XIII

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- Hola Camz -Dándole un tierno beso en la frente- ¿Lauren está?

- Si, claro que está -Haciéndose a un lado bastante deprimida y dejando que su amigo pasara-

Troy entró y detrás de él fue Camila con la mirada clavada en el piso. Él mantuvo su amplia sonrisa y caminó hasta la sala donde se encontró a Ally y Lauren hablando. Ally miró a Troy y eso hizo que Lauren mirara también.

- Cariño -Se levantó- ¿Y esto? –Mirando el ramo de flores con la boca abierta-

Rápidamente Ally busco a su amiga con la mirada y la encontró justo detrás de Troy con los ojos húmedos y bastante triste.

- Pues como no tenías ganas de salir de casa he venido yo hasta tu casa -Sonriendo- Y bueno te traje este ramo de flores ¿Por qué? ¿No te gustan? Un poco cursi, ¿verdad? –Decía preocupado-

- No, para nada es cursi -Agarrando las flores con una sonrisa- Me encantan gracias – Dándole un corto beso en los labios que Troy profundizó-

Ese beso le dolió a Camila, le dolió mucho, mucho más que todo lo que Ally le había dicho horas antes Cerró fuertemente los ojos, forzándolos a que se tragaran todas las lágrimas que luchaban por salir.

Troy estaba profundizando demasiado el beso y Lauren se vio en la obligación de separarse, aunque con una sonrisa. Definitivamente la Pelinegra tenía un buen lío en su cabeza y en su corazón con eso, Troy le había ganada parte de su corazón pero y ¿Camila? Ella también estaba en otra parte de su corazón

- Bueno, ¿qué? Vente conmigo a dar una vuelta. –Le rogaba Troy a Lauren- Vamos por favor -Agarrándola de la mano-

- Mi amor es tarde

- ¿Y eso qué? Vamos a dar un paseo por la playa y a ver las estrellas, ¿qué me dices? –Con una sonrisa-

- -Suspiró- Ok pero solo un ratito, ¿está bien?

- Vale –Sonriendo-

De repente se escucharon desde la calle varias bocinas sonando.

- ¡Mier*da! ¡Me dejé el coche en doble fila! Mi amor te espero abajo, ¿vale? -Lauren asintió- ¡Adiós chicas! –Despidiéndose de Camila y Ally y saliendo corriendo por la puerta-

- ¿Les importa si voy con él? –Preguntó a ambas, aunque únicamente mirando a Camila-

- No, para nada puedes irte tranquila -Respondió Ally, ya que Camila únicamente la miraba desde lejos-

- ¿Camz? –Preguntó la Pelinegra a Camila ya que su respuesta era la que realmente le importaba-

Si Camila se lo hubiera pedido, la Pelinegra se habría quedado allí, con ella Sin embargo Camila le dijo:

- Pásalo bien -Dijo simplemente, a duras penas ya que le estaba costando demasiado aguantar el llanto.

- Está bien -Contestó Lauren- De todas formas no volveré tarde

Dicho esto caminó hasta la puerta pasando por el lado de Camila, mirándola a los ojos; en ese momento Camila cerró los ojos, no podía mantenerle la mirada sin derramar una lágrima Sin más Lauren salio y en cuanto la puerta se cerró Camila se sentó en el suelo, apoyada en la pared que había a su espalda y dejando que por fin las lágrimas salieran sin compasión. Ally, rápidamente y sabiendo que eso sucedería, se sentó al lado de su amiga y la abrazó.

- Ally ya no tengo ninguna duda, la quiero. Estoy enamorada de ella -Llorando en el hombro de Ally, sin ninguna intención de frenar sus lágrimas-

- ¿Estás segura? –Le preguntó Ally a Camila-

- Desgraciadamente si. ¿Por qué me tuve que enamorar de ella? ¡¿Por qué?! –Ally no contestó a esas preguntas, simplemente la abrazó y dejó que llorara-

Pasados algunos minutos Camila se separó, ya más desahogada y secándose las lágrimas.

