—¿Quien te gusta, JooHeon?—Im empezó a acercarse a los labios del nombrado peligrosamente, poniendo al peliblanco demasiado nervioso, su vista comenzó a bajar hasta los labios del contrario, que estaba con ganas de probarlos de nuevo.
Sus labios estaban a tres centímetros de distancia a lo mucho, estaban a punto de darse otro beso, si no fuera por la señora Lee que apareció en el patio trasero, llamando al nombre de ChangKyun.
—Lo siento, pero te han venido a buscar—el castaño bajo la cabeza y la volvió a levantar pero esta vez con dirección a SiYeon.
—¿Me vinieron a buscar?—Kyun recién entendió completamente el sentido de aquella oración, y estaba bastante confundido, sería demasiado raro que sus padres lo vengan a recoger y mucho menos su hermano ¿quién mas podría ser?
—Son tres chicos, uno responde al nombre de MinHyuk, creo.
—Ay, no puede ser—Kyun quisiera sorprenderse por aquello pero la verdad es que no lo hace, sabía que de alguna u otra forma iban a terminar viniendo—Gracias, ahora voy.
El menor se levantó del césped dejando a un JooHeon muy confundido y atontado, y aún con la sensación de la respiración del castaño en sus labios, sentía que podía desmayarse en cualquier momento.
—Ire a cambiarme y buscar mi ropa. No tardo—no dijo nada más, y subió hasta la habitación de Lee colocándose su ropa que colgaba en la silla del escritorio del dueño de la habitación.
Ordeno muy bien la ropa que le había prestado el mayor, dejándola en su cama. Agarro todo lo que pertenecía y volvió a bajar con dirección a la puerta, donde Joo se encontraba hablando con sus amigos, y no se veía tan cómodo.
Detuvieron su charla con el peliblando y la centraron en su amigo, quien aun seguía con su cabello algo despeinado por lo que se echaron en el pasto, además de lo que esta húmedo por la guerra de agua que tuvieron.
—Gracias por todo, JooHeon—hablo, empujando a sus amigos hasta el auto del mayor, y una vez lo suficientemente lejos, corrió nuevamente hasta la puerta regalándole un beso en la mejilla, dejándolo con una lindo color carmesí en sus pequeñas mejillas.
Heon vio como el auto se iba, hacia la dirección de la casa de Chang, y una vez fuera de su campo de vista, empezó a recapitular todo lo que había pasado, desde la noche anterior, las cuales fueron muchas, demasiadas cosas, comenzando con el beso, la supuesta declaración de amor, el hecho que durmieron juntos, desayunron juntos, lavaron el auto y por poco no se dan otro beso, ah y tampoco olvidemos el hecho de que posiblemente le guste al ChangKyun real, porque si eso es verídico todo tendría tanto sentido de porque su actitud y de por que él termino aquí, pero ahora también lo más importante es que de igual manera le gusta al Im de acá y eso significa un gran problema, por que ¿qué sucede si se confiesa? pero esta vez sobrio, tendría que rechazarle porque el propósito es volverse nuevamente amigos para que se pueda despertar ¿no? Pero que sucede si no quiere rechazarlo, si no quiere lastimarlo, ¿que pasa en ese caso? ¿Se queda aquí para siempre? Terminaría lastimando más a la personas de la realidad que del sueño, y eso le frusta.
—¡Esto cada vez se vuelve más mierda!—justo cuando piensa que las cosas se volvían mejores, cuando piensa que todo se volvió mas bonito, que después de tantas lluvias, el arcoiris sale, brilla lo suficiente para hacerte calmar... pero tan solo un momento, porque todo volvió al punto de inició, en las lluvias, en las tormentas donde todo se va al carajo, donde pensar, dormir, comer e incluso respirar lo frusta.
Justo cuando pensó que podría sonreír totalmente y en paz, que estaba bien con Chang, que se sentía cómodo a su lado, y sabiendo que él también se siente así; viendo que su amigos se hablan más que antes. Justo cuando pensó que podría vivir tranquilamente sin preocuparse tanto por saber que esta no es la realidad, vuelven a joder su mente, vuelve a él mismo joderse la mente, porque cuando todo parece claro, los sentimientos deciden entrometerse, a confundirse, a jugar, cagando absolutamente todo.
[...]
—Tú, ven conmigo—el peliblanco con suerte había dormido esos dos días, porque estaba ahí pensando un poco de más, atormentándose la cabeza.
—JooHeon—YeoReum no había hablado con él hace un tiempo pero lo veía bastante bien a comparación de la primera vez, pero ahora lo veía bastante desgastado a comparación de otros días, jalando de su muñeca hasta la azotea de la escuela.
El mayor se veía tan casando, tan indefenso, tan vulnerable, esto era exactamente a lo que no quería llegar, a lo que no quería volver.
—¿Tu sabias que le gustaba a ChangKyun?—soltó en cuanto cerro la puerta asustando a Lee.
—¿Perdón?.
—¿Sabías que le gusto al ChangKyun de allá afuera?—apunto a cualquier lugar del cielo.
—¿Qué? Claro que no—Reum rápidamente negó, no tenía idea de que ese Im gustaba del mayor.
—¿Sabías que a HyungWon le gustaba ChangKyun? ¿Sabías que le gusto a Kyunnie?.
JooHeon estaba casi seguro que YeoReum debería saber algo, ella esta al cargo del sueño, debe saber todos los sentimientos, pensamientos de las personas ¿no es así?
La castaña no dijo nada, bajo la mirada, evitando los ojos casi llorosos de Lee.—¡Responde, Lee YeoReum!—la tenia acorralada contra la puerta golpeando está con su mano derecha, asustando a la nombrada—¡Responde, mierda!.
—¡No pienso hacerlo si me gritas de esa manera!—respondio agarrando todas las fuerzas y mirándolo a los ojos, sentía que en cualquier momento se desplomaría ahí y mismo.
Lee se alejo de ella y se fue hasta la parte del barandal mirando la cuidad y el cielo, intercalando, todo esto se veía tan real, y le duele saber que no lo es.
—¿Que te hice, YeoReum? ¡¿Que te hice para que me hagas esto?! ¿!Que hice para merecer esto? ¡Dime!.
—¿¡Tú crees que estoy feliz cumpliendo deseos no deseados!? ¿!Tú crees que me gusta ver como la gente se vuelve vulnerable como tú?!—Lee siempre odiaba esta parte de este trabajo, donde le hechan la culpa a ella, que de alguna manera lo tiene—Lo odio, JooHeon, lo detesto. Pero no tengo toda la culpa, este tendría que ser solamente un deseo, que rápidamente se desvanecería, pero ahora estas atrapado en un sueño ¡Lo siento!
Las lágrimas de la castaña empezaron a bajar de sus ojos, se sentía terriblemente mal. El peliblanco remedo la acción y empezó a llorar en silencio.
Ambos jóvenes en la azotea de su escuela lloraban a mares, porque ambos se arrepienten de haber hecho cosas, uno de pedir el peor y mas estúpido deseo de todos; y la otra por cumplir aquel deseo.
•••
La historia tristemente se va acercando mas al final y no quiero *lloranding*
btw, espero que les guste el capítulo 😊.
Gracias por leer 💓.
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Who Are You + JooKyun
FanfictionWAY ¦ Ten mucho cuidado con lo que deseas, porque hasta el más mínimo deseo, se puede hacer realidad. © renxki- | dos mil diecisiete