Parte IX

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No tenia ningún plan para noche buena pero de todos sus posibilidades, en realidad solo había maquinado sentarse a hacer Stream y luego emborracharse. Ahora, sentado en una cafetería desde hace mas de una hora con un Té helándose por el clima invernal espera a Sanghyeok, sus pequeñas manos tiemblan. No había cruzado palabra con él desde ese día, incluso mientras aun no se confirmaba la finalización de su contrato Faker fue un mago dentro de la casa, desapareciendo rápidamente al momento de Wangho entrar a la misma habitación. Había cambiado de modelo de celular y de numero con la idea de que así no estaría tentado a llamarlo pidiendo consuelo cuando las pesadillas amenazaran. Lo que no pensó fue que su traicionera memoria se lo habría memorizado. En mas de una noche se encontró tecleando el numero y... Nada, no tenia el valor de llamar ¿Qué se supone le diría? - Soy yo, te extraño. Por favor regresa conmigo - Ni el era tan descarado para hacer eso.

 No merecía el perdón de Sanghyeok. Entonces ¿por qué le mando un mensaje pidiéndole encontrarse? Su corazón volvió a latir en ese momento, necesitaba volver a escuchar su voz solo dirigida hacia el y los ojos negros como el carbón recorriendo su rostro para únicamente caer en sus labio. Llego a la pequeña cafetería alejada del centro de Seul una hora antes de la acordada. El lugar lo mareo con recuerdos ahora lejanos. Encontraron el local una semanas después de comenzar a salir de manera romántica, aun sin confirmar nada duradero. Estas paredes impregnadas del olor a café fueron las que presenciaron la primera vez que Faker tomo su mano, la primera vez acariciando su cabello, la primera vez diciéndole lo lindo que era, la primera vez pidiéndole dejarle hacerle el amor. El lugar estaba lleno de su amor efímero y contener las lagrimas era cada vez mas difícil.    

La silla al frente hizo un ruido suave al ser arrastrada y un cuerpo se dejo caer pesadamente en ella. Wangho se encogió mas en su lugar, lo vio cruzar la calle feliz de saber que realmente no lo dejo plantado pero ahora no tenia el estomago para levantar la vista y enfrentar a Sanghyeok. Escucho a la mesera acercarse rápidamente para tomar la orden, desde el momento que ingreso supo que era nueva. Ellos venían hasta dos veces a la semana y la antigua muchacha les llevaba a la mesa que siempre ocupaban su orden acostumbrada.

- Un Cappucino - su corazón se detuvo al poder escuchar su rasposo tono por el frió- Una tarta de queso y... - se quedo un momento callado y vio como tomaba con su mano la taza de Té, comprobando su temperatura - Por favor cambia este Té por uno nuevo, esta vez que sea de Matcha y póngale crema batida por encima  - tuvo que contener las lagrimas de felicidad al saber que aun recordaba pequeños detalles como el hecho de odiar el Té de frutas y amar las cosas calientes con crema.  

- Aun lo recuerdas - seguía sin subir la mirada pero el sonido característico que salia de su garganta al estar confundido nunca cambiaría - Aun recuerdas las cosas que me gustan, gracias.

- No es la gran cosa, solo han pasado 2 meses. No es como si fuera toda una vida - explico con indiferencia.

- Igual no tenias que molestarte en verificar mi bebida y pedir por mi algo nuevo.

- No, no tenia que hacerlo - la forma en que lo dijo sonó como una reprimenda para si mismo pero aun así se clavo en su pecho un sabor agridulce - Fue mas por costumbre.

- ¿Qué hacemos aquí Hyung? - tenia miedo pero necesitaba saber que maquinaba la mente de Sanghyeok si no quería perder la cordura.

- Suena tan raro ser llamado Hyung por ti. Primero mírame a la cara Wangho - ordeno - Se lo suficientemente hombre para verme a la cara. Agachando la cabeza como un avestruz ante mi solo me molesta e indigna mas - respiro profundo al notar como los pequeños hombros temblaban levemente- No debí hablarte así, yo estoy fuera de control estos días. 

- Te extraño - soltó sin vergüenza - Yo tampoco tengo control sobre mi, especialmente mis lagrimas.

El silencio se hizo presente, el comentario estuvo de mas pero no pudo controlarse. La muchacha regreso con la orden y si noto el ambiente extraño lo ignoro profesionalmente. Desde su posición con la cabeza gacha vio las manos temblorosas de Sanghyeok vertiendo azúcar de manera exagerada en su cafe para luego beber un trago largo, como si de una copa de Soju se tratase. Una sonrisa nostálgica se instalo en su rostro, hacia lo mismo en sus primeras citas.

- No te cite para hacerte llorar o incomodarme a mi mismo - su voz fue neutra - Necesitamos cerrar esto. no fue correcto mandar a Jaewan como mensajero pero no sabia como mirarte, aun no se como dirigirme a ti. Por favor ¿Por qué lo hiciste? ¿por qué con él?

Un nudo se instalo en la garganta del jungla. No podía responder esa pregunta porque el tampoco sabia la razón - El me beso y yo no pude detenerlo. Te juro que no significo nada, solo fue un momento en el que mi cerebro se desconecto pero el sabe que estoy , estaba contigo - esa excusa era la peor le estaba echado toda la culpa a Smeb - Lo que quiero decir es que no puedo darte un porque. Simplemente paso y me arrepiento cada día, Kyungho-hyung no sabia que estábamos juntos y debí detenerlo pero soy tan estúpido.

- Sigues sin verme a la cara - la ira se hizo paso a través de la oración - Nos vamos - su cuerpo se tenso.

Aun encogido en la silla vio a Faker ir directo a la barra a pagar ¿Eso era todo? ¿Ya había acabado su única oportunidad para recuperar al Midlaner? Otra vez arruino todo. Su brazo fue tomado por las grandes manos contrarias y antes de poder decir algo fue halado con fuerza fuera del local. El invierno hacia acto de presencia, afuera era blanco y gris pero aun las bajas temperaturas eran soportables con una buena chaqueta. Sus pies seguían con torpeza los pasos del mas alto. No tenia miedo.  Sanghyeok lo estaba prácticamente arrastrando a algún lugar desconocido mientra murmuraba cosas en satoori. Debería estar asustado pero era su Sanghyeok, el hambre que aun amaba con toda su alma. Su espalda choco contra un pared y confundido miro a los lado para hallarse acorralado por Faker en un callejón. Una calle ciega entre dos complejos de apartamentos, un lugar que conocía bien porque cuando no aguantaban las ganas de tener los labios del otro hasta llegar a casa se escabullían ahí entre gatos y botes de basura.          

- Veme a los ojos -su cabeza fue alzada por la barbilla hasta encontrarse de cara Sanghyeok - ¿Por qué no quieres verme a la cara? ¿por qué no solo mantienes tus ojos en mi? Solo veme a mi Wangho, solo a mi como antes - las lagrimas caían por el rostros contrario - No lo mires a él nunca mas - sus labios se encontraron de manera desesperado y después de lo que según fue una vida entera para ellos volvieron a estar en los brazos del otro. 

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Disculpen la larga espera, aun no esta terminado pero hasta aquí puedo conseguir escribir esta capitulo, realmente me esforcé mucho para poder terminarlo pero ya en el siguiente estará el final.  


Después de las WorldsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora