XIV

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Camila ni si quiera lo pensó simplemente quería besarla, necesitaba hacerlo. Despacio y con miedo a ser rechazada acercó sus labios a los de la Pelinegra, quien también poco a poco acercó los suyos a los de Camila. En pocos segundos Camila atrapó por fin los labios de Lauren, sin prisas al principio pero al notar que ella se lo correspondió desde el primer momento la intensidad fue subiendo. Camila pasó sus manos alrededor del cuello de la Pelinegra, mientras que Lauren agarraba a Camila de la cintura, intentando pegarla más a ella.

Era imposible explicar lo que ambas estaba sintiendo con ese beso, era mágicorealmente mágico.

Camila tomó la iniciativa de profundizar más el beso usando su lengua, que fue muy bien recibida por Lauren ya que jugó con ella incansablemente. Lauren levantó un poco la camisa de Camila, acariciándole suavemente la cintura y consiguiendo así que a Camila se le erizara la piel. La Pelinegra fue echando hacia atrás a Camila para posicionarse encima de ella sin dejar de besarla, mientras su mano empezaba a recorrer el cuerpo de la castaña, aunque sin sobrepasarse de ninguna forma. Poco a poco ambas notaron que les faltaba el aire y se vieron obligadas a separarse lentamente. Lauren llevó su mano derecha a la cara de Camila, mano que antes estaba en el muslo de la castaña, y la acarició suavemente.

- Así está mejor -Sonriendo y refiriéndose a que Camila ya no lloraba-

Camila simplemente sonrió y le robó otro beso, aunque este fue corto. Ninguna de las dos sabía que más decir, solamente se miraban De un momento a otro Lauren pensó en Troy acababa de besar a la mejor amiga de su novio, había besado a una mujer y lo más importante: Había besado a alguien que no era Troy. Lauren se quitó de encima de Camila, sentándose nuevamente en el sofá; Camila se dio cuenta de la descompuesta cara de Lauren, se incorporó y le dijo:

- Lauren, perdóname no debí

- No –Sin dejarla acabar- Perdóname tu a mi -Dicho esto se levantó y se fue a su cuarto-

Camila se quedó viendo como Lauren se metía en su cuarto con la cabeza gacha. Aún no se creía lo que acababa de pasar, la había besado. ¿Estaba soñando? Necesitaba contárselo* a alguien, así que sin más se fue corriendo rápido hasta el cuarto de Ally; entró y encendió la luz.

- ¿Se puede saber quien ***** encendió la luz? –Decía Ally abriendo un ojo, media dormida-

- Ally no sabes lo que me acaba de pasar -Tirándose en la cama con su amiga muy feliz- Aún no me lo puedo creer fue tan mágico, tan especial que parece un sueño, de verdad, no me lo creo

- Camz ¡son las 4 de la mañana!

- Si, el mejor día de toda mi vida -Sonriendo-

- ¿Qué? ¡¿Pero qué dices!? Déjame dormir -Volviendo a cerrar los ojos-

- No ¡Ally escúchame carai! – Ally volvió a abrir los ojos- Lauren volvió

- ¿¡Y por eso es el mejor día de toda tu vida!?

- ¿Me dejas acabar? –Mirándola mal- Nos besamos

- Si, ya claro Y yo soy Hawaiana -Cerrando otra vez, los ojos, sin creerla-

- Ally de verdad, nos besamos

- ¿¡¡Qué!!? –Ally se incorporó rápidamente-

- ¡No grites! –Camila le tapó la boca-

- ¿Me estás hablando enserio? –Con la voz más baja aunque con la boca abierta-

- Totalmente enserio aún no me lo creo

- Pero ¿Cómo?

Camila le contó exactamente todo lo que había pasado, con pelos y señales Ally estaba realmente impresionada con la historia.

Un Amor InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora