Un Amor Inevitable

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- No -Respondió Ally con una sonrisa, sonrisa que le costó poner mucho en esos momentos- Bueno yo me voy a ir ya para el apartamento, estoy cansada y Camz quería hablar conmigo ¿Podrás cuidarte solo?

- Si pero ¿de verdad que no te dije nada grosero?

- Que no -Le volvió a sonreír- No te preocupes

- Vale

- Si quieres cualquier cosa me llamas que vengo

- Si, gracias –Sonrió-

- Cuídate -Se acercó a su cara y le dio un tierno beso en la mejilla- Te quiero

- Yo también -Sonriendo-

Ally salió de la casa de Troy lo más rápido posible, quería escapar de allí.

En el otro apartamento Camila no entendía la reacción de Lauren.

- Cariño -Intentando acercarse a ella- ¿Qué pasa? ¿Qué te dijo?

- ¡¡Jo*der!! –Gritó con rabia, golpeando la mesa cercana a ella, llorando-

- ¿¡Qué pasa!? –Gritando ella también, como si eso sirviera para que contestara-

- ¡¡*********!! ­–Continuaba gritando, sin contestarle a Camila-

- ¡Ey! –Consiguió por fin agarrarla de ambos brazos- Tranquilízate

- ¡Todo es culpa mía! –No hacía caso a Camila-

- ¡Lauren! –Le agarró la cara intentando que la mirara y así tranquilizarla- Relájate -Por fin parecía que Lauren la miró y se tranquilizó un poco- ¿Qué pasa? –Acariciándole las mejillas-

- Mi papá -Dijo entre llantos-

- Tu papá –Repitió Camila- ¿Qué le pasó?

- Está mal está está mal -Entre sollozos-

- Ven acá -Jaló de ella hasta el sofá y se sentó allí con ella- ¿Por qué está mal? ¿Qué le pasa?

- Tiene un cáncer Camz -La miró, con miles de lágrimas saliendo de su cara- se va a morir.

- No, no digas eso -Secándole las lágrimas con los pulgares- Ya veras que se va a poner bien

- ¡No! –Se levantó- No se va a poner bien, ¡se va a morir, ella me lo dijo! ¿Y sabes por qué? ¡Por qué yo me fui!

- -Se levantó también- ¿¡Por qué te empeñas en qué todo es culpa tuya!? No es culpa tuya Lauren

- ¡Si, si lo es!

- -Suspiró-No lo es y sé que es difícil pero cariño, tranquilízate

- ¡No me puedo tranquilizar!

- No ¡es más fácil echarte la culpa, ¿verdad?!

- Jo*der Camila -Se volvió a sentar en el sofá, escondiendo la cara bajo sus manos- Primero mi hermana ¿y ahora mi papá? –Camila se sentó a su lado- No sé si voy a poder soportar perderlo a él también -La miró, llorando-

A Camila le dolía verla así y lo peor de todo es que no podía hacer nada, solo consolarla.

- No, no lo vas a perder -La abrazó-

Estuvo por un tiempo abrazándola y, durante el abrazo, le dijo:

- Y si eso pasa. Lauren, no te puedes hundir -Lauren solo lloraba- Yo estoy aquí contigo, no voy a dejar que te hundas

En ese momento Ally entró por la puerta, Lauren se separó de Camila y se secó las lágrimas.

- ¿Todo bien? –Preguntó Ally, dejando su bolso en la mesa-

- Si -Respondió Camila, ya que Lauren no lo hizo-

- ¿Seguras? –Mirando al suelo, donde estaba el móvil de Lauren-

- Si, todo bien Ally -Repitió Camila-

Lauren estaba ahora de pie y de espaldas, secándose las lágrimas e intentando tranquilizarse.

- ¿Cómo está Troy? –Intentó cambiar de tema Camila-

- Pues de lo de la cabeza bien -Se sentó al lado de Camila- ¿De qué teníamos que hablar?

- -Interrumpió Lauren- Voy un momento al baño -Aún de espaldas y con la voz rota- Ya vuelvo

En cuanto Lauren entró en el cuarto:

- ¿Qué pasa? –Preguntó Ally-

Camila suspiró, sin contestar.

- ¿Camz? –Deseando una respuesta por parte de la castaña-

- Pues se acaba de enterar de que su papá tiene un cáncer muy fuerte y no le queda mucho tiempo

- Jo*der -Ally se había quedado casi sin palabras y eso fue lo único que le salió- La pobre su hermana y ahora

- Ya, lo sé pero creo que ahora necesita estar un ratito sola

- Bueno ¿De qué teníamos que hablar?

- Tenemos que buscar trabajo Ally dentro de poco no vamos a poder pagar el alquiler

- Si, tienes razón, pero va a ser difícil encontrar algo

- Ya, igualmente hay que intentarlo y con urgencia

- Vale, pues mañana salimos a buscar trabajo pero yo ahora me voy a dormir

- No sé ni como tienes los ojos abiertos, seguro que no has dormido en toda la noche

- Algo dormí pero si, tengo sueño -Se rió- Me voy a dormir, si pasa algo me avisas

- Vale –Le sonrió-

Ally se metió en su cuarto y Camila, después de esperar un buen rato a que Lauren saliera, decidió entrar al baño. Al entrar se dio cuenta de que Lauren se estaba duchando. Nuevamente, y sin pensárselo dos veces, abrió la mampara.

- ¿Estás bien? –Lauren estaba apoyada en la pared de la ducha, mientras caía agua por su cabeza-

- No -La miró-

Camila entró en la ducha y cerró la mampara. Automáticamente se empapó, cosa que no le importó.

- Pensé que me ibas a avisar cuando te fueras a duchar para ducharnos juntas –Dijo ella, intentando sacarle una sonrisa a la Pelinegra, y lo consiguió- Lauren -Le agarró la cara, apartándole el pelo mojado que caía por su frente- No voy a dejar que te encierres en ti misma

- No voy a poder aguantar otra pérdida más -Agachó la cabeza, nuevamente sus lágrimas luchaban por salir-

- Dios -Suspiró- No soporto verte así y es que no sé que decirte

- -Volvió a levantar la cabeza- No hace falta que digas nada

Dicho esto la besó, pero esta vez ese beso era extraño, salvaje, loco Camila lo notó. Lauren la estaba besando con rabia, como intentando desahogarse y eso no le gustaba. Aún así correspondió al beso; Lauren la pegó a la pared y empezó a besar y morderle el cuello con brutalidad.

- Lauren

Lauren no respondía, estaba fuera de sí, ahora sus manos estaba en el trasero de Camila, apretándolo contra sí. De un momento a otro tiró de la camisa de botones de Camila, quitándola de la forma más salvaje posible. Camila no entendía lo que estaba pasando. esa no era Lauren. La forma en que la tocaba le recordaba al chico que la había violado antes, lo hacía con brutalidad.

- Lauren

Lauren tiró del pantalón de Camila, consiguiendo así desabrocharlo. La Pelinegra estaba rabiosa, necesitaba hacerla suya, no sabía por qué, pero lo necesitaba. Camila estaba cada vez más nerviosa y angustiada:

- ¡Lauren! –La separó por fin- ¿Se puede saber qué co*ño te pasa? –Con la respiración agitada porque, aunque eso no le gustaba, la había dejado excitada-

Por fin Lauren se dio cuenta de lo que había hecho, se separó.

- Perdóname No sé no sé que me pasó, perdóname -Volvió a repetir, saliendo de la ducha-