Lauren se frotó los ojos frustrada por la situacion que estaba pasando, estaba harta de seguir con esa farsa.
Tener que aparentar ser algo que no era. tener que jugar con Camila la enfermaba.
Ty su novio lo había planeado todo desde hace años, enamorar y distraer a Camila. Tenía infiltrado a Verónica en el departamento policial de Camila, sabían que la acenderian y ella se haría cargo del caso de Miami, así que el plan era sencillo, conseguir su número, seducirla y por último enamorarla a tal punto que soltará toda la información necesaria. Sabían que Camila era débil, sabían que era ingenua.
El primer paso ya lo habían logrado, ahora solo tendría que ganarse su confianza por completo. Lauren la miraría el sábado y eso era lo que la estresaba.
L -lo tenemos- susurro Lauren mientras se frotaba los ojos y dejaba su celular de lado.
Ty - Enserio? Tan rápido? La perra no llegaba dentro de unas semanas? - Lo dijo todo mientras estaba recargado en el marco de la puerta de la cocina.
L- si, tuvo que venir por problemas de su trabajo, trajo consigo a una compañera. Se llama Dinah.
Ty- Tienes alguna foto?
L -Si- suspiro y agarró su teléfono que estaba a su lado, se paró y camino lento hacia ty al llegar a él sin decir palabra le dió el teléfono y se retiró.
Camino en la oscuridad de su casa, mientras caminaba iba despojándose de su ropa hasta llegar a su baño.
Una vez dentro de aquel baño, decidió que sería una buena idea bañarse con agua helada. Era una noche calurosa en Miami así que no le causaba problema alguno bañarse con agua fría.
Se miro al espejo y se vio directo a los ojos mientras pensaba. Qué carajos estaba haciendo de su vida, robar un banco y luego otro en la misma maldita ciudad y al final seducir ala maldita policía que estaba al cargo del caso. Que mierda! Pensó ella ni siquiera era lesbiana, pero aquí estaba jugando con el demonio, ese demonio que la llevaría ala perdición, que la haría enloquecer de sobre manera la hundirá y la destrozaría pero ala misma vez la reconstruiria.
Pero eso ella no lo sabía en ese momento, para ella solo era un juego.
Al final siempre ganaba, Lauren Jáuregui siempre sacaba lo que quería y así pensaba que sería esto. Pero la vida siempre te golpea cuando menos lo esperas...