IX

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Una noche, estábamos en otra de las aburridas fiestas de mis padres, odiaba con mi vida éstas aburridas reuniones familiares. Mientras todos estaban ocupados alabando a Jos y su carrera (aeronáutica) yo estaba en el mesón rellenando me con comida a más no poder, lo típico.

Me preocupaba que el verano terminara; Jos iba a ir a su universidad y yo iría a la mía, lo vería mucho menos y eso me ponía mal. Ahora que había aceptado que él me gustaba y sabía que yo le gustaba, éramos más cercanos. Todas las noches nos encontrábamos en el sótano y nos besábamos a más no poder, luego ambos subíamos a nuestras habitaciones prometiendo encontrarnos la próxima noche.

Parecía un cuento de hadas, pero me alegraba saber que era la realidad. Y bien, por otro lado está el hecho de que Jos aún no me pide ser su novia y la verdad me está asustando un poco, digo, dudo que él me quiera solo para un rato, por qué me atrevería a decir que lo quiero y no solo me gusta.

Suspiré mientras me tallaba los ojos y caminaba a tomar un poco de aire, pensé en ir afuera pero estaría lleno de personas, entonces se me ocurrió ir al sótano a escondidas, dudo mucho que alguien se de cuenta.

Con precaución caminé por allí y cuando nadie prestaba atención, jale la escotilla y me adentre en el sótano.

Me senté en el sofá y abrí un libro en PDF, leería un rato, por aburrimiento, no tenía mucho que hacer y Jos, mi única entretención últimamente, parecía ocupado.

La puerta de la escotilla no tardó mucho cuando fue abierta dejando ver al castaño oscuro que se acercaba a mi.

Jos se sentó a mi lado y me dió un beso en la mejilla, nos sonreímos.

—¿Por qué te fuiste de la fiesta?— pregunto mientras me quitaba mi móvil y lo apagaba dejándolo en una mesita de por allí.

—Me aburría allá arriba— me encogí de hombros.

Imitó mi acción y se sentó a mi lado, paso sus manos por mi cintura para que me sentará sobre su regazo.

—E-escucha, Maxine— pidió— t-tu me gustas, en verdad me gustas mucho y... diablos, en verdad es difícil decir esto, yo, eh... q-queria...

—¿Quieres ser mi novio?— interrumpí.

—¿Qué?— balbuceó completamente anodadado. Debí haber sido menos directa.

—Que si quieres ser mi...— esta vez el me interrumpió capturando mis labios en un beso dulce y corto dejándome deseando más.

—Si quiero ser tu novio, aunque admito que nunca me habían pedido eso— ambos reímos y tiró de mi mano para envolver me en un abrazo.

—Te habría dado flores si lo hubiera planeado mejor— dije.

El toque de Jos acariciando mi cabello me hizo estremecer y de alguna forma, estaba más tranquila ahora sabiendo que él es mi novio y yo su novia.

—Te quiero mucho Maxine— pronunció, nos separamos un poco para mirarnos a la cara y esta vez yo tomé la iniciativa.

No hice esperar más y presioné mis labios con los suyos saboreando cada parte de estos. Su mano viajó hasta mi cintura mientras la otras jugaba con mi cabello, yo por otro lado las mantenía alrededor de su cuello atrayendo lo más hacía mí. Me preguntaba si alguien más pudiera besar como Jos lo hacía, y llegué a la conclusión de que solo él podía causar todas estas sensaciones en mí.

Esa misma noche decidimos que lo nuestro sería un secreto por ahora y que más adelante podríamos confirmarlo a la familia puesto que si no salía bien el noviazgo, nadie tendría porqué saberlo.

Estaba tan fascinada con la idea de saber que Jos y yo teníamos "algo", y ahora, ahora era más que real, es mi novio.

Jos Canela, es mi novio.

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Un beso ➳ Jos Canela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora