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Capítulo 17

PdV de Jasmine

Era como si todo estuviera en cámara lenta. En el instante en el que el enunciado salió de sus delgados labios morados, en un segundo, sentí un guardia aparecer detrás de ella y acercarse a mí, pronto enterrado sus filosas uñas en mi piel.

Me contuve de sisear.

Pronto, estaba siendo empujada hacia delante, mis ojos brillaban por las lágrimas en ellos y mi mirada nunca dejó a Justin. Estaba muy confundida y temiendo por mi vida, entonces enfoqué mi mirada en Justin, quien eventualmente se hizo cada vez más pequeño conforme nos alejábamos.

Suspiré, volteándome y fui bruscamente empujada hacia delante. Conforme pasaba las celdas, todas parecían estar arreglando sus celdas. Todas pararon para verme mal mientras pasaba frente a ellas. Pasamos frente a Rachel, y un jadeo salió de sus labios, seguido de una mueca.

Yo no fui.

Le dije quedamente, impotente, pronto sintiendo una lágrima rodar por mi mejilla. Ella me observó con una expresión indescifrable y, prontamente, me jalaron lejos. Eventualmente, salimos de la zona de las celdas y caminamos por una ruta no familiar.

Mi ritmo cardiaco se aceleró mientras sentí que sus uñas se enterraban más profundo, dejando definitivamente una marca o dos. La siguiente persona a la que vi me hizo querer llorar. Estaba parada orgullosa y sonriendo malévolamente y lo siguiente que dijo silenciosamente casi me hizo gritar de rabia.

Te dije que no te metieras conmigo, ni con mi hombre.

Entendí todo. La rabia y la frustración se apoderaron de mi. Esa pequeña diabla, ¡¿Cómo se atreve?! Quería quejarme, hacer un berrinche, acusar al Oficial de no ver sus obvias acciones. Además tuvo el poco corazón de guiñarme un ojo, complacida consigo misma.

Estaba en lo correcto. Este era su mensaje y esta vez lo escuché fuerte y claro. Sin embargo, desafortunadamente para ella, no me importa- ya no. Mis pensamientos motivantes fueron interrumpidos cuando llegamos frente a una puerta roja, pequeñas porciones de tierra pegados notablemente a ella.

'Celdas de castigo' decía, escrito en letras cursivas, sobre oro barato y falso. Las uñas del guardia finalmente soltaron mis brazos y yo inmediatamente subí mi mano para sobarme, esperando poder calmar la sensación punzante que estaba empezando a sentir. A pesar de que no había checado para ver si tenía marcas, estaba muy segura que las tenía.

Sin darme cuenta, él abrió la puerta y me empujó dentro. Un jadeo salió de mis labios, mientras oía todos los fuertes ruidos y gritos provenientes de las puertas cerradas. Seguimos caminando y las voces y los gritos se hicieron más fuertes. Era casi como un manicomio.

—Bienvenida a tu nuevo cuarto por la siguiente semana. —Un ronco susurro entró por mis oídos y me hizo encogerme internamente. Una puerta azul estaba sin cerrojo y pronto empujé para entrar. Jadeé, viendo la habitación. Escritura, insultos, dibujos- todo eso cubría las paredes.

Tuve un escalofrío, subiendo las manos para frotar los brazos, que estaban extremadamente fríos por el cambio de temperatura. Ahora entendía que significaba 'celda de castigo', para resumirlo, aislamiento. Debe tener un nombre código que solo se usa en esta prisión, tal vez.

Lentamente me deslicé por la pared, los ruidosos llantos y gritos todavía presentes y se escuchaban por todo el lugar. Las lágrimas se hicieron más pesadas en mis ojos y pronto cayeron, bajando por mis mejillas mientras solté un fuerte sollozo- por innumerables razones.

Por la situación en la que estaba. La razón por la que estaba en este infierno. Lloré y lloré por todo lo que estaba pasando en mi vida. Decidí que había teniendo suficiente de esta frustración comiéndome por dentro, fue suficiente y si estoy siendo honesta; se sintió bien deshacerme de esta preocupación y de todas estas emociones.