3

1.9K 176 19
                                    

Mi madre y yo teníamos la costumbre de ir una vez al mes de compras, desde que tenía uso de razón y no me aburría, era un tiempo muy agradable entre madre e hija. Lo único incomodo es cuando las personas comienzan a mirarme de manera extraña, como con miedo o asco; como si nunca hubieran visto a una persona oscura y muy alta.

Cuando era una niña era mucho peor, porque usaba mi cabello al natural, con demasiados rulos, y no lo solo me miraban sino también me decían cosas hirientes cuando mi mamá no estaba. En la escuela se reían mucho cuando no podía pronunciar correctamente una palabra, a pesar que esos mismos niños tampoco podían decir esas palabras. Es por eso que ahora llevo mi cabello liso todo el tiempo y me volví la mejor en todas las clases, tanto en la primaria, secundaria y universidad. Ser correcta era la única forma que me tuvieran algo de respeto.

-¿Crees que ha tu padre le guste esta?- sonrió mi madre con ilusión en sus pequeños ojos rasgados. Es dos cabezas más bajita que yo y era como una niña total, sobre todo cuando nombraba a mi padre. Seguía tan enamorada de él como si aún fuera una adolescente. La envidio por eso.

-Mamá, todo lo que usas a papá le gusta.

Satisfecha con mi respuesta, tomo la blusa que me había mostrado junto a un par de vestidos y entro al vestidor.

Mientras tanto seguí dando vueltas por la tienda sin nada que llamara realmente mi atención. Hasta que vi un vestido negro, con altura sobre la rodilla y un escote en la espalda. Lo que cruzo por mi cabeza no era bueno, no con mi madre a un par de metros de mí.

Entre a otro vestidor con un vestido de mi talla. Quede boca abierta minutos después frente al espejo. Resaltaba muy bien mis curvas y mi pecho, mostraba todo lo que luchaba por ocultar, excepto con una persona.

Me tome una foto frente al espejo y se la envié. No sé por qué, pero quería que me viera tal como yo me veía ahora: extrañamente hermosa.

El corazón me palpito con fuerza cuando le envié otra donde mostraba mi espalda descubierta.

"-¿Cómo puedes pedirme que llevemos las cosas con calma, cuando me envías estas fotos? Mierda, estoy embobado mirándote."

Sonreí involuntariamente. Hoseok con un simple mensaje me alegraba el día.

"-¿Puedes tomar una donde levantes un poco el vestido? Está bien si no quieres hacerlo."

Me mire al espejo con cierta duda.

"-¿Por qué?"

Claro, esa pregunta si que fue estúpida. Hoseok hará que me quiten mi futuro título.

"-Porque te ves condenadamente sexy."

Suspire y tome la foto antes de arrepentirme, porque era una completa locura que estuviera haciendo esto. Aunque también me estaba excitando.

"-Amanda, cuando te vea te voy dar mucho más que un simple beso."

Ese último mensaje junto a una foto de él mostrándome como tomaba su entrepierna cubierta por los boxers me afecto más de lo que debería. Me sonroje y me quite el vestido, quedando solo en ropa interior.

No lo voy hacer. Amanda no lo hagas, es una locura.

Pues ya era tarde, ya había enviado la nueva foto en ropa interior. Era increíble lo rápido que había cambiado desde que nos besamos en el baño de mi casa hace un mes. No éramos novios, estábamos ahí y le había pedido a Hoseok llevar las cosas con calma, pero eso no significa que cada beso que me da no me afecte, todo lo contrario, me hacía desearlo más.

"Llamada entrante"

Abrí los ojos de sorpresa, me estaba llamando y no sabía qué hacer, estaba nerviosa. Si alguien me descubría estaba muerta. Suspire y colgué. Ya me había arriesgado lo suficiente.

-¿Mandy dónde estás?

Se me cayó el teléfono al escuchar a mi madre afuera de los vestidores.

-Estoy aquí. Ya voy.

Me coloque mí ropa de nuevo y antes de salir vi el último mensaje de Hoseok:

"-Espero que no olvides nuestra cita esta tarde."




Me había citado en su estudio justo hoy que mi hermano no tendría práctica, para que no nos viera. Hoseok estaba atado a unas cuantas normas y reglas por la compañía, una de ellas era no tener pareja hasta que sus jefes decidan lo contrario. Eso me ponía los pelos de punta, es decir, estoy ayudando a Hoseok a romper esa regla y no está bien.

Abrió la puerta con una sonrisa al verme, todo normal hasta que cerró la puerta con seguro. Ante de que pudiera decir algo ya me había tomado entre sus brazos y me sentó sobre su escritorio, se colocó entre mis piernas y me beso.

Gemí al simple contacto porque era lo que llevaba todo el día deseando, quería sus besos, sus manos sobre mi cuerpo e incluso más.

Sus manos se metieron por debajo de mi camisa y tomo con algo de fuerza mis pechos haciéndome chillar, eso lo hizo retroceder de golpe.

-Lo siento.- dijo algo apenado. Ladee la cabeza cuando me ayudo a bajarme del escritorio.- no se supone que te quería ver solo para besarte o tocarte, no quiero que pienses eso.

Sonreí como tonta al sentir algo cálido en mi interior.

-No lo había pensado.

Lo tome de los hombros y me acerque para darle un beso corto. Fue su turno de sonreír y me derretí, esa hermosa sonrisa sería capaz de derretir un iceberg.

-¿Quieres helado?- señalo unas bolsas sobre el escritorio que tenían dos botes de helado, galletas y chocolate.- lamento no poder llevarte a una heladería con bonita vista y todo eso, pero compre estos dulces y varias películas, por su puesto, tu elegirás cual vamos a ver.

Parecía que la sonrisa me la hubiera tatuado en el rostro. Era el detalle más lindo que algún chico con el que hubiera salido habría tenido conmigo. Demasiado lindo como para hacerme caer más bajo por este chico.

-Me parece bien.- baje algo la mirada avergonzada y con las mejillas encendidas.- si estás conmigo, está bien.

No espere que mis palabras le afectaran tanto como para que me tomara de las mejillas tan rápido como pudo y devorarme los labios, de nuevo. No lo detuve, enrede mis dedos en su cabello y lo atraje hacia mí con ganas, porque si había algo que había despertado Hoseok, además de cariño, era el deseo, deseo puro y sin diluir.

-Lento, iremos lento.- dijo separándose con la respiración entrecortada.- te lo prometí.

Odiaba mi decisión en este momento, pero mi parte cuerda y él tenían razón. No debo apresurarme con esto, debo disfrutar cada cosa que pueda hacer con Hoseok, cada cosa que pueda enseñarme en esta área donde era completamente virgen.



Helloooooo ¿Me extrañaron?

¿Qué opinan de Amanda y Hoseok?

Lamento estar desaparecida, estoy en las últimas semanas del semestre y el proyecto me tiene full, pero intentare escribir para ustedes por las noches <3

A tu ritmo (Saga Pure Love #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora