•Llamada de broma• •Larry Stylinson•

Capítulo 23.

—¿Hablas enserio Louis?—. Preguntó el rubio con una gran sonrisa.

El castaño asintió en medio de lágrimas, Niall no podía sentirse más feliz por su amigo.

—¡Es... Increíble Louis!... No tienes idea. Hay tantos chicos y chicas con la mala suerte de tener unos padres que... No aceptan que son homosexuales, temen a esa palabra y... Puedes ver el lado bueno de tu situacion, no sabes cuántas personas desearían tener unos padres tan comprensivos como los tuyos.

—Y... Tus papás... ¿Cómo reaccionaron?—. Preguntó tímido.

El rubio sonrió de lado, desvío la mirada a sus manos y luego volvió a mirar al castaño.

—Mi papá me golpeó... Él tenía una terrible imagen de la homosexualidad, mi mamá en cambio, por miedo a mi padre fingió por un muy corto tiempo que no lo comprendía, hasta que un día tuvimos una fuerte charla y bueno... Ahora la veo siempre que puedo porque sé que mi madre siempre estará ahí para mi.

Louis no pensó ni un segundo y hundió a su amigo en un cálido abrazo, Niall sonrió ante la acción del contrario y respondió el abrazo, acariciando su espalda.

—Y... ¿Ya saben todo sobre Harry?

Ambos se separaron suavemente, Louis limpió sus mejillas y negó apenado.

—Apenas pude decir que era gay, me era imposible decir que estaba enamorado de mi mejor amigo.

—¿Mejor amigo? ¿De qué mierda hablas? Harry nunca fue tu mejor amigo y ambos lo sabemos, dime ¿Acaso siguen siendo mejores amigos después de la follada que le diste?

Louis abrió los ojos a tope y cubrió su rostro avergonzado, pero de cualquier forma era cierto lo que decía Niall, definitivamente no eran amigos pero no lo habían hablado siquiera.

—¿Tú crees que yo debería tomar la iniciativa?

—No sé, ¿Quién fue el que la cagó?

Louis río un poco y asintió.

—Entiendo.

—Primero que nada deberías de hablar con tus padres sobre esto, claro que te apoyarán pero deberían saberlo ¿No crees?

Louis asintió con una mueca, pero el temor de confesarle algo a sus padres ya no existía más, y ero lo tranquilizaba un poco.

[8:20 PM]

—¡Louis, la merienda está lista!—. Llamó Johanna.

Louis al instante dejó el móvil en la cama y se levantó como si fuera un resorte, caminó fuera de la habitación y seguido escaleras abajo.

Al llegar al comedor su padre leía interesado el periódico, Louis sabía que sería algo incómodo charlar como normalmente lo hacían, pero también sabía que sería temporal.

Johanna llegó a la mesa con un exquisito platillo, Louis se relamió los labios y sonrió.

—Se ve delicioso mamá—. Comentó entusiasmado.

Su madre le sonrió agradecida y acarició su cabello, tomó asiento al costado de su marido y comenzaron a servirse porción de carne que se encontraba en el centro de la mesa.

Louis miró con timidez a sus padres, apenas comenzaban a aceptar que su hijo era homosexual, pero sabían que no había trato especial a ello pues no era ningún tipo de enfermedad. Sin embargo, pensó que sería bueno soltar todo de una vez por todas, tenían que saber cómo es que sabía que era gay.

—Mamá... ¿Puedo decirles algo?—. Preguntó ruborizado.

Troy alzó la vista de su plato, poniendo atención a su hijo.