¿Tregua?

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Era Granger, debo admitir que me sorprendí al verla buscar un vagón, no era común en ella , teniendo en cuenta que tenía a sus amigos, sin embargo no me apetecía ser un grosero con ella, ya no, suficiente tenía con que todas las personas me considerasen un gilipollas, como para seguir alimentando eso con mi comportamiento, aunque sé que no podría ser tampoco, el señor amable, pero humillar o hacer herir a las personas ya no formaban parte de mis planes, aunque podía seguir con mi actitud fría o distante. Además, en lo que a mí respecta, este año quería pasar desapercibido , a pesar de seguir siendo el prefecto de slytherin (quién lo hubiera imaginado, yo sin querer llamar la atención), así que para no ser grosero, por qué no invitar a Granger a que se siente aquí. Ella había aceptado, y después de haberme dicho que yo no era invisible para ella, trate con todas mis fuerzas reprimir esa sonrisa que se asomaba en mis labios, y la cual gracias a Merlín, termino siendo un tipo de mueca extraña, aunque ella sonrió de manera natural al ver mi expresión.

Había pasado un par de minutos, desde que Granger había ocupado el asiento de enfrente, no sé si esto le resultaría incomodo, pero a pesar de ver el paisaje no dejaba de echarme ciertas miradas disimuladamente, aunque yo por mi parte no hacía lo contrario, ella estaba diferente, se le veía más madura, con cierto aire de fortaleza, y su cabello si bien no era aquel que amenazaba con comerse todo Hogwarts, aun seguí un tanto voluminoso, pero por la finura de su rostro, hacían juego perfectamente , dándole un aspecto dulce, hasta puede que se viera linda.

-Malfoy-dijo ella alejándome de mis pensamientos- ¿Qué tal tus vacaciones?- continuo cuando observo que le prestaba atención.

- No hay mucho que decir, ya sabes después de todo el asunto de los juicios, mi familia simplemente ha desaparecido de la estela social, así que me he pasado prácticamente todo el verano encerrado en mi habitación, y ¿tú qué me dices?- le contesté, aunque rápidamente añadí- eh, por cierto, gracias a ti y a tus amigos por las declaraciones en los juicios- y vaya que su rostro ahora era de sorpresa.

-De nada Malfoy-contesto contrariada-después de todo, no creo que tus convicciones estuvieran del lado de él- esas palabras me había tomado por sorpresa- y bueno, después de la guerra me dedique a buscar a mis padres, les había aplicado un hechizo desmemorizador para protegerlos, pero los encontré, y he estado recuperando el tiempo perdido con ellos.

-Eso es fantástico, qué bueno escuchar que los tienes a tú lado-dije- y dime ¿han quedado algunas secuelas?-añadí, ya que por alguna razón, esta conversación no era del todo incomodada.

- No, para nada, solo tuve que lidiar con las incesantes preguntas y uno que otro regaño de mis padres.

- Bueno, son tus padres, ya me imagino su reacción al saber que había desaparecido y todo ello.

- Lo sé- contestó- ¿y tus padres cómo están? - ¿En serio te interesa?- contesté, aunque rápidamente me di cuenta que había sido un error- lo siento- me apresure a decir- es solo que últimamente me he acostumbrado a la indiferencia de la gente, y esas miradas de desprecio cuando fuimos con mi madre al Callejón Diagon- le comente, ya que no me di cuenta de lo grosero que fui, mientras tanto ella solo me observaba- mi madre está bien- continúe- durante las vacaciones ha estado haciendo remodelaciones en la mansión, para ya no recordar el aspecto de antes, también se a dedicado a cuidar del jardín, y a visitar o invitar a mi tía Andrómeda y Teddy a la mansión, y, pues, mi padre, maneja un tanto los negocios para que no se vayan al drenaje, pero la mayor parte del tiempo se mantiene encerrado en la biblioteca o su despacho, y no lo veo más que en los tiempos de comida.

- Lamento escuchar eso- contesto -no te preocupes- añadí- después de todo, con cosas como estás te das cuenta de en quien puedes contar realmente. ¿Y por qué decidiste regresar?, bueno creo que fue una pregunta estúpida considerando tu amor a los estudios- ella sonrió.

-No, para nada-dijo- es que, bueno, si tienes razón que es por mi amor a los estudios como tú dices, pero creo que es más por el hecho de que estamos creciendo, y Hogwarts aún nos da una oportunidad para acogernos, antes de lanzarnos al mundo, ya sabes, estudios en la academia, conseguir un buen trabajo, en fin. Y tú, ¿por qué volviste?.

-Esa sí que es una buena pregunta- le conteste- fue por mi madre, créeme que no se me hacia ninguna alusión regresar a Hogwarts, es más, hasta considere desaparecerme un tiempo e irme al mundo muggle por increíble que te parezca, al menos ahí no estarán acechándome con sus miradas.

-Vaya eso sí que no me lo esperaba, tú en el mundo muggle es inimaginable- dijo bromistamente.

- Eso es Granger, búrlate de mí, pero investigue un par de libros y me quedé fascinado con un lugar llamado Fontana di Trevi en Roma, aunque creo que de haber ido me hubiera perdido- ella sonrió, y añadió un poco incomoda- bueno, si alguna vez te apetece conocer el mundo muggle, creó que podría servirte de guía- me dijo un tanto apenada.

-Eso sí que sería genial Granger- y justamente en ese momento vimos que nos acercábamos al castillo- creó, que deberíamos cambiarnos ya- dije, y ella se levantaba para salir del vagón, pero antes de que se fuera la llame- hey, Granger, ¿es esto una tregua?- le dije.

-No Malfoy- y ella debió ver mi rostro de sorpresa porque se apresuró a decir- una tregua es una detención temporal de una lucha o una guerra, y en lo que a mí me compete no somos enemigos o ¿sí?

-Por supuesto que no, nos vemos Granger- le contesté

-Adiós Malfoy- me contestó, con una sonrisa en su rostro.

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