- No soporto ver eso Me mata ver como lo besa ¡No puedo! –Poniéndose nuevamente nerviosa-

- Camz -Agarrando a su amiga del metón, intentando que la mirara a los ojos- Relájate, ¿vale? Y escúchame No sé si Lauren siente lo mismo que tu, pero estoy completamente segura de que algo siente por ti

- No, no siente nada por mi ¿No viste lo feliz que puso cuando Troy le trajo las flores?

- Si, claro que lo vi Pero

- ¡Pero nada! –Sin dejarla hablar- Esto se me está yendo de las manos simplemente tengo que olvidarla y ya está

- Camz, de verdad creo que

- Que nada -Levantándose- Ally, gracias, de verdad gracias, pero no quiero hacerme ilusiones así que prefiero olvidarla y ya está

- Como quieras Camz -Levantándose también- ¿Crees que puedas olvidarla?

- Por supuesto, la voy a olvidar -Muy segura de sí misma- Y te tengo que contar algo

- ¿Qué?

- Pues es que hice algo

- ¿Hacer? ¿Qué hiciste?

Camila le contó a su amiga lo que le había dicho a Lauren en el coche.

- ¿Estás loca? ¿Cómo le dices eso? –Sorprendida-

- Pues no sé Ally es verdad, estoy enamorada no quería mentirle

- De todas formas le mentiste -Camila la miró sin comprender así que ella explicó- No le dijiste que esa persona es ella

- Exacto, no le dije que es ella pero eso no es mentir, simplemente no contarlo todo

- Está bien -Sin ganas de discutir- Me voy a dormir

- Si, yo también

Ambas se fueron cada una a su cuarto, Ally se quedó dormida en un momento pero Camila no, Camila no podía para de llorar y de pensar: ¿Olvidarla? ¡Es imposible! ¿Por qué no puedo ser yo la que regale flores? ¿¡Por qué no puedo ser yo la que la bese!? ¿¡Y por qué no puedo ser yo la que pueda hacerla suya, amarla, entregarse a ella!? –Entre más lo pensaba más lloraba-

Casi se estaba quedando sin aire, necesitaba salir y tomar agua, mucha agua. Salió de su cuarto y tuvo la tentación de ir a mirar si Lauren ya había vuelto Así que se dirigió al cuarto de Lauren y, despacio, entró pero como se imaginaba en el cuarto no había nadie, Lauren aún no había vuelto. Retomó su camino hasta la cocina y bebió una gran cantidad de agua, pero eso no le sirvió para dejar de llorar ya que parecía que al beber el agua se habían creado más lágrimas.

Se sentó en el sofá derrotada, dejando que la oscuridad de la noche la absorbiera mientras sus lágrimas salían sin compasión de sus ojos. De repente, en medio del llanto, la puerta se abrió sin que ella se diera cuenta y atrás de la puerta apareció Lauren, quien nada más entrar escuchó los llantos de alguien. Rápidamente encendió la luz y vio a Camila sentada en el sofá llorando Al notar que la luz se encendía Camila se sobresaltó y miró hacia la puerta, donde encontró a Lauren mirándola.

- Camz... ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras? – Acercándose a ella y sentándose a su lado- Tienes los ojos hinchados -Acariciándole la cara y secándole las lágrimas con sus dedos pulgares- y la boca seca -Mirando sus labios y acercándose a ella inconscientemente-

Ahora las miradas de ambas eran intermitentes entre sus labios y sus ojos, la lejanía de sus caras se iba acortando, tenían las frentes pegadas y la respiración bastante agitada.

- No soporto verte llorar - Casi susurrando-

Camila, quien hasta hora no había dicho nada, levantó tímidamente su mano izquierda y acarició suavemente la cara de Lauren, provocado que la piel de la Pelinegra se erizara considerablemente; tanto que Camila se dio cuenta y por ello sonrió. Lauren por el nerviosismo de la cercanía también sonrió, pero ahora su mirada estaba fija en los labios de Camila. ¡Dios! deseo tanto probarlos -Pensó la Pelinegra-

Milagrosamente, parecía que Dios había escuchado ese ruego por parte de Lauren, ya que Camila se fue acercando poco a poco a sus labios, decidida a atraparlos.

Un Amor InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora