•Llamada de broma• •Larry Stylinson•

Capítulo 9.

—¿Qué me va-vas a ha-hacer Lou-Louis?—. Preguntó al sentir la respiración del castaño en sus labios.

Louis sonrió de lado y se acercó un poco más hasta rozar sus labios. Ese idiota había encontrado su punto débil y seguramente lo utilizaría para mal.

Harry se relamió los labios, manchando de saliva los de Louis, quién cerró los ojos dando a entender al rizado que iba a besarlo. Pero cuando Harry dejó de moverse para ser liberado, Louis golpeó los genitales de su "amigo".

El oji-verde se inclinó adolorido y soltó un alarido, acariciando la zona golpeada con la palma de su mano.

—¡Idiota!—. Gruñó algo molesto.

—Te lo advertí Styles.

—Pe-Pero al me-menos ya conozco tu punto débil...

El castaño le soltó un leve cachetada, con la suficiente fuerza para que Louis acariciara su mejilla.

—¿Y eso porque?

—Por dejarme tu maldita marca—. Gruñó.

Se miró al espejo, realmente era algo notable y en ningún aspecto parecía alguna roncha o moretón.

—Sabes muy bien que odio las bufandas y camisas de cuello largo, seguramente tendré que usar alguna de ellas.

Harry sonrió de lado, aún retorcido por el dolor.

—¡No te rías Styles! Tienes que pensar en una opción para cubrir está idiotez.

Se dirigió a la puerta para salir, pero Harry lo detuvo.

—¿No te falta algo más?—. Preguntó con una sonrisa amplia.

Louis mordió su labio, sonrió coqueto y se acercó al rizado, lo tomó de la playera acercándolo peligrosamente a sus labios.

—Tu... Vuelves a acercarte a mi cuello y voy a cortar el tuyo.

Lo soltó algo busco y salió de la habitación. Harry soltó una pequeña risa y asintió.

—Claro Louis... Claro.

[6:30 PM]

Era hora de irse. Después de que Louis y Harry lavaron los trastos se dirigieron a la puerta, donde sus madres se estaban despidiendo.

Harry suspiró y se colocó enfrente de Louis.

—Bueno... Supongo que tengo que irme.

Louis asintió sin tomarle importancia.

—Vamos Louis, ya me diste un gran golpe en la bolas y aún sigues molesto ¿Qué pasa?

—No quiero que vuelvas a acariciar mi cuello Harry.

—Esta bien, no lo haré... Lo juro.

Pasó su mano por detrás y cruzó sus dedos, después la regresó a su costado.

—Bien... Cuídate Harry.

—Me debes algo—. Recordó.

—¿Qué?

El rizado puso sus labios en forma de beso y después sonrió.

Louis se ruborizó.

—Eso pudo haber pasado si no hubieras sido un idiota—. Susurró.

Ambos rieron un poco.

—Nos vemos luego Lou.

Acarició su brazo y después su mejilla, deseaba tanto tener la libertad de darle un gran beso en ese momento, pero sólo podía imaginarlo.