Quien diría que nos tardaríamos mas de lo esperado, buscamos en cada parte del bosque, preguntando en cada cabaña si sabia algo de Bulma, pero la respuesta siempre fue no. Estuvimos cinco días recorriendo esos alrededores, pero cunando caía el atardecer teníamos que volver
Al sexto dia solo nos quedaban dos cabañas las cuales preguntar, fuimos con todas las esperanzas de encontrarla en la primera cabaña, pero nuevamente la respuesta fue no. La última cabaña se encontraba al fondo del bosque lo cual seria un largo recorrido. Llegamos y para sorpresa de los dos
-Lo siento jovencito, no reconozco a esta señorita – dijo el anciano devolviéndome la fotografía
-Pero hemos buscado en todas las cabañas que se encontraban en el bosque y esta era la última – dirigí mi mirada hacia abajo
-¿Está seguro de eso? – pregunto y de inmediato levante la vista – Hay una cabaña que no esta en ese mapa de recorridos, les contare, pasen por favor
Al parecer no toda nuestra esperanza estaba perdida, había algo que siempre nos daba aliento en las ultimas ocasiones
-En lo mas alto de este bosque esta escondida una cabaña que es de millonarios, pero hace unos 15 o 20 años que no se ve a nadie por esos alrededores. Loa dueños del lugar pidieron que su cabaña no fuese puesta en ese mapa porque no querían molestias de turistas o algo por el estilo – nos ofreció un vaso con jugo cada uno – Lo sé bien porque antes yo trabajaba para ellos, pero cuando la señora estaba a punto de dar a luz se la tuvieron que llevar y decidieron que vivirían en la ciudad por un tiempo, o al menos eso dijeron. Pero a las dos semanas después ellos dijeron que no vivirían más allí y nos despidieron a todos, desde entonces nadie a tocado esa casa, o al menos eso yo se
-Nos puede llevar hasta ese lugar por favor, es muy importante – pedi mirándolo a los ojos
-Es un viaje muy largo y estoy muy viejo para ir con ustedes – esas palabras hicieron que me decayera un poco – Pero les puedo decir como llegar
Seguimos exactamente todas las instrucciones que el anciano nos dio, teníamos que ir derecho hasta llegar a un sauce, ir por el camino izquierdo y finalmente ir por el camino que tenia un puente dando pasada a la entrada trasera de la mansión
Cuando estábamos después del sauce nos detuvimos un momento, habíamos estado caminando unos 45 minutos sin parar y mi hermana ya no resistía mas
-¿Cres que la encontremos en esa cabaña? – leí sus manos antes de pasarle una botella con agua
-Es nuestra última opción y confió en que la vamos a encontrar – tome mi mochila colocándola nuevamente en mi espalda - ¿continuamos?
Media hora mas caminando por ese maldito camino hasta que por fin vimos un puente en medio de la nada, estaba tan emocionado que hasta empecé a correr. Había un pequeño muro que llegaba hasta mi cintura, adornado por piedras; había una pequeña reja, supongo que era la entrada. Chichi y yo caminamos hasta la entrada principal, golpeamos y nos encontramos con un mini-mayordomo
-Disculpe, ha visto a esta chica – le entregue la fotografía
-Por supuesto – dijo sin quitar la mirada – Es la señorita Bulma ¿se les ofrece algo?
-Dígale que su príncipe azul ha llegado – el soltó una pequeña carcajada, en eso, se quedo viendo a mi hermana
-Chichi ¿eres tú? – saludo con su mano – Es un gusto volver a verte - ¿y este enano de donde la conoce?
-Vegeta ¿eres tú? – escuche su voz, de inmediato lo empuje hacia un lado para entrar a la casa – Vegeta – grito lanzándose a mis brazos
-Te dije que te iba a rescatar – decía mientras acariciaba su cabeza e inhalaba su dulce aroma
Caímos de rodillas al suelo, ella lloraba en mi pecho apegándose cada vez más, yo solo me dedique a sonreír y agradecer por encontrar a la mujer que amo