03

9 3 0
                                    

Llevo meses enteros pensando en varias cosas, dejé de pensar en ti y me enfoqué en prioridades. Creo que ya no abarcas el espacio enorme que abarcabas hace algunos meses atrás, pero no niego que sigues siendo importante para mí hasta hoy. 

No he sabido de ti desde hace meses, creo que eso ayudó en que dejaras de ser un poco influyente en mi vida como antes, y a decir verdad me gustaría saber que es lo que has estado haciendo hasta ahora pero creo que es mejor así, no quiero entrar nuevamente al hoyo como lo estaba antes. Como dije, me he enfocado en varias cosas últimamente y una de ellas ha sido en mi trabajo, pronto me iré del país y no quiero dejar tragos amargos aquí porque en algunos años desearía regresar pero no con el mismo dolor del alma con el que me fui, ni con los recuerdos atormentadores que por las noches me visitan, sino que quiero regresar renovada, con el corazón sano y listo para volver a amar. Sé que dije que quizá eso no pasaría jamás, y bueno, hasta ahora no ha pasado, no me he decidido soltar tu recuerdo, o bueno, no del todo. Creo que voy soltándote por partes, pero hasta ahora creo que no llevo ni un cuarto de ello. Cuando caminaba por la calle recuerdo toparme con conocidos que preguntaban sobre ti, sobre nosotros. Claro está que no todos se habían enterado del rompimiento, solo las personas más allegadas y tú y yo habíamos decidido no ventilar absolutamente nada hasta que todos se dieran cuenta por sí solos, pero me costaba trabajo, me costaba fingir que nada había pasado hasta que se llegó el momento en el que pude explicar las cosas sin soltar alguna lágrima.

Te esperé por varios meses, y aunque eras todo lo que quería tiempo atrás me dí cuenta que no era nada sano esperarte, puesto que sabía que jamás ibas a regresar. Pasaron los meses y jamás recibí algún texto, ni mucho menos una llamada tuya. Me resigné, me resigné a esperarte, a esperar a tu recuerdo, porque era lo que deseaba que regresara, tu recuerdo, no tú. Sabía que si regresabas las cosas no serían como antes, las cosas cambiarían y eso me lastimaría más de lo que ya estaba; preferí dejarte y observarte solo de lejos. Aprendí que no se debe forzar a alguien para que se quede, si te ama se quedará por decisión propia, no por lástima ni mucho menos. Aunque tus recuerdos a veces divagan por mi mente los logré controlar, ya no me pongo mal ni me hundo como antes, hay una pequeña línea en mi pecho que a veces duele pero sanará como todas las demás.

A pesar de no saber de ti espero que estés siendo muy feliz, que estés amando a alguien tanto como yo te amé a ti, espero que estés dando todo de ti y que estés sabiendo valorar a la persona que en este momento se encuentre a tu lado, también espero que ella te ame con cada filo de su alma y que los dos construyan el futuro que tú y yo un día nos prometimos. Estoy decidida a soltar tu recuerdo, estoy decidida a soltarte porque realmente deseo con toda el alma ser feliz, tanto, como quizá, ahora lo eres tú. Quiero volver a amar, quizá no con la misma intensidad con la que te amé a ti, pero quiero abrir nuevamente las puertas de mi corazón, quiero sentir esa emoción que sentía al verte, ese sentimiento que llegaba cuando veía tu hermosa sonrisa, quiero conocer, darme la oportunidad, y no importa si salgo lastimada de nuevo porque sé, que como contigo, me quedará la satisfacción de que dí todo de mi parte por esa persona, que entregué todo lo que tenía, todo lo que en estos meses con trabajo y esfuerzo logré construir. Quiero a alguien que me ame por lo que soy, por lo que vea en mi interior, quiero a alguien que esté dispuesto a arriesgarlo todo por lo nuestro, y es que todos merecemos a alguien que cuide de nosotros como el tesoro más valioso que pueda existir en el mundo, a alguien que tema perdernos, a alguien que construya día con día un mundo en el que podamos detenernos y posar en él, a alguien que nos amé y que no tenga miedo de perderlo todo por nosotros. 

Me imaginaba una vida perfecta a tu lado, una vida donde no me iría, donde no te irías, donde los dos nos quedáramos, pero lastimosamente no fue así, y no es que reniegue de las cosas, pero solo hablo de lo que probablemente pasaría. Claramente no eras mi hilo rojo, ni yo el tuyo, por lo tanto, debimos separarnos para encontrar el nuestro y así nos cueste una vida encontrarlo tenemos la satisfacción que cuando eso suceda seremos las personas más felices del universo porque por fin estaremos completos, tú siendo feliz y yo siendo feliz pero ambos por separado y créeme que estaré feliz por ello porque sabremos que todo el sufrimiento habrá valido la pena. Cariño, no sé que pase por tu mente en estos momentos pero, no te atormentes por lo que hubiera pasado, mejor sé feliz y deja que todo fluya, da todo lo que te queda y construye tus planos, construye un ancla que te ayude a salir de tu estado de confort para seguir avanzando, construye ese futuro que planeábamos tú y yo pero desde otro ángulo. Ríe, llora, enójate y, si deseas, desplómate pero jamás te quedes en el suelo lamentándote cosas del pasado como muchas veces lo hice yo, sonríele a la vida y muéstrale que puedes con cada golpe que tenga destinado para ti. Recuerda que al final del túnel siempre me encontrarás sosteniendo tu mano para levantarte siempre que estés caído y como te lo dije, no soy una persona que va por la vida dejando promesas al viento, por lo tanto, si me necesitas estaré aquí siempre para ti, sé feliz.

Thoughts of a broken heart.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora