44

5K 187 4
                                    

- ¿Tú quien eres?

- Pues soy Camila, la soy la -Se había puesto nerviosa, no sabía que decirle- amiga amiga, si, amiga de su hija

- Ah oye por favor dile que me llame, me urge hablar con ella

- Si, no se preocupe yo se lo digo ¿A este número?

- No al que tiene en la memoria con mi nombre, lo que pasa es que llamé desde número desconocido haber si así me respondía

- No se preocupe señora, la va a llamar -Muy segura de ello-

- Eso espero gracias, adiós

- No tiene que darlas, bye -Colgó-

Puso el móvil nuevamente encima de la mesa, quedándose pensativa. En ese momento Lauren salió de la ducha, nuevamente con su albornoz puesto.

- ¡Me dejaste sin toalla! ¿Querías volver a verme desnuda o qué? –Sonriendo pervertidamente-

- Bueno no te miento si te digo que no me habría importado –Se rió-

- -También se rió- ¿Qué tal el desayuno?

- Riquísimo Gracias -Le sonrió-

- No me las tienes que dar –Le picó un ojo, sonriendo también- Voy a vestirme, ahora vengo -Haciendo el ademán de caminar hasta su cuarto-

- No no, espérate -Lauren se detuvo y la miró- Tenemos que hablar

- ¿Pasa algo?

- Si -Mirando el móvil- tu mamá llamó

- -Suspiró- ¿Otra vez?

- Si

- ¿Hablaste con ella?

- Poquito pero si me dijo que la llames urgente-Lauren se quedó callada- ¿No la vas a llamar?

- No -Volteándose y caminando hasta su cuarto-

- ¿Cómo que no? –La siguió- Tienes que llamarla

- No, no tengo que llamarla -Abriendo su armario-

- Lauren... tal vez sea algo urgente

- No, no es nada urgente, simplemente quiere darme una de las charlas sentimentales sobre la muerte de mi hermana y ¿sabes qué? -La miró- No me apetece.

- Pero a ella si le apetece verte.

- A mi también me apetece ver a mi hermana y no puedo

- ¡Pero es que no fue culpa de ella!

- -Suspiró- Camila no quiero volver a hablar de esto, ya está.

- No, no está... Te lo voy a decir muy claro Lauren -La apuntó con el dedo- O la llamas tú o seré yo quien la llame -Lauren fue a hablar pero ella no la dejó- ¡Y me da igual como te pongas! Llámala y si no, atente a las consecuencias –Dicho esto salió del cuarto, cerrando la puerta-

- No, ¡Camila ven acá! –Salió del cuarto, abriendo con brusquedad la puerta- ¡Ni se te ocurra llamarla! –Ahora era ella la que la apuntaba con el dedo-

- Si no lo haces tú lo haré yo

- ¡Pero ¿por qué!? Jo*der. –Respiró hondo, intentando calmarse- ¿Por qué tanta pesadez con qué la llame? ¡No entiendo por qué te empeñas tanto en que lo haga!

- Ya te dije sé lo que es estar sin papás y tu tienes la oportunidad de estar con ellos, ¡es una tontería lo que estás haciendo! Además, a ti lo único que te pasa es que no has superado la muerte de tu hermana

Un Amor InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora