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capitulo 9

CAPÍTULO CON ALTO CONTENIDO EXPLÍCITO. MÁS +18. LEELO BAJO TU RESPONSABILIDAD. ⚠⚠⚠

Esa misma noche.
Jesús llegaba junto a Camila a su casa, un lugar siempre frío y sin luz, mayormente con las luces apagadas y refrigeraciones encendidas, calzoncillos negros colgados por doquier.

–¿Dónde quieres dormir?, –Pregunta Jesús –¿En mi cama allá arriba o en la sala?

–Contigo –Giñándole un ojo a Jesús.

Las pupilas de Jesús se hicieron enormes, al fin su sueño erótico con Camila se haría realidad.

–Oh cielos –Dice un tartamudeante Jesús.

Jesús corre estremecidamente a su auto y se va a alta velocidad, Camila llora mientras piensa seriamente en llamar un Uber a su casa.

Pasados 5 minutos llega Jesús corriendo desde su carro a su casa tratando de esquivar la lluvia, cae.

–Oh por Dios. ¿Estás bién? –Grita con miedo Camila.

–Con lodo en la cara, pero bién, creo.

–Métete, tienes muchas cosas que explicar. –Dice Camila mientras Jesús asiente con la cabeza.

–¿A dónde demonios fuiste? –Grita Camila con la voz cortante.

–Fuí a la Farmacia y a un Oxxo –Dice Jesús mientras se quita la ropa mojada llena de lodo.

Camila expectante pero con lágrimas en los ojos se atreve a decir. –¿Qué demonios era más importante pará comprar en ése instante que yo?.

–Condones. –Camila queda boquiabierta con la cara pálida.

–Deja te quito el lodo de la cara... cariño.

Jesús desnudo y con una voz profunda le pregunta al oído a Camila si se pone ropa limpia, o se queda así.

–Así quédate, espérame arriba –Dice una impresionada Camila.

Jesús sube con cuidado, tiene los pies mojados aún. Camila aún pálida urga en la bolsa que Jesús trajo.

–Condones sabor fresa, mis favoritos.

Camila sube rápido pero en silenció. Se encuentra a Jesús acostado, volteando a ver cómo una rama golpeaba la ventana mojada.

–¿Estás segura que quieres hacer esto?-Pregunta Jesús sin voltear.

–Sí.

Camila corre hacía Jesús como si estuviese salvándolo de un accidente. Besan sus bocas, Camila tomá las manos de Jesús y las lleva directamente a sus duros pechos, fríos por la habitación, pero a la vez duros por la calentura. Jesús frota los pezones de Camila mientras sienten su respiración aumentando cada vez más, sus corazones latiendo cómo si de una mosca se tratara, sus cuerpos desnudos juntos, rozándose.
Jesús se detiene con excusa de que se está quedando sin aire, mientras Camila pone la punta del condón en la cabeza del pene, y lo desenrolla con la boca, su pene permaneció en la garganta por más de 10 segundos.

Jesús toma el control, tomá con fuerza a Camila, tal como si fuera su esclava sexual. Somete su cabeza contra la almohada, con las rodillas dobladas, Jesús arremete sin piedad contra el ano de una Camila sollozando de dolor, con lágrimas en la almohada, casí arrepintiéndose, pero ella sabía bién como vengarse de él.

–¡Siéntate, voltéame a ver! –Grita un excitado Jesús. Camila asiente con la mirada.

Jesús se quita el condón y comienza a masturbarse en la boca de Camila, con unos ojos penetrantes, concentrado en su pene. Camila no pierde su sed de venganza, aprovecha el semen que Jesús exprimió en su boca para regresarlos a la boca de Jesús con un beso que él no esperaba. Su cara de niño comiendo limón por primera vez satisfago a Camila.

Jesús voltea a ver a Camila después de vomitar su semen, la tomá del cabello, y con su pene aún erecto, comienza a follar la boca de Camila, como si de su ano se tratase. Camila vomita en el pene de Jesús.

–Para que no me vuelvas a hacer algo así –Arremetió un enojado Jesús. –Camila sudando asiente con su cabeza temblando.

Después de semejante asalto, pasión, lágrimas y semen ellos dos durmieron abrazados uno frente al otro, viéndo sus ojos cerrarse mutuamente.

A la mañana siguiente Jesús lleva a Camila a su casa, con ropa del mismo Jesús.