Capítulo 1

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Las migas se van desparciendo encima de la madera, sigue en la tela de su blusa y acaba en el suelo.

Tomás, mi compañero de trabajo masticando su bocadillo de...¿De qué es? Jamón y queso. Típico. ¿No había otra cosa que comerse en vez de estar manchando todo?

De seguro que pensáis, ¿Por qué me importa lo que come o no? La respuesta es muy sencilla.
Él, mejor amigo o mejor dicho hermano. No sé qué haría sin él.

Aún así, está echando todo a perder y va a recibir un discurso de Miguel; el jefe.

No obstante permanece aún en su asiento, frente mío. Jugando al fornite o algún juego de coches.

- ¡Mierda! - se lleva las manos a la cabeza. Ha perdido. Pulsa rápidamente una tecla-

Intento no presenciar mi risa y bebo de mi café. Al terminar tiro el vaso de plástico a la basura.

Miguel, aparece tras suya llevándose las manos a su cadera y clava sus ojos en el  ordenador de mi amigo.

Cambio mi postura.

Dirigo mi mirada al ordenador y tecleo. Veo que hay en primer plano una orden de busca y captura sobre un asesino. Aún no se ha registrado el perfil y me causa curiosidad porqué no se ha hecho.

- Interesante juego Vega - articula Miguel-

Tomás se asusta, se limpia la comisura de los labios y guarda su bocadillo en el cajón.

- ¿Qué tal jefe? - dice con una voz nerviosa-

- No muy bien. Sí me sigues inflando los cojones te echo de aquí, y saludas a tu madre de parte mía. A si que al trabajo que por algo te pago

- Sí, lo que usted diga - Tomás me mira. Ahora mismo está perdido y no sabe cómo salir de ello-

- Hay una orden de busca y captura sobre un asesino. Anoche a las doce y punto ocurrió una tragedia, mataron a sangre fría a uno de los empresarios más importante del momento. A él y su familia. Necesito que vayáis al lugar de los hechos y sacar cualquier teoría que pueda atacar a Bart

- ¿Bart? - digo confundido-

- Sí, Mateo eres nuevo y sé la potencialidad que tienes. Bart, es uno de los mejores detectives del momento al igual que su compañía. A si que necesito darle todo su merecido - dice con rabia-

- Sí, cuente conmigo - saco mi chaqueta de la silla y levanto de ella-

Tomás va tras mía y se sube al coche. Al abrir la puerta del copiloto veo a mi amigo suspirar.

- Sé que llegaste hace tres días, pero, te aseguro que estarás cómodo - mantiene ambas manos en el volante-

- ¿Por algo estoy aquí, no? - enarco una ceja y le sonrío-

Termina riéndose con el contagio de mi sonrisa.

No tardamos cinco minutos en llegar y bajamos del vehículo.

Hemos llegado un poco tarde ya que hay más policías de lo que llegué a pensar. El forense de Caponage se lleva los cuerpos y pasamos la cinta.

Al entrar en la casa muchos de ellos están sacando fotografías de cada detalle que se puede escapar en la investigación.

Subo cada escalón y entro en el cuarto de las gemelas. Voy pasando con cuidado y encuentro algo interesante en la esquina de la litera. Paso dos dedos y olfateo.

Saco mi instrumental y lo guardo antes de que mi amigo me vea.

- ¿Has encontrado algo? - Tomás mira alrededor del cuarto en busca de algo-

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