A la luz

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Draco había despertado ya tarde, sorprendido se metió rápidamente a la ducha, se vistió y fue directamente a su clase. Hoy compartía la primera clase con Revenclaw.

Cuándo entro a clase se sintió sumamente incómodo, todas las miradas estaban clavadas en él. Los Revenclaw por una parte curiosos y los Slytherins por otra parte  indignados y furiosos.
—Pase señor Malfoy—le pidió el profesor.
Draco tomó asiento a la par de uno de sus compañeros de casa bajo la mirada atenta de cierta rubia.
—Profesor— levantó la mano el chico—¿Es necesario que estemos sentados en parejas? No me hace ninguna gracia sentarme al lado de un hipócrita traidor a la sangre.
—Señor Rosier, por favor guarde sus comentarios. Yo no...
—Profesor—le interrumpió Luna dulcemente. —Yo puedo cambiar de asiento con Rosier, creó que sería mejor evitar cualquier inconveniente.
—De acuerdo señorita Lovegood. Señores, por favor.
El chico tomó sus cosas y cambio de asiento con Luna  bajo la mirada de sorpresa de la clase.
Cuando la clase por fin inicio, Draco confundido preguntó.
—¿Lovegood, que rayos ha sido todo esto?
—Malfoy, alguien ha divulgado que tienes una relación con Hermione.
—¿Qué? ¿Pero cómo paso?
—No lo sé Malfoy, hoy en medio del desayuno cayeron cientos de pergaminos que anunciaban su relación.
—Hermione— dijo preocupado el chico.
—Ella no nego ni asumió nada, salió del comedor en cuánto vio que no estabas ahí.
—Mierda— mascuyo el chico. —Si a mí me han visto así, no quiero imaginarme a ella. ¿Qué hago?
—Besarla frente a todo el comedor   y demostrarles lo mucho que se aman.
—No es tan fácil. El imbécil de Weasley ni siquiera lo ha aceptado.— Weasley, vinó el nombre a su cabeza, el malnacido ese debía ser él responsable de todo.
—Malfoy—lo llamó Luna— Si te hace sentir mejor Ginny y Harry la están apoyando en este momento. No están solos en esto.
—Gracias Lovegood. ¿Éstas segura que Theo no té hechizo para estar contigo?— Luna río por lo bajo.
—Tan segura como que tú y ella podrán con todo.—Él le sonrió de lado agradecido.  Esperaba que la rubia tuviera  razón.

*******
Hermione había salido del comedor en cuanto su mirada no encontro la de Draco. Estaba preocupada por lo que pudieran hacerle al chico. Sin emabargo ella ahora se encontraba con varias miradas recriminatorias mientras avanzaba el día. Harry y Ginny la mantuvieron cerca para evitar cualquier problema, pero un comentario de una chica llamada Romilda la cabreo.
—¿Qué paso Granger? Ahora haces trabajo de caridad acostandote con mortifagos, o es Malfoy el que te hace el favor. Aunque aún me sorprende lo bajo que han caído ambos.—Habló con burla y malicia.

—Tú mejor dime— Le habló decidida Hermione— ¿El cerebro dejó de funcionarte antes o después de que Harry te rechazará? Porque recuerdo lo bajo y desesperada que estabas para enviar chocolates con amortemia.
El rostro de la chica enrojecio de la cólera, rabiosa disponía a marcharse.
—Hey Romilda— la llamó Draco, llamando la atención de la chica, de Hermione y sus amigos.— Siento haberte rechazado en quinto grado, y que Potter lo halla hecho en sexto. Pero deja de meterte así con mi chica que luces patética.
La chica colorada por el enojo salió corriendo por el pasillo, con sus amigas marchando tras de ella totalmente atónitas.

—Potter, Weasley— dijo saludando a los chicos. — ¿Les importa si me llevo a Granger?

—No creó que sea lo mejor Malfoy— contestó Harry.

—Potter, ella es mi novia. Yo sabre cuidarla.

—Nos vemos chicos.—Habló Hermione.
—Pero Hermione...—dijo Harry rápidamente.
—Necesitamos resolver esto. No te preocupes.
—Esta bien.—dijo aún inconforme, mientras  Draco y Hermione salían por el corredor.

—¿Ginny?
—¿Sí Harry?
—Por favor, dime que no acabó de ver a Malfoy defendiendo a Hermione.
—Lo siento. Pero esa serpiente ha sacado los colmillas por su leona.



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