hablar.

— Si, pero Richard nos puede escuchar.

— Está en el baño — dijo mientras apoyaba el mentón entre sus manos, Joel rodó los ojos.

— ¿Entonces a qué conclusión has llegado Sherlock? —  cruzó sus brazos.

— Esas miradas no son de amigos.

— Sólo me miró. Yoyo, eso no tiene nada de raro.

— Eso no parecía una mirada casual, se veía hipnotizado —  se inclinó hacia adelante — Además tampoco es que tu hallas desistido a verlo también.

— Estás viendo cosas donde no las hay Yoyo — dijo, pero en el fondo sabía que tenía razón.

— Sabes que no es así...

— No lo es, simplemente no quiero pensar en cosas que terminen siendo falsas — habló con suavidad — ¿No crees que sería muy cruel ilusionarse con cosas irreales — bajó la cabeza.

— Eso ni tú , ni yo lo sabemos — miró a Joel con calidez, intentándole dar confort — Eso sólo lo sabe Erick.

— Y por esa misma razón sé que nunca sabré lo que siente, el sólo me ve como un amigo.

—¿Y si no es así?, ¿Y si hay algo más? — le susurró mientras se aseguró que nadie al rededor se estuviera acercando.

— No lo creo, además sabemos que la chica que le gusta va a venir en una semana loco.