XI

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Camila se quedó blanca, en cuando estuvieran solas iba a matar a Ally.

- Eh si, claro claro que si ¿Te importa que yo? –Le preguntó tímidamente a Camila-

- No, no me importa

Poco a poco Lauren se agachó y se colocó a un lado de la cintura de Camila. Lentamente echó la crema en la espalda de Camila aunque sin tocarla. Después de intentar perder tiempo acabó de echar la crema, tapó el bote, respiró hondo y se dispuso a extenderla. Apoyó suavemente su mano derecha en el centro de la espalda de la castaña y poco a poco, usando ambas manos, extendió la crema. Subió a los hombros de Camila, allí los masajeó suavemente y empezó a bajar sus manos por la espalda de Camila, volviendo al centro y disponiéndose a bajar más abajo. Camila estaba realmente nerviosa, el simple contacto de las manos de Lauren con su cuerpo provocaba que el calor subiera considerablemente. Lauren continuó extendiendo la crema llegando hasta la cintura de la castaña, produciendo así que la piel de Camila se erizara a simple vista, tanto que Lauren lo notó pero no le dio importancia. Deseando acabar ya con su trabajo, Lauren dijo:

- ¿Así está bien?

- Si gracias –Contestó Camila tímida-

Lauren se quitó del lado de Camila y se sentó en su toalla mientras Camila se incorporaba para mirar el mar, buscando a su amiga.

- ¿Y Ally? – Le preguntó a Lauren ya que no encontraba a Ally por ningún lado-

- Mmm -Mirando la orilla de la playa- Pues no sé, no la veo

- ¿A donde habrá ido?

- No sé, alomejor fue a comprar agua, o un helado o yo que sé -Soltando una pequeña carcajada-

Estuvieron por un tiempo en silencio, ninguna de las dos sabía que decir hasta que Lauren, después de pensarlo varias veces, propuso:

- ¿Te apetece un baño? –Con una sonrisa de oreja a oreja, mirando el mar-

- ¿Qué? –Miraba incredula Camila a Lauren, aunque con una sonrisa-

- Que si te apetece bañarte el agua debe de estar espectacular

- ¿Espectacular? Mas bien fría –Negando con la cabeza-

- ¿Cómo que no? ¡Vamos! –Levantándose y extendiéndole una mano a Camila para que se levanté-

- Que no Lauren, de verdad que no -Negándose aunque agarrando la mano de Lauren y poniéndose en pie-

- Vamos ¿vas a dejar que me bañe sola?

- Por supuesto, sabrás cuidarte muy bien ¿O prefieres que una aLaurenta te acompañe para que no te hagas daño? –Se burló de ella refiriéndose a su edad-

- ¡Oye! Que yo, ¡mental y físicamente estoy a tu misma altura o por arriba!

- Si, ya claro -Se reía-

- Ah, ¿no me crees? –Camila negó con la cabeza mientras se reía- Vale, muy bien te lo demostraré.

Dicho esto y casi sin pensárselo, agarró a Camila por la cintura, elevándola pocos centímetros del suelo y llevándosela lo más rápido posible al agua. Debido a lo rápido que iba y a que la fuerza se le había agotado, ya en la orilla, dejó caer bruscamente a Camila al agua.

- ¡Mier*da! ¡Está congelada! – Miraba a Lauren desde el agua, mientras la Pelinegra se reía a carcajadas- Ah, ¿si? Te querías mojar, ¿no? Pues

Dicho esto agarró a Lauren de la manó y la jaló con todas sus fuerzas, lo que no pensó era que al jalar de esa forma Lauren iba a caer encima suya y así fue, Lauren cayó como una caja de sardinas encima de Camila, quedando cara a cara, casi con las frentes pegadas. Al caer ambos cuerpos quedaron pegados, tantos que parecía una sola persona los pechos de una se rozaron con los de la otra, consiguiendo así la excitación de ambas.

Un Amor InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora