—Un Vodka, Auston — dijo Shawn.
Al mirar a sus zapatillas un papel algo arrugado llamó su atención. Sin pensarlo dos veces lo agarró.
Shawn:
Te amo, sabrás tú desde cuando.
Pero no sabrás hasta cuando porque mi amor por ti no tiene final. Me he enbriagado con Vodka, por no poder tenerte, y me he maldecido por dejarte ir, pero serás feliz sin mí. Te lo prometo.Yo, Piper.
—Otro más. —Y las lágrimas de Shawn empaparon el papel.
El Vodka le recordaba tanto a Piper, y era algo tan raro que una bebida alcohólica tan "dañina" como el Vodka le recordase algo tan lindo como la presencia de Piper.