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Capítulo 12

(PdV de Jasmine)

Estar de nuevo al aire libre es, bueno; refrescante. Era de nuevo jueves, y teníamos la oportunidad de que nos dejaran salir, pero restringidas a los límites de la prisión. Aquí estaba yo, sentada en una de las mesas de picnic, viendo mientras el grupo de mujeres latinas corrían cerca de las mujeres de raza negra, medio llevándose bien.

Por otro lado, las mujeres asiáticas estaban sentadas, amontonadas en el césped, profundamente concentradas en su conversación. Y finalmente, las mujeres de raza blanca, la mitad de ellas estaban acostadas en el pasto y la otra mitad estaba jugando- esperen por ello; Pato, pato, ¡ganso!

Wow, sí, lo sé.

Tú pensarías que pasarían su tiempo saboreando y respirando el aire fresco, una oportunidad que no sucedía tan a menudo- pero en lugar de eso estaban jugando. Internamente, rodé los ojos por estos pensamientos. ¿Por qué siempre tenía que pensar de más las cosas? Ellas probablemente estaban acostumbradas a esta rutina y eso es lo que hacían con su tiempo.

—¡Para, Emily! —escuché gritar a una voz aguda, seguida de una fuerte risa. Giré mi cabeza en la dirección desde la que provenía. Una pálida morena estaba sonriendo como tonta mientras que una rubia le hacía cosquillas en la cintura desde atrás, quien también estaba sonriendo.

La no bienvenida sensación de celos creció en mi garganta. Esto sólo me recordaba a Sarah, haciendo que la extrañara todavía más.

Estaba lo suficientemente mal desde que me había enviado esa carta.

Sacudiéndome mis pensamientos, me paré para caminar un rato. No había visto a Justin en todo el día, y si estoy siendo honesta... tengo un poco de miedo. ¿Quién sabe si esa persona repugnante nos está vigilando? Digo, ella misma dijo que lo haría.

Ella sólo está tratando de afectarte.

Mi mente habló, haciendo que me mordiera el labio inferior, debatiendo internamente sobre qué creer. Pero, ella simplemente no mentiría, y además mató a un niño inocente, por el amor de Dios- sólo porque él le estorbaba, lo que sea que eso signifique. ¿Quién sabe de lo que sea capaz?

Sin darme cuenta hacia dónde había deambulado, mis ojos se encontraron con un cartel, las palabras resaltadas con negritas 'ÁREA DE FUMAR', con un cigarrillo sin el símbolo rojo de prohibido tachándolo.

El sonido de alguien aclarándose la garganta me llamó la atención y me sorprendió. Me giré lentamente, una brisa de temperatura templada golpeándome el rostro, causando que un mechón que no estaba atrapado en mi cola de caballo se pegara a mi rostro. Sacando aire, lo aparté de mis ojos, y en ese momento fue que vi una atractiva cara familiar.

Justin

—¿Justin? ¿Qué estás haciendo aquí? —pregunté, de repente sintiendo curiosidad. En su rostro se formaron esos irresistibles hoyuelos mientras sus labios se curvaron en una sonrisa.

—Soy un guardia, mi trabajo es patrullar por el área —contestó haciéndose el listo. Me mordí el interior de la mejilla mientras me sonrojaba, apenada.

—¿Y qué hay de ti?¿Qué haces alrededor de media milla fuera de donde las internas están autorizadas a estar? —preguntó, la diversión claramente bailando en sus ojos.

—Yo, este, no lo sé, si estoy siendo honesta —me encogí de hombros, ganándome una risilla de Justin. Me lanzó una de esas sonrisas que muestra los dientes, e hizo que me preguntara ¿cómo podía tener los dientes tan derechos, blancos, simplemente perfectos? Él definitivamente había usado frenillos o le habían hecho trabajo dental de algún tipo, porque de verdad eran muy brillantes. Mis ojos viajaron al cartel que se encontraba tras de mi e instantáneamente, me dio curiosidad.