-❝Y es que tú eres para mí, y yo seré sólo tuyo❞.
···
Una estúpida fiesta. Eso es en lo que estaba, tenía unas tremendas ganas de escaparme por la ventana y conducir con mi auto por la carretera o algo así. Inclusive podría ir a buscar a Alonso.
A Olive quizás podría llamarla, pero jamás responde el maldito teléfono así que quedaría descartada.
—Maxine, mamá dice que traigas tu blanco trasero para abajo— interrumpió mis, para nada raros, pensamientos Winnifred para luego desaparecer por el umbral de la puerta.
Di un suspiro y me puse de pie para mirarme una última vez en el espejo. Llevaba un vestido burdeo y sinceramente, no sé si este color me favorece, digo ¡Soy pelirroja!
Salí de mi habitación dispuesta a bajar lo antes posible para luego volver a encerrarme, pero un castaño oscuro imitó mi acción saliendo de su habitación de igual manera quedando frente a frente.
—Maxine—sonrió.
—Jos—forcé una sonrisa.
—¿Vas bajando?—preguntó.
—Así es—respondí.
—¿Quieres hablar sobre...
No terminó de hablar por qué fue interrumpido por mi prima Lucille quien al verlo se le tiró encima.
—¡Jos, te extrañe tanto!—exclamó mientras dejaba besos esparcidos por toda su cara.
¿Es normal que la sangre se me caliente de semejante manera? Estoy hechando humos y no me agrada nada la situación.
Disimuladamente baje las escaleras para adentrarme en la terrible fiesta.
El rato transcurrió lentamente y ya moría por probar la comida pero mamá se negaba rotundamente a que no cenara junto con el resto.
Para Olive:
—Sácame de aquí...
«Enviar»—Oh, usas la técnica de estar en el celular para parecer más interesante—dijo alguien a mi lado, de inmediato me alarme y guarde él móvil.
Era un chico, castaño y alto, vestía formal igual que todos aquí. Se me hacía algo familiar pero no sé de dónde.
—Ah, no, la verdad es que en verdad enviaba un mensaje, esta fiesta es del asco—hice una mueca y bebí de mi bebida.
—Supongo ¿por qué no estás con Jos? después de todo son novios—se encogió de hombros.
Me atragante con mi bebida y cuando por fin aclaré mi garganta mire al chico horrorizada.
—Tranquila, su secreto está a salvó conmigo, no le diré a nadie que son novios—rió levemente.
—Ah... si, sabes, tienes razón, ahora mismo iré a buscar a mi novio—solté una risita nerviosa y corrí fuera de allí.
¡Ahora lo entendía todo! Este de aquí era su amigo, creo que de llamaba Bastián o algo así, lo había visto en algunas fotos del Instagram de Jos y hablando de ¡ese estúpido le dijo que somos novios! Yo lo rajo.
—¿Has visto a Jos?—le pregunté a Mariana, su madre.
—Oh, creo que estaba con Fernanda en el jardín, no sé de qué hablan— respondió.
—Gracias—hablé antes de volver a tomar aire y caminar hasta el jardín a paso apresurado.
Al maldito me lo encontré ya caminando en dirección a los adentros de la casa, fui más rápida y tome de su muñeca para jalar de esta y subir por las escaleras traseras a las alcobas.
—¿Pasa algo?—cuestionó el idiota.
—¡Pasa mucho! Ahora cállate—ordené mientras buscaba un lugar donde hablar.
—Que ruda—murmuró.
No encontré nada mejor que un baño.
—Ahora si ¿se puede saber qué pasa?—repitió.
—¡No! ¿Se puede saber que te pasa a ti? ¡Le dijiste a tu amigo Bastián...—me interrumpió diciendo «es Bryan»—Bryan, Bastián ¡Es lo mismo!
—Cálmate mujer—reprimió una carcajada.
—¡No me digas que me calme! ¡Le dijiste a Bryan que somos novios!—proteste.
—Oh.
—¿Oh? ¿es todo lo que dirás? ¡Por dios! Eres un idiota—me crucé de brazos mientras esperaba una respuesta de su parte.
—No tengo nada que decir—sonrió inocente.
—¿No? ¡Deberías agradecer me! Te salve el estúpido pellejo, pero tranquilo, que yo no te pediré un beso a cambio de mi silencio—gruñi.
Llamaron a la puerta justo antes de que él siquiera pudiera decir algo.
—mierda—farfullo Jos.
—¿Hay alguien aquí?—preguntó alguien, es mujer por su voz, claro está.
—¡Está ocupado!—exclamé en respuesta.
—¿No sabes dónde hay otro baño? En verdad esto es urgente.
—Claro, claro, hay uno en la habitación de Winnifred, es la del final a la izquierda—noté como el estúpido de Canela se encontraba a punto de estornudar así que en un ágil movimiento tape su boca.
—Muchas gracias—agradeció y luego sus tacones resonaron a la distancia.
Destape la boca de Jos—Eso estuvo cerca, deberíamos salir.
—Si, pero ni creas que esto se quedará así—susurré.
Sonrió y acortando la distancia entre nosotros, me dió un beso casto en los labios—: Claro que sí.
Y salió.
Tardé en procesar lo ocurrido unos segundos, pero cuando me asome por el pasillo para reclamar ya se encontraba bajando las escaleras.
¿Que estaba ocurriendo entre él y yo?
——·★·——
Hecho por riverconda.
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Un beso ➳ Jos Canela.
Short Story❝Dame un beso que el tiempo se acaba❞. #233 en joscanela 09/08/18 🎖