MI LINDA MUÑEQUITA DEFECTUOSA

CAPITULO 02

En la zona mas exclusiva de la ciudad donde suelen vivir las personas influyentes como adinerada, en unas de esas imponentes edificaciones se encuentra en el décimo piso el departamento de cierto kazajo que se encontraba sentado en un sillón en una de las esquinas de su habitación, su mirada se encontraba fija en el pequeño omega que estaba profundamente dormido en su grande y confortable cama aproximadamente dos días pero no estaba seguro si era efecto de una droga o por que simplemente estaba cansado.

Con los ojos cerrados se encontraba divagando en su mente debido a que esos momentos se le venía un borroso recuerdo que le venía en pequeños fragmentos, pero de lo que estaba seguro era que no era un sueño.

FLASHBLACK

Sucedió en un día nublado como lluvioso, el se encontraba muy herido casi inconsciente producto de los múltiples golpes que recibió gracias a una pelea que tuvo con unos alfas y betas problemáticos. Al estar muy herido era imposible que el se mantuviera de pie debido a que no tenía las fuerzas necesarias por ello se mantenía recargado en la pared de aquel callejón oscuro donde se encontraba, resignándose a que nadie lo auxiliará, con la poca estabilidad que tenia se sentaba en aquella frío y húmedo piso que gracias a la tormenta que en ese momento caía en aquella tarde de septiembre. Cerraba los ojos en la espera de que todo pasara, sentía como las gotas de agua caían en su rostro al tiempo que limpiaban la sangre seca de sus heridas, pero de manera inesperada cesaron provocando que el moreno frunciera el ceño en señal de molestia.

"Hey, ¿¿que no piensas levantarte de ahí??"

En ese instante abría los ojos rápidamente para toparse con un paraguas sobre el, impidiendo que la lluvia cayera sobre su cabeza,con su mirada comenzó a recorrer ese delgado brazo que lo conduciendo a ese esbelto cuerpo donde la ropa no le impedía dejar de lado esas curvas que a cualquiera volviera loco pero al subir un poco más se topa con un delgado cuello que lo llevo directo a una fina barbilla y al subir mas su mirada se topa con un par de esmeraldas que lo miraban fijamente.