VI

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Ya había pasado una semana, las chicas a veces salían juntas, Troy iba a diario al apartamento a visitar a Lauren, cosa que le molestaba bastante a Camila. Ahora estaba Camila acostada en su cama, deprimida y pensando:

No puede ser Camila, a ti siempre te han gustado los hombres, ¡eres heterosexual! Lauren Lauren no puede gustarte, ¡es imposible! ¡No puedes quererla! No No No - Se repetía a sí misma tratando de convencerse pero mientras lo hacía solo se le venía a la cabeza la imagen de Lauren sonriendo- ¡Dios! ¿¡Qué ***** me pasa!?

Y para complicar más la situación entró Lauren en el cuarto:

- Camz ¿puedo pedirte un favor?

- Si, claro ¿Qué pasa?

- -Sentándose en la orilla de la cama- Ally salió

- ¿Si? ¿A dónde fue? No me dijo que fuera a salir

- La llamó alguien, no sé quien, y me dijo que iba a salir -Camila asintió con la cabeza- Bueno, verás

Lauren empezó a levantarse poco a poco la camisa, despacio de una forma que estaba haciendo a Camila excitarse solamente con mirarla, casi se estaba quedando sin respiración. Cuando Lauren ya se había quitado la camisa le explicó:

- Ayer fui con Troy a hacerme un tatuaje - Se apartó un poco el sujetador, sin sobrepasarse, para que Camila viera que en un poco más arriba de su pecho izquierdo había un plástico pegado con un nombre tatuado, nombre que no pudo leer bien - Y quería ver si me podías ayudar a curarlo, yo lo estuve intentando pero es muy incómodo

- Si... -Intentando apartar la vista del tatuaje y mirándola a la cara- Si... claro ¿Tienes la crema?

- Está en el baño

- Ya vengo

Dicho eso se levantó y fue al baño para coger la crema, mientras pensaba: ¿El nombre de alguien tatuado? ¿En el lado izquierdo del pecho? No soy una experta en tatuajes pero creo que eso se hace cuando alguien se muere

Sus pensamientos fueron interrumpidos por Lauren que le propuso algo:

- Oye Camz, mejor lo hacemos en el salón, estaremos más cómodas

¿Lo hacemos? –Pensó pervertida mente Camila- ¡Vale, voy! – Respondió gritando desde el baño- ¿Cómo puedes pensar ese tipo de cosas, Camila? –Pensando-

Fue hasta el salón y vio a Lauren sentada cómodamente en el sofá, se acercó tímidamente a ella y se sentó a su lado, muy pegada a ella, tanto que sus muslos se rozaban. Poco a poco acercó su mano al plastiquito transparente de Lauren y sin pronunciar ni una sola palabra lo quitó despacio, intentando no hacerle daño.

Ahora sí, pudo leer el nombre: Alejandra. Dejó el plástico encima de la mesa y agarró la crema, ahora venía lo realmente complicado: masajear la parte alta del pecho de Lauren. Cogió la crema, puso un poco en su dedo índice y tímidamente llevó su dedo hasta el lugar del tatuaje, masajeándolo despacio, con delicadeza aunque sin dejar de pensar en quien era Alejandra y por qué se lo había tatuado.

Lauren notó lo pensativa que estaba Camila así que decidió decirlo:

- Era mi hermana

- Esta vez eres tu la que ha conjugado mal el verbo -Sonriendo y comprendiendo lo que Lauren quiso decir- ES tu hermana. - Corrigiendo a Lauren-

- Si, ES -Sonriendo-

Camila continuó extendiendo la crema suavemente y de pronto Lauren dice.

- Cuando yo tenía 15 años ella me

- No hace falta que me lo cuentes – Interrumpiéndola, dejando de extender la crema y mirándola a los ojos, muy cerca-

Un Amor InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora