A tu ritmo (Saga Pure Love #3)

6

Sus dedos se movían con velocidad sobre mi clítoris arrancándome gemidos y haciendo que abriera más las piernas para él. Me tenía completamente desnuda sobre mi cama, a su merced, retorciéndome de placer por él. Me corrí y por inercia lo abrace con mis manos y piernas, apretándolo con fuerza y jadeando en su oído.

-En serio, extrañaba esos sonidos tuyos.- me beso y sonreía a mitad del beso.- ¿Me ayudas ahora? Está bien si te arrepentiste de dar otro paso.

Negué rápidamente.

Lo recosté en la cama y lo observe, con solo unos boxers azul marino que le marcaba a la perfección su erección. Con determinación baje la prenda y me quede de piedra al observar por primera vez su miembro, era grande, más grande de lo que creí que seria. Las venas se le marcaban, la punta era rosada y brillaba por el líquido pre-seminal.

Mire a Hoseok, este me miraba detenidamente esperando a que dijera algo, y luego volví a escanear su entrepierna. No podía mentirme a mí misma, me gustaba, pero también me aterraba.

Me lamí los labios y escuche una maldición viniendo de él.

-Es imposible que me tengas temblando y ansioso como un adolescente de 15 años en su primera relación sexual, y no has hecho más que mirarme y jugar con los labios.- me reí divertida por su tono de voz.- no te rías, créeme en cualquier momento comenzare a hacerme la paja enfrente de ti.

Decidí tomar las riendas del asunto y dejar de hacerlo sufrir. Toque la punta con los dedos y Hoseok tembló y cerró los ojos por un segundo apretando los labios para reprimir un gemido. Baje el dedo lentamente, recorriendo toda su longitud hasta llegar a sus testículos los cuales apreté con cuidado. Estaba explorando y Hoseok no despegaba la mirada de mí, eso me ponía algo nerviosa, pero no me limitaba para hacer lo que quería con él.

-¿Cómo lo hago?- le pregunte con un ligero rubor en las mejillas.- ya sabes, nunca lo he hecho y no quiero hacerte dañ...

Antes de que pudiera terminar él hizo que mi mano quedara entre la suya y su miembro. Movió su mano de forma lenta.

-Así, hazlo así.- dijo con la respiración entrecortada.- yo te diré cuando aumentar de ritmo.

Me soltó la mano y me dejo hacerlo sola. Era una sensación demasiado placentera, ver como Hoseok levantaba ligeramente las caderas y gruñía, sobre todo mi nombre, me tenía prendida y más cuando era claro que quien le producía ese estado era yo, con un simple movimiento de mi mano.

Me acerque a su cara y lo bese de forma desesperada, él me tomo de las mejillas y me respondió de la misma manera. Nuestras lenguas se acariciaban y luchaban por ver quien le producía más placer al otro. Estaba a mil y quería más, mucho más.

Me resigne a estar avergonzada cuando todo esto acabe, pero por el momento había lanzado mi lado racional y socialmente aceptado a quien sabe dónde.

-Me gusta tu miembro.- le dije al oído ganando un gemido de su parte y un fuerte agarre en mis piernas que estaban a cada lado de su cuerpo.

-¿Si?

Asentí. –Sí. ¿Qué otra cosa puedo hacer con el?

Lo solté y Hoseok me miro entre sorprendido y adolorido. Abrió y cerró la boca, se estaba debatiendo en que decirme. Una parte dentro de mi estaba gritando de alegría por tenerlo de esa forma, tan fuera de base y susceptible.

-¿Puedo chupártela?

Su miembro dio un pequeño brinco y me reí, poniéndolo a él avergonzado ahora.