MI LINDA MUÑEQUITA DEFECTUOSA

CAPITULO 10

- ¡¡No pienso volver ahí!! - alterado arrojaba todo lo que estuviese a su disposición al alfa que con un libro que usaba como escudo intentaba protegerse del ataque del enfurecido chico.

- No tengo más opción Yurio, tengo que llevarte conmigo.

Con pasos lentos se le aproximaba sin perder toda la cautela, cuando por fin estuvo a la distancia esperada para actuar. Sin esperar mas Otabek con sus grandes manos los colocó en esa pequeña cintura que al omega le sorprendió de sobremanera y con un jalón un poco brusco lo acerca a su cuerpo, lo cual al rubio al estar muy cerca de el un tono carmesí invadió sus mejillas.

- ¡¡¡Sueltame perro!!!!- con la intención de zafarse del agarre golpeaba el pecho del mayor sin éxito alguno ya que después con nada de esfuerzo lo cargo llevándoselo a la puerta para irse de una vez - ¡Me niego a ir!!

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Actualmente.........

Ahora ambos salían de aquel lujoso edificio para después toparse con un auto ultimo modelo que los estaba esperando. Con nada de ganas el menor caminaba con el moreno hasta estar frente al vehículo y como acto de caballerosidad le abrió la puerta algo que sorprendió tanto al rubio como al canadiense por dicha acción.

A la que el respondió con un chasqueo de lengua para después abordar en la parte de atrás del vehículo. El trayecto fue de los mas tenso ya que tanto el par de alfas como ese chiquillo no les complacía ir a aquel lugar donde las tragedias eran de todos los días.

- Descuida Yurio, entre mas pronto lleguemos más rápido acabara para todos - el canadiense intentaba darle ánimos ya que lo veía demasiado tenso - No te asustes, que te vamos a cuidar en todo momento.